Pablo Orellana G.
Con policontusión nasal quedó un colectivero tras realizar un servicio especial a una pareja de jóvenes, a quienes luego de trasladarlos hasta el punto donde le informaron necesitaban llegar, sufrió golpes en su rostro por uno de los que ocupantes al que le cobró el recorrido realizado.
Según testimonio del afectado (34), tomó a la pareja en el sector de calle General Salvo, quienes le solicitaron los trasladara hasta Javiera Carrera con su intersección de Teniente Orellana. Y al llegar les cobró el recorrido, cuando un de sus pasajeros le propinó certeros golpes en su rostro, para luego ingresar a un domicilio del lugar.
Procedimiento
Luego de recibir la violenta respuesta de uno de los pasajeros, el afectado llamó a Carabineros para denunciar lo ocurrido. A la llegada de los efectivos les informó lo ocurrido, por lo que personal del cuadrante Cinco procedió a golpear la puerta donde ingresó el agresor para realizar el correspondiente procedimiento.
Tras golpear en reiteradas ocasiones a la puerta, la propietaria del domicilio atendió a los efectivos y debió ser ella la encargada de dar aviso al agresor que Carabineros solicitaba su presencia, por lo que el acusado debió acompañarlos hasta la unidad policial.
Una vez en la Primera Comisaría el agresor (32), entregó una identidad y edad falsas, las que en varias ocasiones repitió afirmando que le correspondían. Pero al hacer el contraste en el sistema interno de la institución, se comprobó su real nombre y que además mantenía dos órdenes de detención vigentes, más antecedentes policiales previos.
Control
Debido a que el agresor intentó engañar el control policial con falsos datos, fue retenido en la Primera Comisaría bajo el cargo de 'usurpación de identidad', y por orden del fiscal de turno fue pasado a control de detención ante el Juzgado de Garantía por este y por propinarle golpes al colectivero que lo denunció por la agresión y no pagarle el servicio correspondiente.
Este hecho dio cuenta de la tranquilidad con la que actuó el agresor y de su intento por burlar a Carabineros, quienes le detectaron y más aún descubrieron su verdadera identidad, la que se presume ocultó por temor a ser detenido por las órdenes de detención que pesaban sobre él.
Por otra parte lo sucedido al conductor devela también que un servicio que pudo ser normal también tiene sus riesgos y costos, los cuales se grafican en la lesión -considerada grave- y que pudo haber sido peor, pero que le dejó al afectado por esta situación una moraleja que difícilmente pueda olvidar tras ser agredido por quienes parecían ser dos tranquilos pasajeros que lo abordaron.