Durante estas últimas semanas diversos actores se han referido a la situación migratoria en nuestro país, con motivo de opiniones que instalaron este tema en la agenda, vinculando la llegada de migrantes con la delincuencia y, por ende, con la necesidad de mayores controles de ingreso.
Por respeto a quienes somos parte del país que recibe a los migrantes y a ellos mismos que buscan una nueva oportunidad en estas tierras, nos debemos un debate con altura de miras, más allá de los prejuicios y de la búsqueda de ventajas electorales. La buena política, la que tiene presente la dignidad de las personas y el bien común, nos obliga a abordar la situación migratoria en todas sus dimensiones, donde todas las voces puedan expresarse y ser escuchadas, con respeto.
Debemos evitar caer en la estigmatización, que genera exclusión y pobreza, afectando, en definitiva, la cohesión social necesaria para una buena vida y desarrollo de la comunidad. Piense usted en una población de Calama estigmatizada por el flagelo de la delincuencia. La gran mayoría de sus familias, son gente de esfuerzo, que dedica su vida a mejorar las condiciones de sus hijos, con respeto a la ley, pero por culpa de unos pocos que actúa al margen de ella, se ven afectados por la sospecha de estar asociados a la delincuencia. La gran mayoría de los migrantes, buscan lo mejor para sus familias, a través de su trabajo. Para la minoría que escoge otro camino, está la respuesta de nuestro estado de derecho que se aplica, sin distinción de nacionalidad.
Si miramos el cuadro completo y no solo el borde de la pintura, observaremos el aporte de los migrantes a nuestra economía, a través del trabajo que realiza la persona que lo atiende en el local comercial. El aporte a nuestra cultura, incluso al deporte como sucede hoy, donde jóvenes migrantes están participando en diferentes competiciones, en algunas de ellas, representando a nuestra propia región.
Para abordar la migración en nuestra región, integralmente, se ha creado en el Gobierno Regional un Gabinete Intercultural integrado por los Gobernadores y varios Seremis, con el objeto de ejecutar un plan de trabajo que tiene por objetivo avanzar en la interculturalidad. Para hacer efectiva la participación ciudadana, se constituirán en cada provincia consejos ciudadanos.
Víctor Flores Dañobeytía,
Seremi de Gobierno