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Sandra Marín bordó un libro en vez de escribirlo

En resumen

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-¿Cómo llegaste al bordado?

-Anteriormente había hecho bordados a mano y me sugirieron que probara bordar la historia. Poder bordar el dibujo. Cuando el dibujo está bordado, vive, se ríe, uno lo toca, sucede algo muy especial, uno entra en lo que está pasando. Entonces hice pruebas con los bordadores de Patronato, los que hacen bordados de jockeys y logos, y les pregunté si podían hacer los dibujos. Al final siempre hay una persona que engancha, me dijo bueno y probó bordar sobre papel. Luego probamos sobre lona y ahí empezó a formarse esto.

-¿Cómo partió el libro y por qué "infinit" y no "Infinito"?

-El libro lo hice con la voluntad, se lo presenté al maestro Ching, a quien valoro mucho, y cuando lo vio dijo: "¡Mujer, pero esto es un libro otomano!", y me fui a investigar. Los libros otomanos no eran bordados, pero encontré una raíz en el Tapiz de Bayeux del siglo XI. Es una batalla bordada a mano, de 70 metros de largo por medio metro de ancho. ¿Por qué "Infinit"? Mi tío Hugo Marín, escultor y pintor, me hizo notar que si hubiese sido "infinito", se hubiera acabado. El "infinit" siempre volvía a darse la vuelta.

-¿Qué despierta en ti la figura del que borda?

-Es maravilloso el tiempo que abre el bordar; sentarse, concentrarse y estar ciento por ciento en esa labor. El tacto de la manualidad genera una concentración muy personal y rica. Pero también somos contemporáneos, así que usé las tecnologías de estos tiempos y generé una matriz para industrializar el proceso. Eso también fue hermoso, porque es la intención que tiene lo que valida las cosas. Creo que en este caso no fue necesario estar cinco años bordando el libro para que ahora exista y podamos contemplarlo.

El libro de Sandra Marín fue un trabajo que le tomó todo el 2016.

3 preguntas

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Sandra Marín estudió Diseño de Objetos y Arte y presenta así su libro objeto, "Historia del Infinit", que la hizo volver al oficio del bordado y la encuadernación: "Escuchamos que el libro está en crisis hace tiempo y que hoy estamos en la era de los libros digitales, inmateriales. Aquí presento un libro tan actual que es antiguo y material, se puede tocar y atesorar".

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"Cobain: Montage of Heck": perdonar al padre

Frances Bean, la hija de Kurt Cobain, el líder del grupo Nirvana, produce este documental que muestra las luces y sombras del suicida más célebre de los 90. Ya está en Netflix.
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Juventud, rebeldía, tragedia, otro cadáver fresco para la historia del rock. Desde su suicidio en 1994, Kurt Cobain, el líder del grupo Nirvana, ha nutrido la industria de la desgracia pop y, consecuentemente, también la del cine.

En 1998, el documentalista inglés Nick Broomfield intentó demostrar que Courtney Love lo había asesinado y armó el sensacionalista "Kurt & Courtney". Años más tarde, Gus Van Sant ("Gerry", "Elephant") usaría su figura para cerrar su trilogía sobre la muerte con "Last days" (2005).

Pero no fue hasta el 2006 que el cine abrazó verdaderamente la intimidad del célebre suicida. El documental "About a son", de AJ Schnack, rescataba una entrevista telefónica para conocer su mirada sobre la vida americana, la trascendencia, la muerte, la infancia. Exceptuando una imagen en la que lo vemos de espalda frente al público, Cobain brilla por su ausencia junto a sus canciones (no pudieron conseguir los derechos). Pero queda su voz, sus impresiones sobre el mundo que decidió abandonar.

"About a son" es un ejercicio ingenioso y conmovedor, pero aún faltaba la cinta definitiva sobre la figura del también vocalista, guitarrista y compositor de la banda grunge.

"Montage of Heck", recientemente estrenada en Netflix, viene a saldar esa deuda a través de una exploración rigurosa y alucinada por la cabeza de Cobain. No es un rockumentary típico sobre los logros y fracasos de una banda, sino que el retrato de un artista creativo y atormentado.

Si algo ha adoptado el director Brett Morgen de las redes sociales y los nuevos medios es el arte del pastiche. Con un montaje impecable, la película combina videos, entrevistas, imágenes en súper 8, fotografías y recreaciones de un par de hitos en la vida del retratado. Algunos -los más privados- son reconstruidos mediante animaciones, graficando lo imposible.

Para tratarse de la cinta oficial sobre Kurt Cobain (fue producida por su hija Frances Bean y aprobada por Courtney Love), "Montage of Heck" resulta bastante arrojada. Cuenta cómo la pareja usaba heroína durante el embarazo o sugiere que la sobredosis que Kurt tuvo en Roma tuvo como gatillante la infidelidad de su mujer.

Queda, sin embargo, la duda: ¿es la supuesta transparencia del documental un medio desesperado para parecer honesta? ¿Es "Montage of Heck" otra manipulación de Courtney? ¿La produjo Frances para entender -y perdonar- a ese padre ausente?

Lo cierto es que la cinta se hace cargo del legado de Cobain con generosidad y un hábil manejo de los recursos visuales. Y ahí están también sus canciones. Ahora suenan amplificadas, imponentes, sucias. Y nos recuerdan por qué nos gustaba tanto Nirvana, esa banda de tres tipos que sonaba como un batallón sónico.

"Montage of heck" es el retrato de un artista creativo y atormentado.

frances bean, hija de cobain.


en resumen

El estadounidense Brett Morgen, director de "Montage of Heck", está también detrás de "Crossfire Hurricane". documental sobre los Rolling Stones (2012).

Por Andrés Nazarala R

imagen documental