Pablo Orellana G.
Tras el anuncio de la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados de revisar las 81 indicaciones al proyecto que despenaliza el autocultivo de marihuana, en Calama la Fundación Daya también se encuentra esperanzada en torno a lo que podría ser un significativo avance en esta materia.
Debido a que el Ejecutivo no calificó la iniciativa con ningún tipo de urgencia, la revisión de estos puntos se extendería por al menos dos sesiones antes de pasar a la Sala de la Cámara, o a la Comisión de Hacienda, según corresponda. Así según lo acordado por los parlamentarios al inicio de la reunión, los ministros de Salud y Secretaría General de Gobierno podrán defender cada una de las indicaciones presentadas.
La Comisión de Salud de la Cámara de Diputados alcanzó a votar el pasado martes sólo tres de las 81 indicaciones sobre el proyecto que busca despenalizar el autocultivo y uso de cannabis en el país, lo que introduciría modificaciones significativas a la actual Ley 20.000 de drogas.
"Es interesante lo que podría ocurrir y sobre lo cual hay bastantes expectativas en torno a esta revisión, pues abre una nueva mirada sobre el autocultivo, más cuando Calama la primera de veinte comunas del país que inició o más bien fue la primera en impulsar el uso de la cannabis como sustancia terapéutica a nivel país", explicó Antonio Reiter, representante de la Fundación Daya en Calama.
Las palabras de Reiter son la expectativa que maneja la fundación en torno a lo que se han propuesto quienes han bregado porque la cannabis comience a dejar de ser 'ilegal' en el país y "se comience a generar un nuevo paradigma en torno a su uso y propiedades. Esta es una oportunidad tremenda para debatirlo abiertamente, sin tabúes, ni tampoco con estrechez de miradas", agregó el representante de Daya en El Loa.
énfasis
Una de las revisiones que Reiter espera que se hagan se refiera "a la cantidad de porte y de cultivo propuestas. Que no se imponga un límite en el número de plantas a cultivar, esto porque Chile presenta una amplia y diversa geografía de territorio, y lo que acá puede costar mucho cultivar dadas las características desérticas, una limitante en su cultivo mermaría esta, sobre todo para un paciente que necesita de tenerla y con usos medicinales y que con seis plantas no alcanza a cubrir la cantidad que necesita para un tratamiento crónico", ejemplificó.
Según datos de la Fundación Daya anualmente y bajo la autorización y control de las autoridades se cultivan cerca de mil kilos de cannabis para uso medicinal. "Por tal razón es que también esperamos que la despenalización de la marihuana no imponga empresas o productores que lucren con la posibilidad de que cada ciudadano tenga un mayor acceso a la cannabis. Esto a la larga perjudicaría a quienes la utilicen porque podría generar altos costos para pacientes y usuarios", agregó Antonio Reiter como otro de los énfasis que esperan tenga esta revisión por parte de la Comisión de Salud de la Cámara Baja.
De acuerdo a lo informado por Antonio Reiter, "nuestra fundación produce a un dólar el gramo de cannabis, por lo que tememos que la revisión a las 81 indicaciones no considere también que dentro de la despenalización, la producción pase a manos de privados o de grandes empresas que terminen lucrando con una posibilidad de que la población pueda cultivar su propia medicina lo cual sería muy injusto", recalcó.
Polémicas
La revisión de las 81 indicaciones por parte de la Comisión de Salud de la Cámara Baja tiene algunas polémicas que han sido manifestadas y debatidas en su análisis. Dentro de estas cuentan por ejemplo la creación de un narcotest, y que dote a la autoridad fiscalizadora de la posibilidad -al igual que el alcotest- por ejemplo.
Otra tienen relación con proponer sanciones al tráfico en el caso de menores de edad. Esta podría tener multas de 40 a 400 UTM, las que pasarían de 50 a 1000 UTM. Y en el caso de las penas estas podrían fluctuar del presidio menor en sus grados medio a máximo.
Otra de las polémica a analizar es la entrega de licencias para el autocultivo. Se propone que éstas se hagan cargo de la siembra, cultivo, cosecha, industrialización, almacenamiento, traslado y comercialización de la cannabis para uso medicinal, recreacional y fines de investigación científica, lo que desde la Fundación Daya consideran una injusticia.
También, y punto especial de análisis, es que el Ministerio de Salud (Minsal), destine recursos, financie programas de cultivo y que tengan como destino el abastecimiento de hospitales, centros asistenciales e instituciones pública y privadas sin fines de lucro para tratamientos médicos o fines científicos y de investigación.
"El debate abierto que presenta es muy interesante. Hoy existen personas adultas, mayores que crecieron condenando a la marihuana y con el correr de los años con más información acerca de las bondades y también aplicaciones que la cannabis tiene han sido las primeras en verla como una alternativa para usos medicinal, y eso da cuenta del cambio del paradigma que se ha producido", agrega Reiter.
Las esperanzas del Daya en El Loa se basan en que "hoy las autoridades ya no desconocen ni satanizan a la cannabis, la discusión está abierta y la revisión de estas 81 indicaciones le pueden entregar al país la posibilidad de explorar nuevas posibilidades médicas a la marihuana, la que dejó de ser un tabú, y tiene hoy muchas ventajas. Ojalá este debate sea el inicio de un avance en el tema del autocultivo, que no se limite la posibilidad de quien la necesite la pueda tener en casa", cerró Reiter.
1 dólar es el costo por gramo de marihuana según la Fundación Daya. Este está muy por debajo de lo que suponen podría ser si empresas o privados reciben licencias exclusivas para la producción y abastecimiento de cannabis a la población local.
81 indicaciones son las que deberá analizar la Comisión de Salud que evalúa y también propone la despenalización de la cannabis en Chile. De éstas sólo tres fueron aprobadas el pasado martes y la próxima semana serán revisadas las restantes.
1.000 kilos anuales de marihuana son producidos por la Fundación Daya para uso medicinal y de uso para paciente crónicos. Desde la entidad subrayaron que restringir la cantidad de plantas a cultivar también es una merma a su distribución.