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La impresionante marca del "Loco" Eduardo Fournier invicto por 1011 minutos.

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Era el golero del Cobreloa campeón de 1985 y su aporte fue más que significativo. Es más, Eduardo Fournier se consagró como el portero con el máximo récord de minutos sin recibir goles en la historia del club, completando 1011 en total, el que recién fue batido en la temporada 2005 por el argentino José María Buljubasich, que registró 1352 minutos sin recibir un tanto en la valla de la UC.

Fournier, superó con ello la marca de Óscar Wirth y se consagró en la historia cobreloína. Jugó en Calama entre 1981 y 1987 y fue campeón de tres torneos nacionales -80', '82, 85- y una Copa Chile -1986- con los mineros.

Récord histórico en casa:

91 partidos sin perder en Calama.
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No sólo ganó dos títulos y se metió en dos finales de Copa Libertadores. El Cobreloa de Vicente Cantatore también marcó una época en los números al anotarse varias marcas difíciles de igualar.

Como local, "los zorros del desierto" consiguieron la marca de 91 partidos sin conocer de derrotas actuando como locales entre 1980 y 1985, récord que se mantiene como el mejor de América y que a nivel mundial sólo es superado por el invicto en casa del Real Madrid con 121, Estrella de Belgrado con 96 duelos sin derrota, PSV Eindovhen con 93 y Nantes de Francia con 92.

Wirth: "Cobreloa fue el club más importante en toda mi carrera"

GOLERO HISTÓRICO. Estuvo sólo tres años en Calama pero consiguió éxitos a nivel personal y grupal que fueron irrepetibles. El "Chino" dejó una huella imborrable.
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De las tres finales de Copa Libertadores que jugó en su carrera, la de 1982 es por lejos la más ingrata que le tocó vivir a Óscar Raúl Wirth Lafuente, el recordado arquero que en los años '80 vistiera llamativas camisetas rayadas defendiendo el arco de Cobreloa. Fue en el estadio Nacional de Santiago, cuando Fernando Morena anotó el gol que le dio el título a Peñarol en el minuto '89 cuando todos esperaban que Cobreloa confirmara su sitial de mejor equipo del continente. Ese día lloró como todos.

"Había una sensación de decepción, de rabia, de pena. De saber que estuvimos tan cerca, de entender que si esa final se jugaba en Calama la ganábamos. Fue un día muy triste porque el estadio estaba lleno y todo Chile iba a ver cómo un equipo chileno se quedaba al fin con la Libertadores", comenta el ex golero que cada vez que viene a Calama en algún partido amistoso recibe el cariño de los hinchas del club.

"Es muy bonito y reconfortante saber que pese a que estuve tres años acá, uno dejó un recuerdo grande y que la gente le tiene cariño. Yo tuve la suerte de jugar en los cuatro grandes del fútbol chileno pero sin duda que Cobreloa fue el club más importante de mi carrera porque acá conseguí muchos logros en ese tiempo. Y de verdad, me tocó ser parte de uno de los mejores equipos en la historia del fútbol chileno".

Presente

Wirth sigue de cerca la realidad del equipo y si bien es cauto a la hora de opinar porque considera que "hay que estar dentro para poder hablar de qué se hace bien y qué se hace mal", tiene palabras para reflejar qué sintió cuando el elenco loíno perdió su categoría.

"No lo podía creer y si bien uno sabía que esa situación se podía dar, echabas la mente atrás y cuando estábamos nosotros pensabas que eso era imposible, si los equipos iban a perder por poco a Calama. Muchas cosas deben haberse hecho mal pero lo importante es que ese club tiene una historia, que escribimos nosotros y varias otras generaciones recordadas que pasaron por allá. Los que están ahora deben aprovechar ese legado que estará por siempre en los libros", reflexiona.

Y manda un mensaje. "La gente de Calama debe unirse. Cuando nosotros peleamos el sitial del mejor de América era porque todos remábamos para el mismo lado. Es lo que el club necesita hoy".

minutos mantuvo su valla invicta jugando por Colo Colo y Cobreloa entre el 12 de octubre del '79 y el 20 de abril de 1980. 743