Agencias
Para muchos, la inteligencia artificial puede llegar a convertirse en una amenaza. Pero para el científico estadounidense de origen soviético, Alexéi Samsonovich, el desarrollo de ese tipo de tecnología es el futuro de la humanidad y una opción más segura que la ingeniería genética.
Samsonovich, tiene una mirada más optimista sobre el tema y propone la creación de robots con inteligencia artificial que puedan convertirse en aliados de los seres humanos.
Asimismo, destaca que el momento en que las máquinas actuarán como nosotros está cada vez más cerca.
"Ocurrirá tarde o temprano. Ya hemos realizado experimentos y los resultados son halagüeños. El futuro pertenece a las máquinas. Pero, ¿seremos capaces de crear una máquina que se comporte como un ser humano? ¿Heredarán las máquinas nuestros valores, nuestro espíritu, nuestros recuerdos, cultura etc?", se preguntó en entrevista con EFE.
El profesor de la Universidad George Mason (Virginia) fue reclutado por la Universidad Nacional de Investigación Nuclear (MEPhI, siglas en inglés) de Rusia para crear un software, "el actor virtual", capaz de interactuar con el hombre y, en un futuro, llegar a comprender las emociones humanas.
"Estamos hablando del futuro. Si queremos controlarlo, debemos ponernos manos a la obra. De lo contrario, llegaremos tarde. Los robots deben ser una extensión de los seres humanos", enfatizó.
Un robot inteligente
Samsonovich y su equipo se han propuesto crear en un plazo de uno o dos años un robot que sea capaz de desempeñar diferentes papeles y, en un futuro, disponer de inteligencia narrativa y emocional.
"Para ello debemos crear lo que yo llamo un actor cognitivo, creíble e inteligente (BICA por sus siglas en inglés). Este es el punto crítico del gran salto adelante que llevamos tanto tiempo esperando en inteligencia artificial", explicó el experto.
A modo de ejemplo, el ucraniano radicado en EE.UU. recuerda que un teléfono inteligente hoy ya cumple las funciones que antes realizaba "una cámara de fotos, una calculadora, una linterna, una agenda o una grabadora".
"Ahora, pensemos que la misma transición es posible a nivel de software", proyecta y destaca que las capacidades de un computador son "infinitas", a diferencia de las capacidades biológicas del cerebro humano que son "limitadas".
Así, según Samsonovich, en el futuro "tendremos un agente que será tu asistente personal, tu alumno o tu profesor". "Le harás preguntas o le encargarás una tarea y lo hará por ti de manera correcta y, además, aprenderá de ti como si fuera un estudiante. No sólo debe ser amigable, sino que debe ser como un niño que pregunta o busca las respuestas en internet", agrega.
Ese "actor virtual" interpretará varios papeles, ya que "tendrá en su memoria varios personajes y escogerá el que mejor se adapte a la situación".
"La realidad es que no puedes relacionarte con el cuerpo del robot, pero sí con su carácter, que no es lo mismo", matiza.
Un paso previo
El "primer paso" en la dirección del desarrollo de ese robot inteligente será un juego de computador "en el que uno de los personajes debe ser salvado por otro", lo que permitirá al hombre y al actor virtual entablar una relación emocional.
"Yo lo que quiero es alcanzar una situación en la que los jugadores salven al actor virtual sin saber quién es, simplemente por su comportamiento y la confianza que les despierta. Eso requerirá cierto nivel de inteligencia, debe comportarse como un hombre y ser apreciado por otros", destaca.
Si el jugador "es incapaz de distinguir al robot del ser humano en el mundo virtual, entonces habremos conseguido recrear la inteligencia artificial", aunque a un nivel limitado, precisa Samsonovich.
Inteligencia expresada en ecuaciones
La inteligencia emocional y la narrativa son objetivos clave para Samsonovich, que considera que las emociones humanas puede ser plasmadas en ecuaciones matemáticas. "Creo que la misma revolución que ocurrió con Newton puede repetirse ahora. Se habla mucho de comprender emociones, pero muy poco de procesar emociones", apunta. Y asegura que "lo primero que debe cambiar es cómo el ser humano ve a los computadores, que nunca dejarán de ser máquinas, si no cambiamos nuestra percepción".