El imborrable legado de Gerardo Mella en Cobreloa
LOGROS. Más allá del análisis de su gestión, en la retina de los hinchas naranjas quedan los títulos obtenidos en 2003 (Apertura y Clausura) y 2004 (Clausura) y su lucha por pagar una interminable deuda tributaria.
El cariño y amor que Gerardo Mella profesaba por Cobreloa era innegable. Siempre lo demostró y no tuvo tapujos para defender los intereses naranjas y tratar de sacar adelante a una institución, que cuando asumió, pocos creían que podía volver al sitial que ocupó con las inolvidables campañas de los '80.
La realidad era distinta. Ya no existían los recursos de antaño y no sólo ello, el club afrontaba una millonaria deuda con la Tesorería que hacía temer un embargo e incluso penas de cárcel para el presidente de la institución deudora.
Fue en ese difícil momento en que llegó, como lo relató el mismo Mella en una de las tantas conversaciones con sus cercanos y periodistas. El entonces presidente Heriberto Pinto vislumbró que con la nueva modalidad de elección del timonel naranja (votación de los 16 directores), que Mella tenía los votos suficientes para ser el nuevo mandamás.
"Heriberto me decía que depusiera mi candidatura, que lo dejara a él afrontar el problema de la deuda tributaria y que no me arriesgara a problemas con la justicia. Lo escuché y le dije que seguiría adelante y que quería ser presidente, incluso que lucharía por resolver los problemas económicos y que si no podía estaba dispuesto a ir a la cárcel por Cobreloa".
Así demostraba, tal vez, una ambición por llegar al poder, pero también una confianza para asumir ese gran desafío de adelante al club.
Ya a esas alturas se conocía de su carácter fuerte. El mismo que hizo conocido durante la presidencia en la Comisión Fútbol, donde en más de una oportunidad tuvo que imponer frente a solicitudes de jugadores y representantes, que exigían más allá de la realidad del club.
Y, también lo hizo, cuando debió luchar por contrataciones de jugadores de gran nivel para el equipo. Y tuvo varios aciertos, como cuando los grandes de Santiago se peleaban al paraguayo Pablo Caballero, de Huachipato, y fue la gestión de Mella que lo trajo a Calama. No fue una larga estada, porque al poco tiempo emigró a México, pero sirvió para demostrar que podía conseguir buenos valores futbolísticos y pelearlos con los grandes de Santiago.
Luego lo hizo con José Luis Díaz, el argentino estrella en Audax Italiano llegó a acuerdo con Cobreloa, pero su llegada no se concretó por una movida de último minuto de la UC. Pasó un año y el trasandino llegó a Calama y se convirtió en una de las grandes figuras y está entre los referentes históricos del cuadro minero. Incluso el futbolista lamentó no haberse venido antes a Calama.
Este y otros fueron sus aciertos, como la llegada del paraguayo Darío Verón, que tras una excelente campaña en 2003 fue vendido a México y los Zorros recibieron una importante cantidad de dólares por su transacción.
Allí demostraba conocimiento y pericia para negociar.
Campeonatos
No obstante Mella se recordará más por la obtención de tres títulos bajo su mandato (Apertura y Clausura de 2003 y Clausura de 2004). Dos de ellos logrados bajo la conducción técnica de Nelson Acosta, un estratego que siempre estuvo en la mirada de los Zorros, pese a que muchos lo habían desahuciado, tras su fracaso con la selección durante las Clasificatorias para Japón y Corea 2002.
Con Acosta se llegó a lo más alto y tras su alejamiento a la selección se apostó por otro uruguayo, Luis Garisto. Y con el charrúa los zorros dieron la vuelta en el Monumental, tras ganar por 2-1.
Garisto se fue molesto y se quejó contra Mella, por lo que calificó como poco respeto.
Así en 2004 llega a la banca de Fernando Díaz y se estuvo a punto del "tri", pero en aquella final con la Universidad de Chile en Calama, hubo situaciones que impidieron el anhelo. Se dice que una lucha por los premios desvío la atención de los jugadores.
Tras ello nuevamente con Acosta se apostó a regresar al título y se logró en el Clausura con el triunfo en la llave con Unión Española.
Deuda
No obstante, todos los planes de Mella se vieron afectados por la deuda tributaria, la que en 2003 estuvo a punto de mandar a la quiebra a la institución naranja. Y fueron sus gestiones ante las autoridades de Tesorería las que impidieron el fin de Cobreloa.
"La deuda tributaria nos agobia y es un problema que se debe solucionar en el largo plazo", comentaba en diferentes entrevistas el dirigente.
También explicaba que Cobreloa cometió errores y ellos fueron no descontar el pago de tributos por concepto de primas y premios que por años se otorgaron a los futbolistas del club y que fueron descubiertos en una revisión contable a la institución.
"Fuimos de los pocos que teníamos los libros al día y eso perjudicó a que al momento de la revisión se descubriera la ausencia de esos pagos. Muchos clubes ni siquiera tenían registros de esos premios y se salvaron del cobro de esos impuestos", recordaba Mella.
Muchos, incluso Mella, pensaban que si esa deuda no hubiera mermado el presupuesto Cobreloa hubiera sido imbatible durante esos años de gloria del equipo naranja.
Luces y sombras
No era una monedita de oro. Por ende así como tenía adherentes, también tenía detractores. No muchos gustaban de su estilo autoritario para regir los destinos de Cobreloa, pero fue esa característica que le sirvió para reposicionar a la institución loína en la cúspide del balompié nacional, luego de una década de resultados adversos.
Otros reclamaban que había situaciones poco transparentes como los convenios con China y con Paraguay, que surgieron dentro de su mandato.
Aunque lo que sí lo marcó fue el manejo contractual con Alexis Sánchez. Se le criticaba por no haberle hecho un contrato que impidiera que se llevaran al jugador sin responder a las pretensiones del club.
"Trajimos a su familia. Y le ofrecimos mejorar su situación económica. Pero no estuvo satisfecho y aspiraba a más, algo que no podíamos responder por no ser un jugador profesional", recordaba Mella.
Esa falta de contrato, posibilitó que un representante se acercara a la familia, específicamente a la madre de Alexis y les dijera que era momento de mejorar las condiciones económicas.
La mamá de Alexis cedió un documento de "patria y potestad", que le permitía al representante sacar al jugador del club con destino al extranjero o en el país.
Con ese documento en mano, el representante negoció su salida y puso fechas para aceptar una oferta que tenía desde Italia. El Udinese había puesto los ojos en Alexis y estaba dispuesto a desembolsar 1 millón 400 mil dólares .
Mella recordó que estaban entre la espada y la pared. "Se podían llevar a Alexis sin pagarnos un peso. Ese documento se lo permitía. Pero cuando acompañé a Augusto González a Italia, le dije en su cara al presidente del Udinese que se aprovechaban de otros clubes para conseguir su objetivo. Era una sirvengüenzura y un aprovechamiento y se lo dije", comentó Mella tras sellar el pase del Niño Maravilla a Italia.
Logros
Lejos de esos análisis que lo persiguieron durante toda su carrera deportiva. También se reconocen sus logros con la institución minera, y que lo catapultó a la más alta esfera de la dirigencia nacional.
Incluso estuvo en una lista para presidir la Anfp, tras la salida de Reynaldo Sánchez, pero en esa ocasión ni siquiera logró el apoyo del club de sus amores.
Tras su alejamiento del club en 2012, vino una etapa de retiro, pero siempre pendiente de lo que pasaba con su equipo.
Quienes lo visitaron o se encontraron con él en La Serena dialogaron sobre el club y la posibilidad de que regresara para apoyar a la institución en su lucha por volver a la Primera "A", luego de la debacle de caer al descenso.
Y fue en diciembre de 2015 que volvió a asumir la presidencia del club con una realidad distinta.
Problemas económicos multiplicados por cien y el desamparo de Codelco-Chuquicamata hacía que la tarea fuera aún más difícil.
Pero estaba decidido a trabajar para sacar adelante a la institución, cuando lo sobrevino un cáncer que el pasado 4 le arrebató la vida.
Allí quedaron sus anhelos de abrir el club a las inversiones de privados y mejorar la gestión para reverdecer los laureles. Tenía la convicción de que aún se podían hacer cosas en favor del club. Pero no le alcanzó el tiempo y partió dejando la incertidumbre sobre el futuro naranja.
Mella y Mora al salvataje
Fue el entonces diputado Waldo Mora Longa, quien se ofreció a mediar por Cobreloa e invitó a Gerardo Mella a conversar y a realizar las gestiones necesarias. Esta dupla se reunió en Santiago se reunieron con el entonces tesorero general de la República y evitaron el embargo y liberaron los recursos del club. Se debió repactar la deuda y transformarse en una sociedad anónima, para así negociar el pago de lo adeudado. Esta nueva figura recién se logró en el año 2006, bajo el mandato de Agusto González.
2003 ese año Cobreloa se quedó con los títulos del Apertura y Clausura, un bicampeonato inolvidable. Pero mientras Cobreloa celebraba el fantasma del embargo por deudas casi liquida al club.
2004 se logra el título del Clausura nuevamente bajo la conducción de Nelson Acosta. Cobreloa marchaba por una solidez deportiva y todo hacía presagiar una senda de triunfos.
3.800 millones de pesos llegó a adeudar a la Tesorería Cobreloa, debido a que no pagó impuestos por primas y premios a jugadores en los inicios. Esa mochila fue con la que cargó Gerardo Mella.