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Las consecuencias de la pena en el embarazo de la madre

EFECTOS. La depresión de la madre podría, inclusive, modificar el código genético del recién nacido, quien estaría más propenso a desarrollar problemas emocionales durante la infancia, según un estudio británico.
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Dado lo recurrente de la tristeza durante el embarazo, que, dicen los investigadores, afectaría a una de cada cinco mujeres durante los últimos meses de gestación, hasta poco después del parto.

Esta baja en el estado del ánimo de la madre, acompañada por sentimientos de desesperanza, sería causada por el cambio de vida que conlleva el proceso, traducido en una especie de duelo, lo cual podría modificar la química del cerebro.

De esta forma, la depresión o la ansiedad reduciría la enzima en la placenta que descompone el cortisol, u "hormona del estrés", lo que causaría una mayor exposición del feto a la tristeza materna.

Además, el embrión también sufriría cambios epigenéticos (producidos por la interacción con el entorno, que a su vez son heredables) bajo estrés, donde el ADN original sigue siendo el mismo, pero la expresión de los genes se alteraría, lo que tal vez afecta a la salud mental en la infancia.

Una vez nacida la guagua, estas modificaciones también afectarían la unión con su madre, según el estudio del Imperial College de Londres.

"Nuestra revisión de la literatura disponible sugiere que el tratamiento de la depresión es crucial en la reducción del riesgo para el niño, así como para ayudar a la madre", dijo la docente autora del estudio, Vivette Glover.

A esto añadió: "Se ha visto que la aplicación de terapia durante la depresión, en el transcurso del embarazo, ha modificado el comportamiento cognitivo, lo cual sería útil en la reducción de la depresión y, por tanto, en su efecto en el niño".

Para corroborar esta idea, los científicos británicos revisaron los estudios de salud mental de niños menores de cinco años en países de ingresos bajos y medios, como Bangladesh y Brasil.

Allí quedaron patentes las necesidades de políticas de salud mental para las madres y los niños en lugares de más escasos recursos.

Bajos ingresos

Una vez terminado el estudio, el equipo científico manifestó su preocupación por la situación de las embarazadas en los países de bajos y medianos ingresos, por lo que llamó a la comunidad internacional a tener en cuenta este factor que podría comprometer la salud de los futuros habitantes del planeta.

Glover añadió que en zonas muy pobres, donde se vive continuamente la guerra, violencia política e inseguridad alimentaria, sumado a la escasa ayuda después de desastres naturales, los trabajadores de la salud tienen poco tiempo y recursos para satisfacer las necesidades básicas, mientras que las mentales, como el tratamiento a la depresión materna, carecen de contención.

Asimismo, la tristeza durante el proceso en los países de bajos y medianos ingresos, sería más común que en los lugares más acomodados, a causa de la mayor exposición a la violencia de pareja, los embarazos no deseados, la desnutrición, las infecciones y las condiciones de hacinamiento.

Cómo detectar la depresión

El Ministerio de Salud redactó en 2014 un protocolo para el tratamiento de la depresión durante y después del embarazo, en el que llama a poner atención frente a la pérdida de interés en actividades que normalmente eran placenteras, así como la ausencia de reacciones emocionales ante los acontecimientos. Además, sería preciso fijarse en el horario de vigilia, que comenzaría una o dos horas previas a la rutina, gatillando un empeoramiento del humor matutino y la reducción de la efectividad en actividades psicomotoras, junto a la reducción del peso corporal.

Según los científicos, un efecto de la depresión en el embarazo se produciría a nivel hormonal.

Valeria Barahona

valebarahona@gmail.com

La depresión durante el embarazo aumentaría las probabilidades de que los niños desarrollen problemas conductuales y emocionales, según un análisis realizado por el prestigioso Imperial College de Londres.