Secciones

La Gran Barrera australiana podría ser declarada patrimonio en peligro por la Unesco

E-mail Compartir

La Gran Barrera de Coral, el mayor sistema coralino del mundo situado en el noreste de Australia, corre un mayor riesgo de entrar en la lista de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) de Patrimonio en peligro, admitieron este viernes fuentes oficiales de la isla.

El gobierno de Australia, junto a las autoridades locales del estado de Queensland, envió a la Unesco el informe sobre la evolución del plan de recuperación de este espacio marino hasta 2050 aprobado el año pasado para evitar que fuera declare en peligro.

El informe señaló que de las 151 acciones previstas en los cinco primeros años se han completado 32, centradas en la gestión del impacto de puertos y el dragado, informó el ministro de Medioambiente, Josh Frydenberg, en un comunicado.

Sin embargo, el titular de la misma cartera en Queensland, Steven Miles, señaló que el último caso de blanqueo de corales, el peor registrado en la Gran Barrera, ha aumentado la probabilidad de que la Unesco la incluya en la lista roja.

"Por supuesto, desde que hemos tenido este catastrófico evento de blanqueo al que se suma el fracaso en aprobar las leyes para reducir la tala de árboles (...) estos dos elementos juntos aumentan el riesgo de que haya ese nivel de alerta", comentó Miles a la cadena ABC.

El blanqueo ha causado la muerte este año del 67% de los corales de la Gran Barrera y los expertos calculan que harán falta al menos entre 10 y 15 años para que el coral se recupere en la zona más septentrional, la más afectada.

La filial australiana del Fondo Mundial para la Conservación de la Naturaleza (WWF) puso en duda los avances señalados en el informe gubernamental y denunció el incumplimiento de medidas para mejorar la calidad del agua, como la regulación de la tala de árboles.

La salud de la Gran Barrera, que alberga 400 tipos de coral, 1,5 mil especies de peces y 4 mil variedades de moluscos, comenzó a deteriorarse en la década de 1990 por el doble impacto del calentamiento del agua del mar y el aumento de su acidez por la mayor presencia de dióxido de carbono en la atmósfera.

Descubren cómo conseguir un antídoto universal para el veneno de las serpientes

INVESTIGACIÓN. Ya se sabe cómo las neurotoxinas se esconden del sistema inmunológico y cómo se aferran a las células nerviosas.
E-mail Compartir

Cobras y mambas son grupos cada uno con varias especies de serpientes con características similares. Algunas de estas especies son endémicas de la zona subsahariana y sus picaduras son responsables de miles de muertes cada año. Existen antídotos pero por lo general funcionan como una especie específica o en el mejor de unas pocas especies.

El veneno de cobras y mambas consta de un cóctel de neurotoxinas que atacan a las células nerviosas, lo que provoca un bloqueo de la comunicación entre el sistema nervioso y los músculos. Esto provoca calambres musculares y la inmovilización parcial o total o incapacidad para respirar.

El cuerpo de las víctimas, finalmente, identifica estas sustancias tóxicas y produce anticuerpos para defenderse. Desafortunadamente, la reacción es a menudo demasiado tarde y demasiado lenta en comparación con la velocidad de la acción del veneno, que en algunos casos puede causar la muerte en minutos u horas.

Sin embargo los científicos daneses de la Universidad Técnica de Dinamarca (DTU) y de la Universidad de Copenhague han descubierto nuevos mecanismos de la acción del veneno en el cuerpo. También han encontrado un punto débil en las neurotoxinas contenidas en el veneno de las cobras y mambas.

El secreto de las serpientes

En primer lugar, el veneno sólo ataca a las células nerviosas y no a cualquier tipo de célula del cuerpo. Esta selectividad hace que sea "invisible" a los ojos del sistema inmunológico y permite al veneno propagarse por el cuerpo, hasta que llega y comienza a infectar sus células nerviosas.

Los investigadores demostraron que las neurotoxinas pueden aferrase en varios lugares de las células nerviosas, pero que todas estas neurotoxinas, sea cual sea su naturaleza, se aferran gracias a un principio activo presente en su superficie.

También descubrieron que todos los antídotos existentes para las especies de serpientes estudiadas, a pesar de su diversidad, se basan en este principio activo de las neurotoxinas para bloquear su acción.

Al centrar sus esfuerzos en identificar y seleccionar el sitio activo, los investigadores esperan desarrollar un antiveneno que se adhiera a cualquier neurotoxina serpiente.

De esta forma, podría crearse un antídoto común a todas las especies de cobras y mambas.

En un ámbito como el África subsahariana, donde el acceso a los medicamentos es a veces complejo, esto supondría tener más fácil un tratamiento adecuado para las personas picadas.

Investigadores daneses han descubierto nuevos mecanismos implicados en el ataque del sistema nervioso por el veneno de algunas especies de serpientes. Se espera que este descubrimiento sirva para desarrollar un nuevo antídoto que cubra un amplio espectro de las mordeduras de serpientes, según Science Nordic.