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Fortalecimiento de la atención primaria: ¿qué falta para mejorar nuestro sistema de salud?

HECHOS. Dificultades en la implementación de un modelo personalizado e integral, déficit de médicos de familia y problemas de calidad de la información impiden despegue en Chile de la APS.
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Un estudio reciente realizado en Dinamarca reveló que el riesgo de sufrir un infarto mortal es siete veces mayor entre las personas que no acuden a un médico de familia al menos una vez al año. Según el instituto danés de Salud Pública, el 78% de los fallecidos por esa causa no había visitado un centro de atención primaria en los últimos doce meses, mientras que solo el 12% de aquellos que sí lo hicieron tuvo el mismo destino, independiente de su edad y género.

En Chile también existe evidencia de efectividad clínica demostrada acerca del impacto que tiene la atención primaria de salud (APS) en la prevención y detección temprana de enfermedades, la cual se expresa -entre otros factores- en reducciones de hasta un 20% en las derivaciones a especialidades secundarias, de un 12% en las consultas de urgencia y de casi 30% en las hospitalizaciones, con una alta tasa de satisfacción usuaria y un financiamiento menor.

No obstante, y aun cuando la última reforma sectorial ejecutada a partir de 2005 considera el fortalecimiento de la APS y un cambio en el modelo de atención desde uno esencialmente curativo a otro que incorporara con mayor fuerza la prevención y la integralidad de la atención, en nuestro país todavía no se han producido las transformaciones necesarias en esta materia.

"La mayor dificultad en la implementación de un modelo de estas características en Chile ha sido la existencia de múltiples programas, en especial el GES, que lo fragmentan y verticalizan. Esto dificulta la atención más personalizada, integral, familiar y comunitaria. Además, las prioridades GES no consideran las características y necesidades de la población a cargo, sino que han sido fijadas sobre la base de promedios nacionales", afirma Carolina Reyes, médico especialista en Salud familiar, docente de la Escuela de Medicina de la Universidad de Valparaíso y profesora del Magíster en Salud Pública que imparte dicho plantel.

El médico de familia

Otro aspecto relevante es el tipo de profesional médico que presta servicio en la APS. Diversos estudios advierten que disponer de especialistas en medicina familiar es uno de los factores que más incide en la obtención de buenos resultados. Ello tiene que ver con la dimensión biopsicosocial de los problemas concernientes a la atención primaria de salud. Sin embargo, nueve de cada diez facultativos en el sistema de APS en Chile son médicos generales.

"El desafío de la formación en materia de especialistas en Medicina Familiar ha sido asumido por varias universidades. Sin embargo, no ha habido una política estandarizada ni adecuada para lograr que los médicos generales adquieran las competencias para desempeñarse en APS. Por el contrario, la certificación por los servicios de salud de los médicos generales como médicos de familia refleja diversidad de criterios, falta de valoración de la disciplina y dificultad en la compresión de lo que estos requieren para lograr la efectividad clínica esperada. A lo anterior se suma el desconocimiento del valor del médico de familia por parte de la población", precisa Carolina Reyes.

Calidad de lA información

Una tercera variable en juego es la calidad de la información, clave para el control de la gestión y la calidad de los servicios prestados en APS, ya que permite contar con estadísticas confiables, consistentes, de utilidad y conocidas en los distintos niveles del sistema. Pero se han detectado inconsistencias de datos en relación a cifras de compensación en población con hipertensión arterial y diabetes mellitus entre el Registro Estadístico Mensual y la Encuesta Nacional de Salud.

"El efecto negativo de metas asociadas a incentivos económicos ha fomentado la práctica por actividad en desmedro de la atención centrada en la persona. Se debe revisar el tema de los incentivos actuales y buscar fórmulas que contribuyan a mejorar la calidad de la atención que se le presta a nuestra población y que refuerce a los equipos de salud que lo hacen mejor. Es imperioso transitar hacia sistemas de metas por resultado e impacto sanitario, e incluso revertir la mirada hacia indicadores de población sana", sentencia la docente de la Escuela de Medicina de la UV.

Propuesta

Consciente de la situación, la Comunidad de Práctica en Atención Primaria de Salud redactó en octubre del año pasado una declaración en la que proponen la promulgación de una ley que resguarde el modelo de atención integral, familiar y comunitario y su permanencia en el tiempo, que sea vinculante con la formación del recurso humano, la adecuación de las metas sanitarias, el progresivo aporte presupuestario y el posicionamiento de la APS como base y eje del sistema de redes asistenciales.

"El objetivo de esta iniciativa es crear convicción sobre la necesidad de contar con una normativa que resguarde estos principios, con miras a fortalecer la atención primaria y consolidar el cambio en el modelo a nivel nacional", concluye la doctora Carolina Reyes resguarde estos principios, con miras a fortalecer la atención primaria y consolidar el cambio en el modelo a nivel nacional", concluye la doctora Reyes.

Dra. Carolina Reyes, especialista en Salud Familiar, docente de la Escuela de Medicina de la Universidad de Valparaíso.