Hoy, podemos decir que el 100% de los niños, niñas y adolescentes en edad escolar pertenecientes a las residencias de protección de Sename, están matriculados en el sistema público de educación. La complementariedad y trabajo en conjunto son dos de los aspectos claves para la labor que se desarrolla con la infancia. Ejemplo de ello, son las actividades que se desarrollaron durante las vacaciones, donde los niños y niñas tuvieron la oportunidad de hacer valer su derecho a la recreación, a disfrutar del aire libre y de relacionarse con sus pares.

Los niños y adolescentes pertenecientes a la red Sename realizaron diversas actividades orientadas a dar respuesta a este derecho. Entre ellas, participaron de paseos a lugares turísticos de la región como San Pedro de Atacama y lugares aledaños, balnearios de las comunas costeras y piscinas; además de participar de diversos talleres y actividades lúdicas donde se contó con el apoyo de diversas instancias públicas y privadas, como el Instituto Nacional de la Juventud (Injuv), Seremi de Justicia y Derechos Humanos, Instituto Nacional de Deportes y Biblioteca Regional de Antofagasta, entre otros, que llevaron cultura, deporte y recreación a los niños y adolescentes de las residencias de protección.

Paralelo a esto y con la llegada de marzo, comienza el año para los estudiantes del país y los niños de la red Sename no están ajenos a ello; como señaló Nelson Mandela en su célebre frase "La educación es el arma más poderosa para cambiar el mundo", en este contexto, es que se ha trabajado con los organismos colaboradores de Sename (Hogar de Cristo, Corporación Los Laureles, Corporación María Ayuda y Aldeas Infantiles SOS), quienes están a cargo administrativamente de las residencias para velar porque este derecho se cumpla en su totalidad, gracias a lo cual hoy podemos decir que la totalidad de los niños, niñas y adolescentes de la residencia en edad escolar están matriculados en el sistema público de educación.

Esta meta nos impulsa a seguir trabajando por un mejor presente para nuestros niños, generar lazos que vayan en pro de estimular su desarrollo físico, emocional y educativo. La complementariedad será primordial en este y todos los aspectos que rigen el trabajo con infancia, especialmente aquella que ha sido vulnerada, y a eso es a lo que apelamos: todos somos responsables de entregar una mejor calidad de vida a los niños, niñas y adolescentes de la región y del país.

Patricio Reyes,

Director regional del Sename

Sin pensar en llamar a la desgracia, como lo pensaban nuestros antepasados, o minimizar los efectos del invierno boliviano, es necesario reconocer que cada año tenemos menos hechos que lamentar. Tuvieron que pasar décadas para que las autoridades comprendieran que estos fenómenos son cíclicos y que se repiten casi con las mismas características con cierta frecuencia y por ello hay que tomar los resguardos necesarios para evitar daños y obviamente desgracias personales.

Sin ir más lejos los calameños cada verano sufríamos con los cortes en el suministro de agua potable productos de este frente climático. Las lluvias hacían crecer el caudal de los ríos y estos muchas veces dañaban las bocatomas instaladas en sectores cordilleranos.

Eso sumado a que el agua arrastraba muchos desechos, hacía más complicado y lento el proceso de tratamiento para potabilizar el agua.

Por ello, las autoridades decidieron que era imperativo invertir en aspectos fundamentales como es lo relativo al agua potable, curso de ríos y protección de caminos. Con esto minimizar el impacto de la Alta Boliviana en el desarrollo de las actividades cotidianas de nuestra comuna.

Los resultados han sido positivos y de ello puede ser testigo la población que hoy ve que las crecidas ya no provocan los daños de décadas atrás y que los cortes en el suministro de agua son menos frecuentes.

Los caminos también están mayormente protegidos y presentan estándares distintos a los acostumbrados, con colectores de agualluvias y badenes para evitar que el agua destruya la calzada. Además de las protecciones necesarias.

Lo mismo se ha hecho en el área agrícola para proteger los cultivos, limpiando canales y tranques.

Claramente que la fuerza de la naturaleza es impredecible y tal vez mañana un frente mucho más agresivo pueda que ocasiones mayores problemas a la comuna, pero lo innegable es que se ha trabajado en minimizar su impacto y que ello no repercuta en el desarrollo de las distintas actividades de la zona. Algo que en el pasado era una constante.