Cambio climático reformula tareas preventivas de emergencia en El Loa
LLUVIAS. Durante el último periodo se registran nuevas tendencias en materia climatológica, lo que obliga a las autoridades de la zona a replantearse las medidas para evitar daños mayores.
El denominado "cambio climático", del cual todavía no existe un veredicto definitivo, junto con las emergencias vividas en el sector sur del país, abren una incipiente nueva interrogante: ¿Qué tan preparados estamos para las nuevas emergencias que surgirán durante los próximos años? (Aunque se asume que esta una tarea a mediano y largo plazo).
"El cambio climático no es un tema menor, considerar que todos estos fenómenos que nos están ocurriendo ahora, relacionados especialmente con lluvias estivales, y que van a ser más frecuentes con el correr de los años", advierte el director regional de Onemi, Ricardo Munizaga.
El experto complementó manifestando que, "se han registrado varios fenómenos de hidrometeorología que no los teníamos contemplados porque esta era una zona seca, ahora las lluvias y las nevazones nos complican mucho. Antes los máximos en los vientos llegaban a los 100 kilómetros por hora, pero ahora tenemos registros que alcanzan los 160 kph, y eso nos ha obligado a cambiar nuestras metodologías de trabajo".
Dentro de las medidas que se están tomando, que tienen una mirada de largo plazo, pero que ya tienen sus primeros resultados está el mejoramiento de la comunicación en los diversos sectores de la provincia, ya que ha sido un tema complejo de resolver durante las emergencias.
La tarea es la optimización de las comunicaciones eliminando las zonas muertas (o silentes), además de generar una coordinación de diversos estamentos como Conaf, DGA, Sernageomin, buscando una estandarización entre los involucrados para mantener informada a la comunidad, además de un trabajo a nivel informático para generar una conectividad más productiva de esta institución.
"Es que nadie ha estado indiferente a las últimas catástrofes que se han registrado en la zona, la mayoría como consecuencia de lluvias intensas en lugares donde nunca ocurrieron este tipo de fenómenos, por lo que ni las personas, ni las viviendas, ni los protocolos de emergencias estaban preparados", acentuó Munizaga.
Cambio climático
El doctor Manuel Paneque, director del laboratorio de Bioenergía y Biotecnología Ambiental de la Universidad de Chile, explicó que el calentamiento global se percibe mediante un cambio en el patrón de ocurrencia de eventos climáticos como las precipitaciones, temperaturas y en el aumento de ocurrencia de eventos extremos.
El profesional agregó que en Chile aún no se perciben como en otras partes del mundo, donde las temperaturas ya han aumentado algunos grados, "sin embargo, en Calama las temperaturas han subido levemente a diferencia de años anteriores mientras expertos señalan que de aquí a 90 años, podrían subir hasta en 4º C".
Para el director de la Onemi, la principal señal de este cambio es que la zona norte no está preparada para recibir las masivas precipitaciones que se han registrado en los últimos años, "nadie pensó que en algún momento las viviendas de la zona tenían que ser construidas para soportar una precipitación al año, pero ahora registramos tres o cuatro caídas de agua al año que se extienden por más de una hora y que nos dejan grandes estragos".
Agregó, "creo que tenemos que reconsiderar el planteamiento arquitectónico de nuestras ciudades, porque no existen techos con inclinación, aguas lluvias, estructuras con soportes de suelo, que son cosas que no estaban en nuestros planes, estamos considerando también otro tipo de emergencias como es la nieve y los vientos, porque hemos tenido situaciones complejas que no existían, por eso toda la modelación estará pensada para todos los escenarios catastróficos que se nos puedan presentar".
Desde otro punto de vista, estudios hablan de un constante avance del desierto de Atacama hacia la zona sur, a una velocidad de un kilómetro por año, cifra que Pablo Sarricolea, geógrafo también de la Universidad de Chile, aclara que no es tan fácil de determinar. "Hay muchas cifras preliminares. Hace un par de años se hablaba de 400 metros por año, pero no hay nada concreto", dice el experto.
Un análisis realizado por Sarricolea -sobre la base de los actuales datos climáticos y lo proyectado por el Panel de Expertos sobre el Cambio Climático de la ONU (IPCC, siglas en inglés) para el peor de los escenarios-, en los próximos 65 años el desierto avanza más en altitud que en latitud. Pero las condiciones semiáridas avanzan unos 400 kilómetros hacia el sur.
Sarricolea dice que el avance del desierto no sólo depende de la temperatura y las precipitaciones, sino también de la gestión de los territorios.
"Si realmente se quiere frenar el posible avance del desierto (o el paso de climas subhúmedos a semiáridos) se deben generar políticas de conservación de la biodiversidad, mejorar nuestra infraestructura de riego y evitar la pérdida de suelo y erosión de laderas", dice el experto.
Trabajo
Durante el último periodo, y tal como señalara el director de la Onemi, se han realizado diversas labores tendientes a solucionar los problemas con el aumento de las lluvias, como lo confirma el encargado de Emergencias de la Gobernación El Loa, Patricio Sandoval, quien reconoce un extenso trabajo en buscar todos los elementos que han generado algún caos dentro de la provincia, sobre todo por las potentes lluvias estivales como fuera en el caso de 2012 con el desborde del río Toconao, o el aluvión vivido en 2015 en gran parte del desierto de Atacama.
"A partir del 28 de diciembre se reunió el Comité Operativo de Emergencia de la Provincia, en el que nos preparamos a sabiendas de las posibilidades de recibir potentes lluvias estivales, se distribuyeron las tareas y por ello pasó gran parte del éxito en que las lluvias no nos afectaran tanto, pero nunca se sabe cómo va actuar la naturaleza, nosotros decidimos en torno a la evolución de los sistemas", indicó Sandoval.
Una señal de esta labor, es la que demostró el MOP, representado por su seremi César Benítez, quienes trabajaron en diversas obras para la contención de aguas lluvias, previniendo la destrucción de las carreteras y caminos, recuperando rápidamente aquellos caminos más afectados en este año.
"Aplicamos todas las medidas que nos requirió la emergencia, teníamos a todos nuestros equipos disponibles y las obras que levantamos en materia preventiva como es el caso del valle de Jere, donde hay obras destinadas a contener otra crecida del río".
"Aplicamos todas las medidas que nos requirió la emergencia, teníamos a todos nuestros equipos disponibles y las obras que levantamos en materia preventiva como es el caso del valle de Jere".
César Benítez, Seremi del MOP"
En 4° Celsius se podría han caído en Calama en lo que va del presente año, a esta fecha no se registraban precipitaciones.