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María Moreno revisa sus bares antes de que se apague la luz

Esta semana se presentó en Chile "Black out", un libro en el que la periodista argentina María Moreno rompe las botellas de la memoria para iluminar los boliches bonaerenses de una época pasada.
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"Hacer eses no es fallar. Es el equilibrio con que un volumen intoxicado reemplaza la línea recta". Caminar así siempre alarga el camino a casa y "Black out" (Literatura Random House) es el camino más largo para volver atravesando la experiencia. La periodista María Moreno repasa en este libro su formación remojada en alcohol de distinta calidad. Se expone desde adolescente, pero como si fuera el final del juego, lo ve desde la lucidez; prende la luz para observar mejor su cuerpo y las caras e ideas de los amigos que ya partieron, un grupo revelado, segunda línea de literatura argentina que nos invita a revisar.

"Black out", ampliamente reconocido en toda Latinoamérica, síntesis de la larga e intensa trayectoria vital y literaria de la escritora argentina, fue presentado en Chile el miércoles de esta semana. Acompañaron a Moreno Raúl Zurita y Alberto Fuguet. En él está retradada, en géneros que van desde la novela hasta la crítica, la bohemia de Buenos Aires de los años sesenta y setenta, con los bares como centros de operaciones de periodistas y escritores.

-Si pudiese beber con alguno de los muertos de su libro, ¿a quién elegiría? ¿Por qué?

-Qué pregunta tremenda, porque tendría que elegir a quién vuelvo a la vida para volver al bar. Los juntaría a todos para ver cómo se pelean, ya que, al ser todos brillantes, los muy machitos tratarían de ser el líder de la mesa a costa de burlarse de los otros. Cultivarían el arte de la injuria borgeano. Espero que en ese caso -no sé cómo es la economía del más allá- me inviten con varias medidas de Macallan (whisky) para soportar sus pavoneos.

-Es difícil elegir entre las reflexiones que se hacen del alcohol. ¿Responden a la polifonía de las grandes frases que escuchó en bares o usted las creó todas?

-Yo no creé nada que no haya oído o creído oír. Pero lo cierto es que en el bar más atorrante priman los filósofos como ese hombre que, mientras el mozo pasaba el trapo rejilla por la mesa, dijo: "A medida que envejezco siento que me voy convirtiendo en una palabra".

Luces y grasa

-¿Cuáles son las características de un buen bar?

-Piglia dice que un lugar limpio y bien iluminado es un título de Hemingway, pero estaba pensando en un lugar para escribir y donde ocasionalmente podía beber. Yo escribo poco en bares y los bares donde bebí eran sucios y oscuros o con esos horribles tubos fluorescentes. Todavía recuerdo un día en que toqué las cortinas de La Paz y tenían una capa de grasa como si allí se frieran empanadas o hicieran parrilladas (solo había café y bebidas alcohólicas). Cuando se anunció que cerraba y habría reformas, se armó una protesta de ex parroquianos pero era una queja zonza: lo que extrañábamos no era la forma anterior del bar que amenazaban cambiar sino la estructura de nuestras voces cuando éramos jóvenes y atrevidos.

-¿Cuáles son las características de un buen compañero de copas?

-Que a la mañana siguiente no te recuerde lo que hiciste y dijiste la noche anterior. Que aguante beber hasta la madrugada y que no vaya a vomitar al baño o haga escándalo hasta que venga la policía.

-¿Cuáles son las características de un buen garzón?

-Volver a dejarte entrar luego de que rompiste el bar.

-¿Cuál fue su estrategia para sobrevivir a la relación del alcohol y la literatura?

-Yo no sobreviví a la relación del alcohol y la literatura, yo sobreviví hasta ahora, a causa de las dos cosas.

-"Black out" muestra la camaradería del bar, incluso con una adolescente. ¿Cree posibles esas relaciones hoy?

-El bar no cambia, pero sí la sociabilidad: Facebook es una especie de bar donde los que postean suelen tener una retórica utilitaria y facilonga. Cortita, como gritar "¡hola!" en el teléfono o pedir socorro. Cuando se intenta otra cosa queda a media asta, el lenguaje suele ser siempre instrumental o meramente agraviante o adulador.

-¿Cómo determina la pasión por la literatura, el alcohol y la política a las relaciones amorosas?

-Que te metas con personas que aman lo mismo o que duermas con el enemigo y que llegues a no darte cuenta. No me pasó: los amores suelen estar por fuera del bar, aunque más no sea, porque durante un tiempo fue muy difícil sacarme de uno.

Hiperintimismo

-Hay una exhibición del cuerpo de su alter ego que tiene un significado político. ¿Qué importancia le da a hacerlo en este contexto?

-Sí: quería mostrar un cuerpo femenino no estetizado, las secreciones no santificadas por el erotismo, que figuran en tantas novelas de mujeres o con mujeres. Una materialidad del cuerpo nada sublime.

-Leí que se quedó en saco de dormir en la playa de Viña del Mar. ¿Cómo sucedió eso?

-Estaba de campamento y me fui a dormir a la playa, sola y con algún sueño beat en la cabeza. Los "pacos" me despertaron casi amablemente. Todavía llevaban esas capas de paño, hermosas, negras y pesadas, creo que se llamaban castillas ¿o no? Cuento ese viaje por Chile en un cuento que se llama "Yergue el Ande" y que está en "Teoría de la noche", una antología que publicó Matías Rivas en la Universidad Diego Portales.

-Entendiendo que este libro sintetiza mucha experiencia, ¿qué queda por revisar del pasado?

-Alan Pauls sugirió que la narradora se siente una alegoría de "la sangre derramada" en el sentido político y atrozmente real del término. En ese caso yo merecería figurar junto a las grandes histéricas de la historia. No me había dado cuenta pero sangré entre 1976 y 1983, la dictadura militar en Argentina. Queda revisar el futuro: la vejez y la muerte. Me gustaría no morir de golpe e imagino la muerte como una investigación, pero tal vez sea cobarde y solo quiera vivir.

-"Black out" es una invitación a leer a muchos autores. ¿Esto es deliberado o responde al diálogo con ellos?

-Es que también es una autobiografía de lecturas, no es deliberado en el sentido de pretender dar cuenta de un saber.

-La estructura vuelve al libro pensado e intenso. ¿Por qué decidió presentarlo de este modo?

-Para no perderme se me ocurrió que había relatos más territoriales, otros que eran retratos y otros como microensayos. La estructura fue mi brújula. Como un bastón para evitar caminar haciendo eses.

maría moreno es una de las periodistas y escritoras más reconocida de argentina.

María Moreno

Random House

416 páginas

$15.000


"Black out"

Por Cristóbal Gaete

sebastián freire