Una "doglover"

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Lupe se llama la labradora que se transformó en la hija de cuatro patas de Antonia y que dormía con ella la mayoría de las noches. Ese amor por lo canes no era exclusivo por su mascota, sino que de cualquier perro que estuviera abandonado, hambriento o con cara de pena, dicen sus cercanos. Lo anterior era tanto así, que si bien Lupe duerme al interior de la casa, hay otros cuatro perros más que fueron recogidos por Antonia y que viven en el jardín de la casa de sus abuelos, en Chiguayante, donde ella vivía junto a su madre y hermana desde hace cinco años.