Mujeres y niños loínos rescatan la cultura ancestral con tejidos a telar
ACTIVIDAD. El programa "En-Telar" de la Corporación de Cultura y Turismo comenzó en 2014 y este año tuvo participantes de Chiu Chiu, Lasana y Calama. Se busca dar valor a esta práctica.
El arte y trabajo del tejido a telar es una de las tradiciones más antiguas del mundo y una manifestación clara de la importancia de los habitantes de los pueblos originarios transmitiendo vida y cultura a la sociedad.
El origen de la técnica se remonta hace miles de años y hoy muchas culturas andinas aún conservan esta tradición, principalmente en las regiones rurales.
Sin embargo, con el paso del tiempo y de las generaciones, esta técnica comienza a perderse y por su invaluable valor, es que desde la Corporación de Cultura y Turismo de Calama se implementó hace ya dos años el programa "En-Telar", el que ha buscado difundir esta arista de la cultura andina.
En una primera instancia, el programa estuvo dirigido a mujeres, pero desde la institución cultural se quiso ampliar el rango, llegando también la oportunidad a niños y niñas de los pueblos del Alto Loa, quienes también fabricaron sus propios telares, siendo sus creaciones encuentros entre lo divino y lo humano, entre el pasado y el presente y por lo tanto, una estrategia pedagógica la que permitirá seguir replicándose en el tiempo.
De esta manera, esta última semana y en sencillas ceremonias, la Corporación de Cultura y Turismo certificó a cerca de 62 participantes del programa En-Telar en su formato Mujeres y Niños periodo 2016, en Chiu Chiu, Lasana y Calama, los que se suma a un total de 130 certificados desde su creación en 2014.
La directora de la corporación, Alejandra Zuleta Rodríguez, destacó el programa argumentando que "desde el En-Telar nuestros niños y mujeres tejen hacia su pasado, se re valora y conserva su identidad y patrimonio, encontrándose, recuperando las técnicas, materiales, diseño y lenguaje textil de origen ancestral que potencian y valoran nuestra condición multicultural".
"Valoramos la mirada puesta de mujeres, niños, niñas y sus familias y a los grandes maestros-profesores de estos colegios, por el trabajo que desarrollan para conservar la cultura andina, el conocer al otro y porque de ese modo es posible extender los brazos de la corporación a las comunidades del Alto Loa y al resto de las mujeres participantes, esperando que vengan otras etapas en el 2017", agregó Zuleta.
Tejiendo historia y cultura
Fueron muchas tardes en las que mujeres de distintas edades y procedencia se reunieron en el salón cultural del parque El Loa, para que, de la mano de su instructor Rubén Concha, fueran conociendo la historia, los secretos y la bella técnica del telar.
Entre conversaciones y risas, todas fueron afianzando un fuerte lazo y ya finalizada la etapa, la nostalgia también sale a la luz, pues estos encuentros se transformaron en importante parte de una nueva rutina.
Los participantes han agradecido esta intervención que ha reposicionado una de las actividades más relevantes ancestralmente, tal como destacó Adela Gómez, participante del programa, quien comentó que "fue una linda experiencia. Este año me propuse entrar al taller, fui constante, la experiencia con el profesor fue algo que no esperaba. Tengo orígenes étnicos y quería seguir este proceso porque lo había visto en mi madre y por tiempo uno olvida las raíces, pero ahora me dediqué a esto, creo haberlo hecho bien y quisiera agradecer a la corporación porque nunca había visto un trabajo como este".
Misma visión es la de Naldi Fuentes, activa participante, quien aseguró quedar muy contenta y satisfecha con la oportunidad.
"Me encantó. Me costó, sobretodo el hilado, limpiar la lana que viene en bruto, pero me gusta el teñido, la textura, todo, y el grupo es bueno, entretenido, permitiéndome también reencontrarme con personas que no veía hace muchos años", destacó.
Tradición
Los niños, en tanto, aprendieron también las diversas técnicas y etapas del tejido, el mismido y teñido de lanas, creando diversos tipos de vestimentas como bufandas y mantas, lo que fue agradecido por el cuerpo docente de los establecimientos educacionales a los que pertenecen, pues manifestaron que este trabajo tiene un valor importante tanto para sus padres y abuelos.
"Nosotros con esta iniciativa estamos muy contentos, porque los niños han podido afianzar mucho más lo que es su cultura. La escuela se ha constituido en un centro que le trasmite a ellos parte de algunas tradiciones que se han ido perdiendo en el tiempo y no solamente la escuela está contenta, sino también la comunidad, sus padres, sus abuelos. Es una iniciativa preciosa que nos reúne y nos permite trabajar de manera grupal", dijo Margarita Jaque, profesora de la escuela Pukará de Lasana.
En tanto, desde la escuela San Francisco de Chiu Chiu, el director Edmont Jure destacó el valioso aporte que realizó En-Telar Niños en cuanto a seguir potenciando la difusión de la cultura andina en sus alumnos.
"Cuando la corporación nos invitó a participar, nuestra respuesta fue siempre positiva, porque consideramos que este tipo de actividades mantiene la cultura dentro de nuestras escuelas. Cerámica, folclore, pero nos faltaba telar. Por eso cuando nos llegó al solicitud, agradecimos el gesto, y esperamos verdaderamente que se realice en 2017", comentó.
Desde sus organizadores, quienes han catalogado el proceso como muy exitoso y trascendental, se espera poder continuar con este programa, abarcando un número mayor de ciudadanos, de todas las edades, de manera que sean estos quienes a futuro puedan seguir promoviendo esta bella técnica, la que por cierto, es uno de los más importantes legados de los antepasados de esta zona y es un increíble aporte al patrimonio de la zona.