"No deberíamos tener incrementos de demanda ni de oferta dramáticos de cobre"
Por efecto de la caída del cobre, la minería bajó su aporte al Producto Interno Bruto (PIB) del 16% al 7,8% en el periodo 2011-2016. Esto en términos efectivos significa un recorte de US$34 mil millones a US$21 mil millones en el indicador de producción nacional.
El presidente ejecutivo del Consejo Minero, Joaquín Villarino, quien visitó la región, no ocultó su preocupación por estas cifras, incluso usó el apelativo de 'dramático' en términos geoeconómicos, no sólo por su aporte al desarrollo nacional, sino que por su fuerte impacto que tiene en las regiones mineras como Antofagasta y Atacama, principalmente.
Proyectos
El directivo puso el ejemplo de la región de Atacama, que tenía una carpeta de proyectos mineros sobre los US$30 mil millones, pero "ahora es una zona apagada, con una actividad comercial en decadencia y una sostenida desaceleración económica".
Además precisó que el 50% del PIB de la región de Antofagasta está ligado directamente a la minería, por lo que estas cifras mantienen preocupado a todo el sector, ya que los efectos económicos vienen acompañados de problemas sociales importantes.
¿Cómo analizan la evolución que tendrá el mercado minero post baja del cobre?
-Creo que en general la visión es complicada. Venimos saliendo de años extremadamente buenos para la industria y los dos últimos hemos tenido un descenso en el precio de los minerales y específicamente en el cobre. Esto ha implicado ajuste severos en dotaciones, reestructuraciones importantes en los grupos empresariales, hemos tenido la disminución en un 10% de empleos directos en la industria minera. Pasamos por un momento complejo y duro. Ahora la minería ha sido responsable, ha hecho ajustes a veces dolorosos, revisar sus procesos e impulsar la innovación. Además el cobre parece que ya estabilizó su precio y no deberían haber caídas dramáticas en adelante.
¿Cuál es el escenario que espera la industria ya hablando para el 2017 y 2018?
-Los datos de los centros de estudios internacionales y de Cochilco, hacen pensar que el precio del cobre estaría dentro de los rangos que tenemos en estos momentos. No deberíamos tener más de US$2,2 la libra.
Esos son los datos sobre los cuales existe un cierto consenso. No deberíamos tener incrementos de demanda ni de oferta dramáticos de cobre. Chile debería seguir con una producción cercana de 5,8 millones de toneladas, lo que ha estado produciendo en los últimos años. El 2018 podríamos tener novedades, podría desajustarse la oferta y demanda, pero el 2016 está ya jugado, el 2017 seguiría igual, pero en el 2018 (en el segundo semestre ) o 2019 debería existir un repunte importante, según los expertos.
Factores
¿Qué factores podrían hacer repuntar los valores actuales del metal rojo?
-Todos los cambios en el precio del cobre obedecen a dos factores. China, que parece haberse estabilizado y eso nos da un respiro y una cierta confianza. Si China logra repuntar, si India hace lo mismo, que viene demandando más cobre chileno, y las cifras de Estados Unidos están siendo consistentes. Por ello quizás podríamos ver un repunte para el 2018, pero hay factores políticos internacionales muy cambiantes, muy líquidos. No caben dudas que el Brexit, la posible elección de Donald Trump o de Hillary Clinton, y la misma situación de China. Hay una serie de análisis que podrían hacer caer todas las expectativas.
Otro dato preocupante es la baja de la minería en el PIB…
-Esto se debe a la baja del precio del cobre e incremento de costos. Las mineras han subido sus costos operacionales, pero desde hace dos años que vienen estabilizando estos indicadores.
Como gremio cómo analizan la capitalización de Codelco. ¿Están de acuerdo con eliminar la Ley Reservada del Cobre que financia a las Fuerzas Armadas?
-Esto está muy claro por quienes tienen a cargo la administración de la minera estatal. Codelco necesita un financiamiento estable. Y de allí que a nivel nacional se abrió el debate por la Ley Reservada del Cobre, ya que la estatal requiere de un financiamiento a largo plazo, que trascienda los gobiernos de turno. El Consejo Minero no tiene una opinión sobre la Ley Reservada del Cobre, porque es una decisión de la empresa, y nosotros somos muy respetuosos de su determinación.
Lo que pasa es que si a Codelco la va bien, le va bien a todo el país. Por ello las decisiones no deberían tomarse en épocas electorales. Hay que esperar que el Gobierno medite, cavile, y el poder legislativo tenga la altura de mira. Nuestra labor pasa por 'poner paños fríos' al debate y así dar otra visión sobre un tema tan transcendental, porque Codelco al final es el Fisco de Chile.
El tema contaminación ronda siempre a la industria minera. ¿Están pidiendo menos celo en los proyectos debido a los problemas por la baja del cobre?
-Si yo tuviera que calificar cómo la industria toma el tema ambiental, diría que es de mucho esfuerzo por ponerse al día. Hay una alta preocupación y las empresas han invertido fuertes sumas desde el origen de los proyectos para tener todos 'sus papeles en orden'. El gobierno ha hecho un esfuerzo, sobre todo en la comisión para reformar el SIA, ha liderado la modernización para cumplir ciertos estándares internacionales y salirnos un poco de una discusión que parece una guerrilla, con muchos frentes. Es necesario modernizar el aparato público, con más fiscalizadores, pero hay avances en la materia que vienen desde hace años.