Pablo Orellana G.

El estrés o quizás una mala decisión frente al volante llevó a dos conductores a enfrentarse , en un comienzo de manera verbal, para luego dar paso al descontrol de los protagonistas de esta historia, quienes se trenzaron en una pelea que al final los llevó a agredirse mutuamente en calle Vicuña Mackenna en su intersección con Vivar.

Según antecedentes policiales ambos conductores habrían mantenido una discusión, la que se trasladó desde sus respectivos vehículos hasta que decidieron bajarse para enfrentarse en una pelea que rápidamente cruzó la línea de la tolerancia, para trasladarse al de la agresión física.

Patrullaje

De acuerdo al informe hecho por Carabineros, los dos protagonistas de esta pelea (de 39 y 23 años), se enfrentaron a golpes para zanjar su disputa. De hecho fueron sorprendidos por efectivos policiales mientras realizaban un patrullaje por el sector.

Al llegar y sosegar los ya caldeados ánimos, y ante la evidencia de agresión física mutua, Carabineros detuvo al mayor de éstos, luego de que los dos constataran lesiones en el hospital Carlos Cisternas de Calama, cuyo resultado arrojó que el primero de los iracundos conductores sufriera heridas leves.

El segundo en tanto reportó fractura nasal -lesión grave- y una serie de magulladuras en sus extremidades debido al castigo recibido en plena calle y a eso de las 13.45 horas, ante lo que relataron testigos fue "un triste espectáculo entre los dos adultos".

Antecedentes

Al hecho negativo que ambos 'púgiles' protagonizaron en pleno centro, el cual sólo fue detenido por la acción de Carabineros, los efectivos policiales constataron que el mayor de éstos -y quien quedó detenido por las lesiones provocadas a su contendiente- mantenía antecedentes policiales previos, pero sin órdenes de detención vigentes emanadas desde algún tribunal.

Un aspecto que llamó la atención del personal policial aprehensor fue el hecho de que ambos conductores, hayan precisamente llevado su reprochable actuar a la calle, donde a vista de transeúntes y comerciantes no tuvieran problema alguno en 'resolver' sus diferencias a través de la violencia y de las agresiones físicas, dando un mal ejemplo a los testigos de este bochornoso hecho.

Ladrones ingresaron a la escuela Diferencial F-33 y se llevaron de ese establecimiento ubicado en la avenida Chorrillos cerca de diez millones de pesos en distintas especies que son utilizadas a diario para el trabajo especializado que realiza el plantel docente y de apoyo a los menores que ahí asisten.

Los delincuentes, quienes ingresaron al recinto saltando los muros del establecimiento, sustrajeron siete aparatos notebooks, más dos televisores plasmas, sierras y materiales para el apoyo didáctico en la ejecución de las clases que reciben los alumnos que allí se educan.

Este hecho golpea duro al establecimiento que educa y entrega valiosas herramientas para el desarrollo de alumnos que en este establecimiento encuentran un gran soporte para hacer frente a la vida diaria, así también entrega un enorme soporte a los familiares, padres y apoderados de los menores que educa la escuela Diferencial F-33.

Este hecho está siendo investigado por Carabineros, a quienes acudió personal del establecimiento tras constatar el robo que no sólo merma las instalaciones del recinto educativo, sino que además vulnera un espacio para la educación diferencial en Calama, y que ha sido ampliamente reconocido por la comunidad loína.

Consultados algunos apoderados y docentes sobre este lamentable hecho, coinciden en que este hecho es un golpe al trabajo que necesitan niñas y niños del establecimiento, sobre todo porque altera la programación y merma la posibilidad de trabajar con los elementos sustraídos desde ese recinto.

Un millonario robo afectó a una empresa de insumos mineros, la cual fue vulnerada por desconocidos que accedieron al recinto para llevarse con ellos una gran cantidad de elementos que fueron avaluados en cerca de los dos millones de pesos.

Entre las cosas robadas los delincuentes se llevaron mil 300 guantes de protección industrial, más 150 filtros utilizados necesariamente para quienes laboran en la minería industrial en distintos yacimientos ubicados en la provincia.

A través de un forado los antisociales ingresaron al lugar y se dieron maña de registrarlo, activando una de las alarmas que fue advertida por los administradores y personal que labora en la sucursal vulnerada, ubicada en avenida Balmaceda.

De acuerdo a información policial, la alarma activada permitió que los trabajadores y personal administrativo de la empresa afectada diese aviso a Carabineros, siendo éstos últimos quienes se desplazaron hasta el lugar y realizar las diligencias correspondientes y para levantar evidencia necesaria para la investigación de este robo.

Haciendo uso de material apto para la vulneración de los muros del recinto, los delincuentes no lograron llevarse dinero en efectivo y tampoco otros materiales que allí se ofertan como insumos para empresas de seguridad y de otros servicios mineros.

Los responsables de este hecho son buscados por Carabineros, así también la gran cantidad de especies que lograron sustraer desde el recinto quienes perpetraron este audaz robo.

Un peatón de 24 años de edad, logró detener a quien momentos antes no sólo lo había asaltado, sino que además le había propinado un corte en su mano derecha para quedarse con su celular.

Según relató el afectado a Carabineros, se dirigía a su casa por calle Punta Arenas, cuando fue interceptado por el delincuente de 24 años, quien lo amenazó y lo agredió llevándose su aparato móvil.

Sin perderlo de vista ni desesperarse, el joven víctima de este robo con violencia lo siguió y con e apoyo de otros transeúntes dio aviso a Carabineros de lo ocurrido.

Minutos más tarde y previo a la llegada de los efectivos policiales, logró reducirlo y retenerlo hasta que Carabineros se constituyó en el lugar para trasladar al joven delincuente hasta la unidad y realizar el procedimiento correspondiente.

El detenido no registra antecedentes policiales previos y el juez de turno dispuso que debiera pasar a control de identidad ante el Juzgado de Garantía local.