Nos cuesta dimensionar el valor e importancia del río Loa, y se refleja en la constante basura que organizaciones y agrupaciones que velan por el ambiente sacan del lecho y la ribera de este afluente que corre milagrosamente por nuestro desierto.
El fin de semana pudimos presenciar el trabajo de un colectivo de la ciudad que por cuarta vez se esmeró en limpiar este río; esta vez en el sector del puente Topáter.
Lamentablemente, en nuestro país no tomamos muy en cuenta nuestros ríos, que se convierten en el patio trasero de las ciudades, y donde vivir a orilla de ellos es como sinónimo de pobreza, salvo excepciones como el río que cruza la ciudad de Valdivia que forma parte de la belleza de su ciudad. Del resto, ni hablar.
En nuestra ciudad los operativos son constantes, y los consideramos justos, si evaluamos la trascendencia para la vida que tiene este curso de agua que viene de la cordillera y termina en el mar, pasando por el medio del desierto más árido del mundo.
Lo positivo es que cada vez más personas están tomando conciencia del valor de nuestro río sobreexplotado, y que da vida a este asentamiento minero, agrícola y de servicios llamado Calama.
Pero aún, hay muchas otras personas que siguen contaminándolo con desechos, con basura, sobreexplotándolo ilegalmente para sacarle agua a su pequeño pero fiel afluente, y otras que simplemente lo ignoran, sin percibir su valor para la vida de la zona.
Debemos continuar con estos operativos, vengan de organizaciones, del gobierno, de colegios o de entidades sociales, porque esta es la única manera que la comunidad pueda valorizar este río y aprender a protegerlo.
Cada operativo reúne a lo menos una tonelada de desechos, lo que demuestra el desprecio que tenemos hacia este río que riega las tierras fértiles, que nos provee de agua potable, que hace sobrevivir el valle en que vivimos, y que aporta al desarrollo minera de la zona.
Hoy se trabaja en poder integrar el río a la ciudad y convertirlo en un lugar de esparcimiento. El proyecto borde río ayudará en esta tarea, pero para ello es importante terminar con su contaminación. Y la limpieza es el primer paso.