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ENTREVISTA. Brit Marling, protagonista, productora y creadora de "The OA":

"Si hubiera una segunda temporada sabríamos cómo empezaría y terminaría"

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"The OA", el nuevo fenómeno de ciencia ficción de Netflix, transita sobre varias dualidades. Su protagonista, Brit Marling, es también su creadora, junto a su dupla creativa, Zal Batmanglij, con quien lleva años trabajando y que dirige la serie. Al mismo tiempo, la historia deambula entre el mundo de la ciencia y sus evidencias empíricas y el de lo espiritual y lo que no podemos explicar. Y a la vez, concilia el hecho de ser tanto un thriller como una ficción esotérica.

Desde Los Angeles, Marling, de 33 años, explica cómo fue que dio con esta historia, que comienza con el regreso a su pueblo, Crestwood, de una joven que era ciega hace siete años cuando desapareció, y que ya no lo es; y que se desarrolla en el relato que hace a un grupo de cinco desconocidos, de lo que ocurrió en ese tiempo.

- ¿Cómo diste con la idea de The OA?

-Creo que hace un par de años Zal Batmanglij y yo comenzamos a interesarnos mucho en la idea de escribir una historia de formato largo, donde pudiéramos inventar nuestra propia metodología y mundo y contar historias en ese mundo por muchas horas. En términos de la historia en sí misma, estábamos interesados en el mundo de las experiencias cercanas a la muerte y leyendo un montón a cerca de ellas. En particular este libro "Life after death", de Raymond Moody. Hicimos entrevistas a sobrevivientes a experiencias cercanas a la muerte y pensamos que sería muy interesante la idea de que alguien pudiera estar consciente en ese espacio y poder describirlo después. Y al mismo tiempo estábamos interesados en hablar de traumas y narración de historias, y cómo la narración de historias se usa para curar, a individuos grupos o culturas, de experiencias traumáticas. Y creo que convergieron esas dos ideas y de ahí los personajes y The OA surgieron desde ahí.

- Es un relato que parte desde el punto en que ciencia y espiritualidad de reúnen…

- Sí, creo que siempre hablamos de la idea que la ciencia y la espiritualidad a veces tienen la misma meta. Es gente que se pregunta sobre los más grandes misterios y cómo el mundo funciona y por qué. Y creo que usan diferentes herramientas y acercamientos. Creo que nos interesamos mucho en el hecho de que ambos parecen ir en direcciones opuestas pero finalmente se reúnen. Y el hecho de que el personaje de Hal sea una expresión de un intento por saber todo, la naturaleza de la realidad desde un acercamiento más matemático y OA y los otros empiezan su propia búsqueda en su propia forma… pienso que la historia pasa en la mitad de ambos.

La serie de ocho capítulos de larga duración que debutó en Netflix en diciembre pasado, es el más reciente de una serie de trabajos que Marling ha hecho en conjunto con Batmanglij, con quien también colaboró en las películas "Sound of My Voice" (2011) y "The East" (2013). Ambos se conocieron en la Universidad de Georgetown, donde Marling estudió economía. Juntos dieron el giro hacia el cine y desde entonces han trabajado juntos sus ideas. Como "The OA", que fue producida por Plan B, la productora de Brad Pitt.

Desde su estreno, "The OA" se ha convertido en un secreto a voces, en un fenómeno que gracias al boca a boca ha sido comparado por la prensa estadounidense con "Stranger things", la serie de Netflix que se convirtió en su estreno más exitoso de 2016.

- Empezaste a trabajar este proyecto hace varios años, ¿siempre supiste cómo seguir? Hacia dónde va…

- Sí, creo que con Zal, porque veníamos de hacer otras películas en que estábamos comenzando a pensar en un formato más extenso, era muy importante para nosotros tener todo el enigma y las respuestas del misterio resueltas desde el comienzo. A veces en las narraciones en formatos extensos, la historia se puede ir a lugares salvajes y después no ser capaz de girar sobre sí misma, porque la resolución no ha estado desde el comienzo. Y por eso para nosotros era muy importante tenerlo todo resuelto. Seríamos muy afortunados de poder continuar, porque nos encantaría llegar a ese final, pero también tratamos de lograr unas primeras ocho horas de las que estuviéramos satisfechos. Y creo que en términos de la historia en Crestwood (el puedo donde transcurre) es una historia cerrada, sobre una mujer joven aproblemada que vuelve a casa, que no puede hablar de su trauma, que conoce a este grupo que está igualmente traumatizado y comparten una experiencia de ritual de narrativa y una forma de tribu. Y los chicos reciben algo de esta historia que les permite salvar un momento crítico de terror en sus propias vidas de una forma que no hubieran podido de otra forma. En ese sentido la historia tiene una especie de cierre, pero hay un montón de otros lugares a los que nos gustaría llevarla.

- Entonces si hubiera una segunda temporada ¿sabrían exactamente a dónde llevarla?

- Sí, si hubiera una segunda temporada sabríamos cómo empezaría y cómo terminaría.

Rol protagónico

- Protagonizaste, produjiste y creaste este programa ¿Era importante para ti ser la actriz principal?

- Es divertido, porque cuando Zal y yo estábamos escribiendo creo que, aunque siempre fue mi intención interpretar este papel, cuando estábamos escribiendo creo que todos tuvimos que olvidarnos de eso, porque teníamos que dejar que la historia se sostuviera sola y no podía dejar que mi rol como actriz corrompieran la historia. Lo mantuvimos muy separado. Y recuerdo que hubo un momento en que ya habíamos terminado de escribir y estábamos en Nueva York durante la preproducción y teníamos tanto trabajo, y en un momento empecé a mirar el guión por primera vez pensando que tenía que actuarlo y sentí una suerte de terror pensando 'no hay forma en que pueda lograrlo, no hay tiempo'. Eventualmente logré agarrar el personaje, pero creo que tienes que tener un divorcio en tu mente para que la historia se cuente a sí misma como es y no interfiera ¿eso tiene sentido?

-¿Cómo crees que benefició a la historia el formato televisivo, que te permitió contarla en ocho horas?

- Sigo pensando que es impactante escribir una historia de ocho horas, el aguante que requiere es tan intenso, porque si tú haces películas independientes de una hora y media, trabajas 30 días seguidos muy duros, pero se terminan y te recuperas. En esto tuvimos un proceso muy intenso de escritura y cuando terminamos eso, con todo lo que venía después me sentí lista para colapsar. Y después vino la preproducción y después actuar y después seguía, pero la verdad es que tuvimos un equipo tan increíble y todos estaban tan dedicados a la historia, y el elenco fue increíble. Hasta cuando estábamos completamente exhaustos, alguna escena ocurría en el set que era hermoso de ver.

"A veces en las narraciones en formatos extensos, la historia se puede ir a lugares salvajes y después no ser capaz de girar sobre sí misma, porque la resolución no ha estado desde el comienzo"."