Las dependencias del depósito antropológico de Calama, recientemente ampliadas e inauguradas, tienen como objetivo principal poner en valor el patrimonio local por medio del resguardo de sus vestigios.
Colecciones que superan las 20 mil piezas y que van desde cuerpos, secados por el clima, de habitantes que vivieron hace tres mil años hasta textiles y cerámica. Este lugar, ubicado en las inmediaciones del parque El Loa, entrega antecedentes inéditos entorno al potencial científico e investigativo que guarda la zona.
Por ello es que desde el 2012 ha estado en análisis para entregar un manejo integral respecto a la conservación de los objetos, los cuales se transforman en sujetos tras describir la historia y cultura donde se desarrollaron.
En este sentido fue importante su remodelación, infraestructura que actualmente cuenta con cuatro cuartos adicionales que cumplen con la normativa de seguridad y equipamiento para reclasificar, analizar y disponer la colección según su materialidad y sitio de procedencia, según explicó el director de la Dirección de Patrimonio perteneciente a la Corporación de Cultura y Turismo de Calama (CCTC), René Huerta.
Agregando que lo más característico de las piezas que conforman el depósito es sin dudas su conservación.
"Tenemos vestigios de 500 años antes de Cristo en perfecto estado, lo cual la hace una de las más relevantes en la región y del todo el norte del país", dijo el profesional.
Ciencias de la vida del hombre
Para el director, los hallazgos más importantes tienen relación con los cuerpos humanos y sus fardos, que es una de las colecciones más numerosas con un 29% de las piezas registradas.
Está sección, la Bioantropológica, se encontrará dispuesta en el depósito número uno dónde se les clasificará por sexo, edad, tipo de muerte y antecedentes que arroje la investigación.
"No podemos asegurar fehacientemente que ellos proceden de un mismo lugar, si pertenecen a una misma cultura, la Licanantay, basados en el tipo de enfardamiento en particular, con sus ajuares, joyas, tocados. Es decir que siempre desarrollaron los mismos ritos", comentó Huerta.
El arte de la cerámica
Estos vestigios corresponden a la sección de objetos inorgánicos, dispuesta en el depósito número seis, piezas que presentan iconografías tradicionales con tintes minerales de la zona.
"Los objetos provienen en su mayoría de los rescates arqueológicos que se hicieron desde los años 80 e incluso antes, también de colecciones privadas, en menor medida de donaciones y prospecciones mineras que han colaborado de apoco pero más constante en el último periodo", explicó la encargada de colecciones de la Dirección de Patrimonio de la CCTC, Jannice Rojas.
Esta sección es la segunda más grande del depósito, alcanzando un 21% del total de los registros.
"Por ejemplo tenemos cerámicas de hace miles de años, perfectas, o sea con un mínimo de grietas que incluso no afectan a su funcionalidad, lo que demuestra que estaban fabricadas con un proceso específico, materiales, entre otros", agregó Rojas.
Textil
Como parte de la colección se encuentran las mantas, vestuario y telares, objetos que provienen en su mayoría de los fardos funerarios y que demuestran la evolución de las técnicas en confección y teñido según pasaba el tiempo.
"Las investigaciones que se le han realizado a algunas de ellas, indican que la fibra de los camélidos era primordial, específicamente de la alpaca y la llama, pero también se ha identificado bastante el uso del algodón como de cabellos como parte del hilado", declaró la encargada.
Respecto a las técnica, algunas de las piezas pertenecen a periodos tempranos, es decir, que utilizan material primas más gruesas, del mismo tono de la zona y sin presencia de listados. Por el contrario, en tiempos más actualizados las prendas de vestir muestran una evolución al incorporar diseños, generalmente geométricos, tonalidades diferentes e incluso borde para generar las mangas y parte del cuello.
Sitios
Otras de las formas de clasificación es por el sitio de procedencia de los vestigios, entre los que se destaca el cementerio Topáter, Chorrillos, Turi, Pampa Puno.
En menor medida está la localidad de Lasana, Chunchuri, San Francisco de Chiu Chiu y la villa Chuquicamata.
Respecto a este último punto se están desarrollando talleres junto a funcionarios de la Policía de Investigaciones para que la comunidad sepa qué hacer si encuentra un vestigio de estas características.
Trabajo
Dentro del ciclo de la puesta en valor se procede con cuatro etapas.
La primera tiene relación con el registro, el que incluye una ficha del objeto, un set fotográfico, inventario y la creación de una base de datos, este último paso ya está en ejecución y tiene como finalidad que la comunidad pueda ver en linea todas las piezas junto a su información.
La segunda etapa del ciclo corresponde al depósito, es decir, contar con un sistema de embalaje y etiquetado normado.
Lo siguiente es la difusión por medio de boletines, publicaciones en la web y algún tipo de exposición. Actualmente los últimos viernes de cada mes el depósito está abierto a la comunidad, por medio de inscripciones previas por parte de los interesados.
Finalmente la investigación toma forma a través de la contextualización y la creación de un centro de documentación.
A partir del diagnóstico efectuado, el área de Patrimonio ha venido aplicando la definición de procedimientos que demandan su correcta administración conforme a lo dispuesto en las normativas internacionales y en cumplimiento a lo que establece la Ley 17.288 del Consejo de Monumentos Nacionales, sobre el manejo del material arqueológico y bioantropológico.
A partir de lo cual, se han definido protocolos, políticas y reglamentos referente al acceso a la colección, laboratorio, registro e inventario, toma de fotografías, préstamos para investigaciones específicas, orden, higiene y seguridad.
"Tenemos vestigios de 500 años antes de Cristo en perfecto estado, lo cual la hace una de las más relevantes en la región y del todo el norte del país" René Huerta Director del área de Patrimonio"
"Por ejemplo tenemos cerámicas de hace miles de años, perfectas, o sea con un mínimo de grietas que incluso no afectan a su funcionalidad" Jannice Rojas Encargada de colecciones"