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En un total abandono se encuentra el memorial del pequeño Mateo Riquelme

ANIMITA. Luego del hallazgo de su cuerpo en la quebrada Quetena, un grupo de personas se organizó para construir este espacio, que hoy luce descuidado, rodeado de basura y escombros.
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María Isabel Pérez Rivera

La muerte del pequeño Mateo Riquelme a manos de su padrastro y el posterior hallazgo de su cuerpo en la quebrada Quetena a fines de 2014, motivó a un grupo de personas que en forma desinteresada y espontánea se reunió para construir una animita y recordar al niño de dos años, que estuvo casi dos semanas desaparecido antes de descubrirse su asesinato.

Hoy, este lugar de recogimiento se encuentra abandonado y ha sufrido el robo de los materiales con los que esperaban terminar su construcción.

Al respecto, la dirigenta social, Sandra Trujillo, dijo que espera poder retomar los trabajos para reconstruir y reparar este espacio que no debe ser olvidado. "En el 2015 nos surgió la inquietud de finalizar esa animita que iniciaron algunas amigas de la mamá de Mateo, que posteriormente quedó abandonada, por ello a través de las redes sociales solicitamos materiales para terminar ese espacio de recordatorio", explicó.

"Hubo mucha ayuda de parte de la comunidad, pero por temas de tiempo se dejó un poco de lado la obra. Ahora queríamos retomar, pero nos dimos cuenta de que se robaron diez cajas de cerámicas, bekrón, cemento y más de diez tambores para el agua llevada por camiones aljibes para regar las plantas", lamentó.

Hoy, la reconstrucción y reparación de este espacio que fue en algún momento un lugar de paz y meditación, espera nuevamente el apoyo de voluntarios. "Personas de mala clase han hecho uso de esas donaciones y nadie más se interesó por eso, por lo que ahora hacemos nuevamente un llamado a la comunidad para terminar la obra", agregó Trujillo.

Falta de respeto

Otro hecho que criticó la dirigenta es la "falta de respeto" de algunos calameños, que han utilizado este espacio para enterrar a sus mascotas

"Nos costó mucho construir lo que está, y las personas están haciendo mal uso de este espacio, que para nosotros es sagrado porque fue ahí donde se encontró el cuerpo sin vida de Mateito. Además el desierto es grande y hay muchos lugares especiales para enterrar a los animalitos", sostuvo.

Para concluir los trabajos de construcción y reparación, Sandra Trujillo apeló a la buena voluntad y disponibilidad de tiempo de la comunidad para aportar con la mano de obra. "Tengo calaminas que me ha traido la gente y falta cemento, bekrón. Aquellas personas que estén construyendo y les sobre cerámica, esperamos que puedan donarlas. Nosotros tomaremos las precauciones para que no se sigan perdiendo", aseguró.

Basura

A este escenario adverso, se suma la presencia de una gran cantidad de basura en el sector, incluso juguetes como bicicletas y autos en muy mal estado, lo que en vez de hermosear, se suma a la basura y escombros que han sido depostitados en el lugar.

"Vamos a quemar todos los deshechos que la gente está botando ahí, no queremos que ese espacio se transforme en un basural más, porque, por ejemplo, hay juguetes en muy mal estado, y esa no es la idea", recalcó al respecto Trujillo.

Es así como un espacio que en algún momento fue visitado por una gran cantidad de vecinos, hoy se encuentra en una situación que no responde a la idea inicial, que era precisamente el recordatorio de este hecho condenable que cegó la vida de un inocente.

Los trabajos esperan ser retomados con la colaboración de personas de buena voluntad. "Nosotros estamos interesados en reanudar este trabajo, con la seguridad de que será un espacio muy bonito, donde las personas puedan asistir a recordar a Mateito", dijo Trujillo. Quien quiera colaborar puede comunicarse la fono móvil +56999425060.

Vecino denuncia la existencia de un ruco en sector céntrico de la ciudad

MOLESTIA. Personas indigentes utilizan el pasaje Bandera, ubicado atrás de los edificios Madame Curie, para consumir drogas, alcohol y como dormitorio.
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Preocupación mantiene un vecino del pasaje Bandera en el sector céntrico de la ciudad, quien denunció la existencia de alrededor de diez personas que llegan al lugar ubicado detrás de los edificios Madame Curie, para consumir drogas y alcohol, luego de lo cual duermen en el lugar.

Jorge González es propietario de la vivienda que se encuentra justo frente a este ruco improvisado conformado principalmente por un grupo de colchones en mal estado.

"Todas las noches llegan a dormir, orinan en el lugar, llegan mujeres e incluso tienen relaciones sexuales frente a mi casa", aseguró el vecino, quien agregó que "he puesto el reclamo en la municipalidad de Calama, hablé incluso con carabineros, pero ellos me dicen que no pueden hacer nada".

El temor de González es que las personas ingresen a su domicilio en algún momento para provocar robos y destrozos. "Gracias a Dios no he sido víctima de robo, pero puede ocurrir y muchos vecinos se han ido del sector por lo mismo".

El adulto mayor dijo vivir solo, aunque habitualmente recibe a sus nietos, pero éstos ni siquiera pueden salir a jugar a la calle "porque hay gente bebiendo alcohol y fumando drogas. El sector es inseguro, más para los niños", concluyó.

Desconocimiento

Al ser consultado por la situación, el alcalde de Calama, Daniel Agusto, dijo desconocerla, pero comprometió recopilar antecedentes para evaluarla y ver de qué modo se puede dar solución al problema.

"Vamos a indagar para cerciorarnos de lo que está ocurriendo, y ver de qué modo, por medio de nuestra acción social y trabajando además con otras organizaciones, podemos colaborarles a estas personas en situación de calle", dijo el jefe edilicio.

Agusto dijo además que lamentablemente muchas de estas personas que viven en la calle, no reciben y no quieren la ayuda que se les puede ofrecer. "Es un grave problema ya que no podemos obligar a estas personas que ocupen las redes de apoyo para salir de la situación de la que simplemente no quieren salir", explicó.

Personas que viven en las calles

Cada vez son más las personas que hacen de las calles su hogar, donde se valen de cualquier material de desecho para protegerse del frío de la noche. Muchas de estas personas, aun cuando reciben ayuda de instituciones de caridad y otras gubernamentales, no desean salir de este mundo y prefieren quedarse fuera del sistema y permanecer en la calle.