Un calameño de 28 años, ocasionó una situación de película en el sector poniente de Calama. Escaló hasta la habitación de la pareja de su madre y lo golpeó en el rostro con un palo, luego se tiró desde cuatro metros de altura, escapó por los techos del sector y para finalizar su fuga, con la cabeza rompió un ventanal. Igual fue detenido y tuvo que ser trasladado hasta el hospital local grave, ante muchos golpes que el mismo se ocasionó en esta persecución.
Los hechos se desarrollaron en calle Escocia, cuando este individuo de 28 años llegó hasta la vivienda de la pareja de su madre y escaló hasta el segundo piso. Ahí se provocó su primera lesión, ya que con el puño quebró la ventana para ingresar a la habitación.
Con un palo, golpeó reiteradamente en el rostro a la pareja de su madre, sin medir consecuencias. Luego de esto, se provocó una nueva lesión, cuando desde la altura de 4 metros se tiró al vacío hasta el patio del vecino. En ese momento llegó Carabineros y al ver presencia policial se dio a la fuga por los techos del barrio. Fueron varias horas de persecución, en que el individuo corrió por varios sectores con la intención de perder a los uniformados.
Al pasar los minutos, se provocó una tercera lesión y esta vez fue con el afán de escapar, rompió con su cabeza el ventanal de una vivienda para ingresar.
Quedó con su rostro cubierto de sangre cuando en calle Frankfurt fue alcanzado por Carabineros. Luego de esta interminable fuga, el sujeto evidenciaba signos de estar descompensado, algo que no evitó que pusiera gran resistencia al ser apresado.
Una vez en el servicio de Urgencias, se le constató lesiones, quedando hospitalizado al quedar grave por las heridas de diversa consideración. La que más preocupa, es el golpe en la cabeza, las múltiples contusiones en el cuerpo y la fractura de algunos dientes.
Por su parte, la pareja de su madre de 54 años también tuvo que ser trasladado al Servicio de Urgencias, ya que terminó con una grave lesión en su rostro, producto de los reiterados golpes con un objeto contundente que recibió.
En este caso, hay una segunda víctima, que sería el calameño de 61 años que sufrió el quiebre de su ventanal. Este calameño no tuvo lesiones, pero si pasó un gran susto por finalizar ahí la fuga de una situación que nada tenía que ver.
Hasta que se recupera, se extiende la formalización de este individuo que no le bastó solo escapar, si no que quedó gravemente herido.
El agresor tenía 46 causas
Este calameño de 28 años, era conocido por los uniformados y por el sector, ya que posee un amplio prontuario policial. Al revisar, se dieron cuenta que en su hoja de vida mantiene nada menos que 46 delitos y algunas causas de detención pendientes.