Argentina registró un 32,2% de personas en la pobreza en el segundo trimestre de 2016, mientras que la indigencia fue del 6,3%, según el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec), que no publicaba datos oficiales desde abril de 2014.
Autoridades del Indec, encabezadas por su titular, Jorge Todesca, explicaron en una conferencia la nueva metodología llevada a cabo para realizar la medición, tras el proceso de reestructuración del organismo ordenado por el Gobierno de Mauricio Macri desde que asumió el cargo, en diciembre de 2015.
Suspensión
En abril de 2014, el Gobierno de Cristina Fernández suspendió la difusión de los índices de pobreza, en un momento en el que los datos estadísticos oficiales eran seriamente cuestionados por consultoras privadas y hasta por empleados del propio Indec.
Hasta ese entonces, los últimos datos disponibles, del primer semestre de 2013, situaban la pobreza en la población urbana de Argentina en el 4,7%, mientras que el índice de indigencia fue del 1,5%.
Según informó ayer el Indec, tras el intenso proceso de renovación de la forma en que se miden las estadísticas oficiales, en el primer trimestre de 2016 y sobre una medición de 31 conglomerados urbanos, que abarca a 27 millones de personas (la población total de Argentina es de unos 41,45 millones), el indicador de pobreza fue del 32,2% en términos de personas. En total, según la Encuesta Permanente de Hogares (EPH), se registraron 8,7 millones de personas bajo el umbral de la pobreza.
Teniendo en cuenta los hogares, el 23,1% fue considerado pobre en Argentina de abril a junio de este año.
Indigencia
La indigencia, por su parte, afectó al 6,3% de los ciudadanos (1,7 millones de personas) y al 4,8% de hogares.
La zona conocida como el Gran Buenos Aires -la capital y su cinturón urbano- es el foco en el que más personas se hallan en la pobreza, con un total de 14,69 millones, seguido por los aglomerados del interior del país, con 12,5 millones.
Por tramo de edad, es de los 30 a los 64 años la franja con mayor número de personas en esta situación, un 34,4%.
"Vamos a presentar los indicadores de pobreza e indigencia estimados sobre el método de la línea de ingreso. Esto no significa que el Instituto considere que es la única forma de mirar la pobreza", remarcó Todesca, para explicar que el Indec aspira a en el futuro poder conseguir estudiar estos aspectos socioeconómicos mediante otros factores complementarios.
La medición de la pobreza con el método de la "línea de pobreza" consiste en establecer, a partir de los ingresos de los hogares, si estos tienen capacidad de satisfacer -por medio de la compra de bienes y servicios- un conjunto de necesidades alimentarias y no alimentarias consideradas esenciales.
El Indec remarca en su informe que no incluye datos de trimestres anteriores dado que, conforme a la emergencia estadística dictada por el nuevo Ejecutivo, el organismo ha dispuesto que las series publicadas con posterioridad al primer trimestre de 2007 y hasta el cuarto trimestre de 2015 deben ser "consideradas con reservas".
En este tiempo de ausencia de datos oficiales, uno de los estudios privados más respetados fue el realizado por la Universidad Católica Argentina (UCA). En abril de 2016, el informe de esta institución reveló que la tasa de pobreza urbana aumentó un 3,6% en los primeros cuatro meses de 2016, hasta afectar a un 32,6% de la población, mientras que la de indigencia alcanzó el 3,7%, un punto más.
"Después de años de manipulación, hoy sabemos qué realidad nos golpea, porque uno de cada tres argentinos es pobre y es algo que nos duele".
Presidente Mauricio Macri"
"Hoy, con la publicación de este índice sobre pobreza, terminamos con la emergencia estadística en su forma más crítica".
Jorge Todesca, Titular del Indec"
Macri: "Es algo que nos duele"
El Presidente argentino, Mauricio Macri aseguró ayer, tras conocerse el informe, que "después de años de manipulación, hoy sabemos qué realidad nos golpea, porque uno de cada tres argentinos es pobre y es algo que nos duele". Una de las principales aspiraciones del Mandatario en sus primeros diez meses de gestión fue la de tener un Indec "creíble y confiable". "Que nos diga cuál es la inflación, cuál es la pobreza, la desocupación (...) para que, trabajando todos juntos, podamos encararlo", dijo en agosto pasado.