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Entregan último informe del Plan Regional de Turismo Sustentable

ESTUDIO. Da cuenta de cartera de inversión por más de 480 mil millones de pesos en el sector de aquí a diez años, con el objetivo de potenciar esta actividad.
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Daniela Valdés Gutiérrez

Durante esta semana la empresa CYTIES I + D entregó, en dependencias del Servicio Nacional de Turismo (Sernatur) región de Antofagasta, el último informe del Plan Regional de Turismo Sustentable, estudio inédito que permitirá establecer nuevas estrategias para dinamizar y potenciar el sector.

Esto correspondió a una investigación de un año de duración, financiada por el gobierno regional y que tiene como fin realizar un análisis de la realidad turística, detectar brechas y establecer lineamientos claros que permitan aprovechar las oportunidades que tiene la zona.

Al respecto, Leopoldo Sánchez, director regional (S) de Sernatur, declaró que "para nosotros es un tema muy importante porque el Plan permite tener las herramientas y los lineamientos que nos guiarán los próximos diez años. Es un trabajo que se realizó en distintos puntos de la región. Eso es lo importante, porque permitió recoger información a escala comunal, bastante específica, lo que nos permite tener información precisa y detallada de la región".

Agregó que "en definitiva, son los requerimientos necesarios para hacer transformaciones que permitan el desarrollo adecuado del turismo".

Según Sánchez, el Plan Regional especifica los componentes para potenciar el turismo, uno de los cuales es el desarrollo del capital humano y tiene que ver con capacitaciones, especializaciones y transferencias tecnológicas. Por otro lado, explicó, que el desarrollo de destinos implica obras viales, y en el ámbito del marketing, la idea es seguir trabajando con los programas de la tercera edad, para encontrarse con una región distinta, mucho más amigable con el turista, donde todos los que lleguen se sientan cómodos.

"No sólo queremos masividad, sino también calidad en los servicios, en los destinos, que la región crezca más en términos económicos y sociales, y creemos que el turismo es una herramienta adecuada para eso", puntualizó.

Por su parte Raúl Catalán, director de investigación de CYTIES I + D, explicó que "la entrega de un instrumento de planificación, por una parte territorial, en un sector económico como el turismo, no es sólo una apuesta para diversificar la matriz productiva de la región, sino sobre todo es por las grandes oportunidades que implica para la población residente y cada una de las comunas".

Catalán comunicó que "el turismo aborda algunos elementos que logran plantearse respuestas frente a las brechas territoriales y sectoriales que evidencian algunas comunas, que han tenido algún rezago tanto por la distancia de la capital regional como también por la actividad económico que allí se realiza. Y por otra parte, para comunas como Antofagasta o Calama, representa potenciarlas como centros estructurantes de la actividad turística, tanto en lo que respecta al turismo de negocios, que es lo que más se desarrolla, pero también el turismo de aventura, cultural, patrimonial, histórico".

Resultados

Sobre los productos obtenidos de esta investigación, el director declaró que "hoy contamos con dos elementos que se generan en función del Plan, y que son muestra de confianza para la población. Por una parte, tenemos las mesas técnicas de turismo en cada una de las comunas. Y, por otra parte, hoy el instrumento se queda con una cartera de iniciativas de inversión, donde estamos hablando de más de $480 mil millones para ejecutar durante diez años, con inversión que no solamente será pública, sino privada también".

Catalán añadió que "el turismo es una de las bases de lo que es la lógica estratégica de constituir a la región de Antofagasta como una plataforma de servicios. Por lo tanto se debe plantear, a nivel nacional, que la región quiere continuar con esta vocación de desarrollo, pero debe tener las herramientas e inversiones necesarias que permitan consolidar esa visión".

Este trabajo se trata de un diseño que ha sido altamente participativo, donde más de mil quinientas personas colaboraron en él, y donde las instituciones públicas estuvieron acompañando todo el proceso.

Por último Catalán explicó que a nivel nacional, los incendios han trasladado mucha demanda turística a la región, y en ese sentido son oportunidades que se aprovechan, pero hay que dejar una base de continuidad respecto del desarrollo, que sea durable, sostenible y que tenga esta visión de la sustentabilidad.

"Es decir, que en los próximos años podamos ver cómo el turismo se consolida y aumenta no solamente su participación en el PIB, sino que genera empleo, aumenta el tejido empresarial y dinamiza la competitividad de la región de Antofagasta", declaró Catalán.

PDI: baterías en desuso son usadas para la obtención de cocaína

DECOMISO. Contienen ácido sulfúrico y plomo, elementos que sirven en el proceso de fabricación de la droga.
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Esta semana quedó al descubierto la sustracción de seis toneladas de baterías en desuso desde el interior de una empresa en Calama, específicamente del sector de Puerto Seco. El cargamento había sido dispuesto en un camión e iba, supuestamente, con destino a Arica.

Oficiales de la Policía de Investigaciones (PDI) lograron interceptar la carga que sería comercializada en Perú o Bolivia.

Personal de la Brigada Investigadora de Delitos Medioambientales (Bidema) participó en el operativo, que permitió sacar del mercado un cargamento que sería convertido en droga.

Eso porque el ácido sulfúrico que se obtiene de las baterías en desuso se utiliza en el proceso de la elaboración de estas sustancias.

Respecto de este tema, el jefe subrogante de la Bidema, subcomisario Tomás Silva Luengo, precisó que las baterías poseen dos sustancias peligrosas; el ácido sulfúrico (electrolito ácido) y el plomo.

El primero es corrosivo y puede causar quemaduras en la piel y en los ojos, mientras que el plomo es altamente tóxico para la salud, ya que ingresa al organismo por ingestión o inhalación y se transporta por la corriente sanguínea, acumulándose en todos los órganos.

En la región hay una sola empresa que se dedica al tratamiento de estos elementos, RAM, y que separa el ácido sulfúrico, el plomo y los otros componentes de las baterías.

Ésta se ubica en Puerto Seco y fue precisamente la que sufrió el robo de las seis toneladas de baterías en acopio.

"Hay una ley que entró en vigencia el año pasado y habla sobre el manejo de los productos tóxicos. Aquí están considerados los aceites lubricantes, aparatos eléctricos y electrónicos, baterías, envases y embalajes, neumáticos y las pilas", comentó el subcomisario Silva.

Agregando que la ley señala que los municipios tienen que estar aptos para el acopio y el tratamiento de estos elementos.

Además clarifica la responsabilidad penal por tráfico de residuos peligrosos. "El que exporte, importe o maneje residuos peligrosos, prohibidos o sin contar con las autorizaciones para ello será sancionado con la pena de presidio menor en su grado mínimo a medio. Si además la actividad ha generado algún tipo de impacto ambiental se aplicará la pena aumentada en un grado".

Ilegal

Por lo mismo, dijo que hay un mercado informal donde se venden baterías que ya no cumplen con su función.

"Las baterías tienen una vida útil y cuando ya están en desuso deben ser depositadas en lugares adecuados, donde después sean sometidas al tratamiento especializado", acotó.

El oficial investigador de la Bidema dijo que la comunidad debe informarse sobre los sitios donde pueden dejarse las baterías.

"El llamado es que la comunidad no venda las baterías que tienen en desuso, porque si es así se está contribuyendo al tráfico ilegal. La idea además es que los municipios agilicen el funcionamiento de los rellenos sanitarios por el tema de los residuos tóxicos y el tratamiento que se les debe dar a estar elementos", añadió.

En tanto el jefe subrogante de la Brigada de Investigación Criminal (Bicrim) de Calama, comisario Claudio Núñez, presume que en sectores desérticos de la región de Arica y Parinacota se le podía "hacer un tratamiento artesanal para la fundición del plomo que contienen las baterías, que totalizaban seis toneladas, para ser utilizado en algunas otras empresas de la minería".