Redacción
Actualmente hay cerca de diez recursos de protección interpuestos a nivel nacional en contra de la aplicación de la vacuna que previene el virus del Papiloma Humano, causante del cáncer cervicouterino. En San Miguel y Talca la corte de Apelaciones le dio el favor a los padres que se negaron a que sus hijas fueran inmunizadas y en Arica el fallo fue contrario, rechazando el recurso de protección presentado.
La vacuna contra este virus, que se contagia por transmisión sexual, tiene cerca de 15 años en Chile pero desde 2014 forma parte del calendario de vacunación nacional, enfocado en niñas de cuarto y quinto básico, aunque se amplió su cobertura hasta octavo.
Según datos del ministerio de Salud, este año ya van más de 233 mil niñas vacunadas y desde 2014 la cifra supera las 700 mil, teniendo cada año una tasa de rechazo que bordea el 5%. Asimismo, plantean que no existen casos documentados de efectos negativos sobre las menores.
A pesar de esto último, a nivel país se han organizado entidades en contra de esta vacuna que apelan a que sí tendría efectos negativos y en algunos casos complicaciones severas en las menores, de ahí que se ha recurrido a la justicia.
Según el calendario para niñas entre cuarto y octavo básico la aplicación de la vacuna es de dos dosis, mientras que en mayores es de tres, siendo suministradas en un menor período entre cada una.
Calama
En la comuna, la Atención Primaria de Salud es la encargada de la vacunación de las menores, tanto de los establecimientos municipales, como particulares subvencionados y privados. A septiembre la tasa de aceptación llegaba al 64%.
La matrona de Cesfam Central, Mabel Díaz, quien ha trabajado en este proceso y ha realizado charlas a los apoderados, explicó que "por estar en el calendario de vacunación los padres no deberían tener la opción de decir que no, pero como ha causado tanto revuelo se les da la posibilidad de rechazarlo, pero en Chile no se han visto casos como en otros países, en los que se ocupa otra vacuna y de otra marca".
En este último ámbito, la enfermera y encargada del vacunatorio del mismo centro de salud, Isabel Cautín, agregó que "la vacuna no tiene ningún componente que puede causar una reacción adversa o inesperada".
Detalló que como la mayoría de las vacunas, trae el virus o bacteria, en este caso el del Papiloma Humano atenuado, es decir, inactivo y se activa cuando "lo administro, pasa al sistema inmunosupresor, donde el cuerpo lo reconoce y cuando esté expuesto a este virus lo atacará o contrarrestará. Como toda vacuna sí puede tener una reacción, porque todos los organismos son diferentes", pero enfatizó las consecuencias son iguales a cualquier dosis de inmunización que se aplican.
Comentó que cada vez que acuden a un establecimiento a vacunar a las niñas, van acompañados de un equipo de reacción adversa, quienes están capacitados por si "existe una reacción alérgica, estrés respiratorio y se actúa en el momento, con indicación médica. Además se debe informar el problema, dar indicaciones y si es necesario hacer un seguimiento".
Ante esto, dijo que en los tres años que se lleva aplicando esta vacuna en Calama "nadie ha presentado una reacción adversa y nos ha tocado en charlas escuchar a mamás diciendo que sus hijas presentaron ciertas cosas, pero finalmente no informan de manera formal para hacer la investigación correspondiente".
Cautín argumentó que los padres que se están informando por Facebook, Youtube o Google no están ayudando. "Trabajamos a nivel ministerial, desde donde nos notifican constantemente y hasta el momento no hay evidencia y los casos que se han seguido no han llegado al consenso que haya sucedido algo por administrarse la vacuna", agregó.
Opción No
Efectivamente, en Calama los padres tuvieron la opción de aceptar o rechazar la vacuna, no se consideró su carácter de obligatorio.
En este contexto, Mabel Díaz contó que apoderados que decidieron decir no en campañas anteriores, la solicitaron este año, pues de lo contrario "están condenando a sus hijas, teniendo una opción gratis para darles una oportunidad".
Precisó que con esta vacuna no "decimos que nunca le dará cáncer, porque sería mentira, pero sí bajará su riesgo en caso de estar expuesta a este virus, será más tratable y no avanzará más rápido. La que no tenga la vacuna vivirá un proceso más rápido".
Agregó que esta medida también se suma a que en el futuro las niñas sean responsables sexualmente, no exponiéndose a muchas parejas porque es un riesgo inminente, además de asumir una vida saludable y activa.
Dijo que la aplicación de esta vacuna no sólo lleva a prevenir una enfermedad, sino que los padres comiencen a hablar de las relaciones sexuales con sus hijas.
"Es necesario que los adultos hablen con sus hijos, no sólo del embarazo, sino también de las enfermedades de transmisión sexual, que es un tema importante. Yo leí el libro de las preguntas que ha causado controversia y son las mismas preguntas que nos hacen los adolescentes en Calama, porque necesitan estar informados", afirmó.
En otro ámbito, Cautín precisó que existe una contradicción en la comunidad, pues "se hicieron marchas para que fuera gratuita, porque sólo las personas con dinero podían pagarla y ahora reclaman porque está en el calendario. Pasa lo mismo con la influenza, primero nadie se quería vacunar y cuando comenzaron las muertes se nos terminaron todas las dosis. Por qué la ciudadanía tiene que esperar que pasen situaciones lamentables para reaccionar".
Afirmó que los resultados de esta vacuna no son inmediatos, sino en diez o más años, cuando se haga un estudio que demuestre que las tasas de VPH y cáncer cervicouterino han bajado "y recién nos van a creer, pero ya será tarde para sus hijas".
"Nos ha tocado en charlas escuchar a mamás diciendo que sus hijas presentaron una ciertas cosas, pero finalmente no informan de manera formal".
Isabel Cautín, Enfermera"