Ricardo Pinto Neira

Otra vez las voces divergentes se toman la directiva del club minero. Porque si hace una semana, el presidente de la comisión de fútbol, Walter Aguilera había sido tajante al decir que "si este cuerpo técnico no gana los tres partidos que le quedan en casa ya no hay nada más que hablar", tras la derrota salió a dar su versión el vicepresidente naranja Duncan Araya quien decidió darle respaldo a César Bravo aduciendo a que "no vamos a cometer un error con é y va a seguir trabajando tranquilo hasta diciembre".

Es cierto que efectivamente, hoy el directorio tiene al menos tres posturas. Una que está por sacar al entrenador de la banca loína ya. Otra que quiere revisar su situación a fin de año y buscar una alternativa y una tercera, que piensa en que es el momento de dejar terminar el proceso y sanear el club en la primera parte de 2017.

Pero faltaba una voz importante, la del timonel del club, Gerardo Mella, quien en diálogo con Radio María Reina afirmó que "estoy desilusionado de la campaña, del rendimiento que han tenido los jugadores y el técnico. No de ellos como personas, eso no está en discusión pero sí de lo que nos han entregado. Porque armamos un equipo competitivo sabiendo que por el mal momento del club en lo económico, al menos podíamos apostar a tener alegrías en lo deportivo. Pero esto de hoy es un total fracaso".

Mella reconoció que al club ya han llegado currículums de otros entrenadores y que a nivel de directorio ya sondean algunos nombres porque "no podemos actuar con el día a día, hay que estar preparados para lo que viene. Pero hay gran decepción porque nadie pensó que íbamos a estar haciendo la peor campaña en la historia del club. Creíamos que íbamos a estar peleando".

Y da su punto de vista sobre la continuidad de César Bravo en la banca naranja. "La evaluación que se ha hecho de su trabajo es mala, pésima porque lamentablemente, en el fútbol lo que importa son los resultados. En lo personal, creo que si no gana en el próximo partido con La Calera debería haber un gesto de su parte y poner el cargo a disposición".

Finalmente, el cabecilla del directorio minero aclara que "la situación económica es mala y tenemos que sumarle esta pésima campaña deportiva que viene a echar por tierra lo que este directorio ha hecho. Acá hay directores que se han metido la mano al bolsillo, que han gestionado dineros para pagarle a un grupo de jugadores por sobre los mismos trabajadores del club y su rendimiento no es el que esperábamos. Eso me tiene muy molesto con ellos".

Cuando finalizó el partido ante La Serena, Vanderson Gomes caminaba por avenida Matta rumbo a su domicilio, al lado del estadio municipal, junto a su familia. Y en ese corto trayecto, tuvo que ver con amargura cómo los hinchas pasaban en sus autos y descargaban su frustración con él. Sólo agachó la cabeza y no contestó.

El lateral zurdo, que llegó como una de las apuestas de Carlos "Chifi" Rojas y en la fatídica noche del sábado tuvo que entrar desde el banco tras ser relagado por un nuevo y controvertido sistema defensivo, asumió que no alcanzó con el esfuerzo de final de partido, con su inyección futbolística, además del aporte de José Pablo Monreal e Ignacio Jara.

"Jugamos mal, porque si te ganan dos a cero cuando te llegan tres veces, quiere decir que no lo hiciste bien. Estamos muy amargados, tristes y sabemos que si bien hay partidos que antes perdíamos o empatábamos mereciendo ganarlos, esta vez no nos vimos bien".

Vandinho es rotundo al confidenciar que "hay que revisarse, lo más seguro es que planteamos mal los partidos, porque los equipos nos están conociendo la forma de jugar y nosotros no sabemos cerrar los encuentros cuando vamos ganando. Hay que ser más pragmáticos, meter gente atrás si vamos ganando, ser más inteligentes. Fallamos en eso".

El defensor lamenta el momento del equipo. "Acá estamos todos afectados, nuestras familias también. La presión ahora es demasiado grande, porque se está cuestionando todo y sabemos que si no ganamos los partidos que vienen, se va a poner peor. Hay que asumirlo y tratar de salir de esto cuanto antes", dijo.

Ricardo Pinto Neira

Fue uno de los fichajes más traumáticos del actual plantel, por decirlo de alguna manera. Porque después de ser desechado por cuerpos técnicos anteriores, el uruguayo Ángel Santiago Barboza volvió en calidad de préstamo a Uruguay y jugó en Atenas hasta que su vínculo con los loínos lo obligó a retornar. Y a principio de semestre, el ex entrenador minero Carlos Rojas decidió dejarlo en el equipo apelando a que sería un aporte en la delantera.

De eso pasaron cuatro meses y el charrúa -que concluye su vínculo con Cobreloa en diciembre de este año- jugó con suerte 30 minutos en tres intervenciones donde lo hicieron ingresar en la parte final de partidos contra Antofagasta, Colo Colo por Copa Chile y Deportes Valdivia por el ascenso. Poco para que un jugador que viene desde el extranjero se pueda mostrar.

"Jugué apenas media hora en todo el semestre y así es muy difícil poder aportar. Hubiese querido que me dieran más oportunidades, porque trabajo fuerte y trato de estar siempre disponible, pero no es una decisión que pueda definir yo. No me puedo poner en el equipo, porque para eso está el técnico", dice con tono de evidente amargura.

¿Y ya pensaste en el futuro si tu contrato termina ahora a fin de año?

No me corresponde ver eso, porque es el representante quien se sienta a conversar con el club. Pero es claro que si no he jugado, lo seguro es que el club no me quiera renovar y yo tampoco voy a querer estar en un lugar donde no me van a dar la oportunidad de jugar.

¿Qué le dijo el DT? ¿Hay alguna razón para tenerlo casi "cortado"?

Decisión técnica y es quien decide. Pero claro que en estos momentos, en que el equipo está complicado, me dan ganas de estar, me comen los pies por entrar, por tratar de hacer lo mío y ayudarle al grupo a salir de este momento de mierda que estamos pasando todos.

¿Por qué este equipo no ha podido conseguir los resultados?

Es difícil... Todos nos preguntamos lo mismo, porque acá hay jugadores de calidad y en los entrenamientos siempre trabajamos muy fuerte. Debe ser un tema de la ansiedad, de la presión de tener que ganar con esta camiseta que es de club grande y entonces, los demás equipos aprovechan eso para meterse atrás y complicarnos los partidos. Somos todos responsables.

¿Te gustaría quedarte y tener una revancha?

A eso vine, porque con el club me tocó descender y quería aportar para que se retornara a la división en que Cobreloa tiene que estar. Pero lamentablemente, es difícil que pueda seguir si acá no me dan la opción de jugar.

¿Es un retroceso haber vuelto a Cobreloa?

Cualquiera quiere estar acá. Pero me hubiese gustado jugar.