Karen Cereceda Ramos
Hoy es el último día en el que el Colegio de Profesores de El Loa A.G. tendrá como presidenta a Águeda Rivera. Termina su gestión como dirigente y, por motivos familiares, emigra a Santiago dejando un legado por su incansable lucha en pos de dignificar la labor docente.
Rivera es una docente con una gran trayectoria en la región. Egresó a los 18 años de la Escuela Normal Superior de Antofagasta, en donde obtuvo su título de profesora de Educación Primaria Urbana. Luego de titularse, inicia su carrera profesional en el poblado salitrero de Pedro de Valdivia y luego se traslada a Antofagasta y después llega a Calama donde ejerció hasta su retiro como docente.
En el ámbito gremial, fue dirigente de distintas agrupaciones sindicales como UPECH en Pedro de Valdivia en 1963, SUTE (Sindicato Único de Trabajadores de la Educación) en Antofagasta. En 1975, junto a Jorge Pavez, fundan la AGECH (Asociación Gremial de Educadores de Chile), Luego se une al "Colegio de Profesores de Chile", en 1978.
Quienes la conocen saben que Águeda Rivera es una mujer que en su larga trayectoria debió enfrentarse valientemente a autoridades en época de dictadura, pero que nunca claudicó. Una mujer que siempre supo hacerse respetar por diferentes autoridades de distintos regímenes políticos.
A continuación su última entrevista como presidenta.
- ¿Cuáles son sus sentimientos al finalizar su labor como dirigente gremial?
- Hay un montón de sentimientos encontrados. He estado todo este tiempo recordando cosas tan diversas y de tantas cosas, preguntándome cómo se lograron, cómo se hicieron y reviviendo muchos momentos buenos que hicieron posible cosas y momentos no tan buenos también. Yo creo que puedo decir que me alejo de todas estas funciones convencida de que se hizo todo lo que se pudo, todo con mucho esfuerzo; se hizo todo lo posible para avanzar, mejorar, unir y lograr la mayor cantidad de logros para todos los profesores de Calama.
- ¿Qué sería lo más destacado que se logró durante su gestión?
- Yo no lo resumiría en una cosa específica determinada. Creo que en cada situación hubo varias cosas que fueron destacadas desde el punto de vista del momento, por ejemplo, haber conseguido el año pasado que se entregara la titularidad a más de cien personas, casi doscientas; es un gran avance porque se solucionó una situación profunda de muchos profesores dándoles una mayor estabilidad en el trabajo. También hay cosas sencillas como el haber logrado, por ejemplo y que no tiene que ver con logros para el trabajo pero sí para la calidad, para la situación de los profesores haber transformado nuestra sede tras ser recuperada cuando terminó la dictadura, la recibimos en condiciones deplorables y hoy es un lugar más agradable y más simpático.
-¿Qué le faltó concretar?
-Creo que, lamentablemente, faltó algo muy importante que no logramos, yo personalmente he auto analizado esto y creo que las raíces son demasiado profundas y que tiene que ver con lo que está pasando a nivel nacional. No logramos que se entendiera que el profesor no es un elemento reproductor de puros buenos resultados, no logramos que se cambiara esa visión que se instaló con este modelo educativo que tenemos y que tiene que ver con el modelo neoliberal económico que hay en el país. El profesor es un ser que hay que darle los espacios para que sea un ser creativo, para que sea un ser que tome decisiones, un ser constante solidario, fraternal sino que prima la imagen de que el profesor es un ser que tiene que cumplir órdenes y funciones.
- ¿Qué mensaje le entregaría a las nuevas generaciones de docentes y dirigentes?
- Yo le diría a los profesores más jóvenes y que miran el mundo de otra manera que somos los responsables del proceso educativo y el proceso educativo es fundamental para el desarrollo de este país, somos los conductores de ese proceso educativo, tenemos una responsabilidad mayor que muchos trabajadores porque tenemos que formar seres humanos que van a ir después a desempeñarse en las diferentes profesiones, en las diferentes labores que hay para hacer andar este país.
- ¿A qué se va a dedicar ahora?
- La verdad de las cosas es que todavía no lo he pensado mucho. Este hecho se juntó con que yo personalmente me trasladé de lugar de vivienda con mi familia. Ha sido una situación no solamente de retiro de lo gremial en donde trabajé desde el año 74, también es una salida de mi lugar geográfico donde viví, donde se educaron mis hijos, donde falleció mi marido. ¿Qué voy hacer ahora?, la verdad no lo he pensado pero yo creo que soy por esencia una persona inquieta y voy a encontrar algo que de acuerdo a mis condiciones físicas y a mi edad pueda realizar. Tengo una invitación de los colegas del colegio de profesores de nivel nacional para irme a trabajar con ellos y colaborar.
- ¿Cuál sería su mensaje final?
-Yo creo que el mensaje que podría entregarles es que verdaderamente coincido con el análisis que hacen muchas personas de Calama, en el sentido que nuestra tierra no ha recibido toda la atención, el apoyo que necesita para hacer una ciudad distinta. Necesitamos que Calama sea una ciudad distinta y que aseguremos que nuestra gente mejore su calidad de vida. Yo le diría a los calameños, a las calameñas que las luchas que han dado, tienen que seguir para poder conseguir aquello.