A muchos les sorprendió el nivel que viene mostrando el trasandino Walter Gómez en el mediocampo minero en tareas de marca y recuperación, un puesto en el que no jugaba desde los 15 años, según reconoce el propio trasandino.

"Yo empecé jugando ahí, como cinco -o volante de salida en la jerga futbolística al otro lado de la cordillera- hasta poco antes de la juvenil. Sin duda que desde ese tiempo, el cambio físico y de dinámica cambia, más cuando te fuiste retrasando. Por lo que volver a esa posición fue un proceso rápido pero complicado", dice.

Y su autocrítica es clara. "Empecé respondiéndole al técnico, sin jugar tan bien pero con mucho sacrificio y con los partidos y la confianza del grupo siento que he podido ir mostrando y aportando más".

Gómez espera que se mantenga la base del equipo, recordando que en su anterior pasada por el club, en el año 2015 "se contrataron como 14 jugadores, el equipo había terminado tercero y después se desarmó ese plantel por querer cambiar el trabajo y se terminó perdiendo la base en el segundo torneo. Ahora, lo ideal es que se mantenga al grupo actual".

Desde la objetividad más evidente, pensar que en Calama se podrían producir problemas en un encuentro entre Cobreloa y Ñublense suena tan exagerado como ridículo.

Sin embargo, la ley está por sobre las suposiciones o ese es al menos el argumento en el que se sustenta la gobernación de El Loa y Estadio Seguro a través de carabineros para bajar el aforo del choque entre "Zorros" y "Diablos Rojos" -de este domingo a las cuatro de la tarde- de 6 mil personas a 4.999.

"El número que en primera instancia se manejó -6 mil- requería que por ley se convirtiera el espectáculo en partido clase b y las exigencias aumentaban, así que les bajó el aforo para que siga siendo partido de clase C", dijo el jefe de gabinete de la gobernación, Ricardo Campusano.

Es decir, exigía más cantidad de guardias y más cantidad de controles. Algo que Cobreloa ya había conseguido.

Sólo después de terminado el partido con Ñublense, la directiva del club encabezada por Walter Aguilera se juntará a conversar con nueve de los diez jugadores que terminan contrato con la institución.

Eso después de que el entrenador del equipo minero, José Sulantay entregue la lista de jugadores prescindibles y los exigibles para el próximo torneo de transición.

Hasta ahora, en la mesa naranja se concordó que hay tres nombres con los que se debía establecer contacto y negociar sueldos pensando, por un lado, en la crisis económica pero a la vez, en que se han convertido en referentes del actual plantel. Y ya se aseguró la presencia del golero Ezequiel Cacace, del mediocampista Arturo Sanhueza y el delantero Lucas Simón, quienes continúan en el club y en el caso de los dos primeros, deberán firmas extensiones de vínculo la próxima semana.

En el caso de los otros futbolistas con quienes se debe alcanzar acuerdos, es probable que dentro de las próximas horas se entreguen propuestas a Vildan Alfaro, Juan Carlos Araya, Sebastián Romero y Christian Pavez para continuar.

Los casos de Bibencio Servín, Vandinho, Ángel Cofré, Michael Contreras, Eric Ahumada y Manuel Ormazábal se analizarán con el DT José Sulantay.

Ricardo Pinto Neira

Ayer se realizó una última ecografía, la que arrojó que su desgarro en su gemelo derecho ya está totalmente cicatrizado y que puede volver a trabajar con normalidad. Aunque pensando en que la vez anterior, por apurar el proceso de puesta a punto muscular volvió a desgarrarse, Manuel Ormazábal comenzará la parte final de su recuperación con cierta tranquilidad.

"Nunca me había pasado esto de estar tanto tiempo fuera y ha sido complicado. Porque el grupo encontró los resultados que andábamos buscando y uno tiene ganas de jugar esas instancias. Entonces, ahí entra el tema de la angustia y la ansiedad que por suerte, mi familia me ha ayudado a asimilar. Si hubiese estado solo acá en Calama me cuelgo", dice entre risas evidenciando su decepción por perderse en cancha el repunte del equipo en la parte final del torneo.

Jugaste con todos los técnicos y hasta antes de la lesión eras piezas fija. Sientes que eso se va a tomar en cuenta a la hora de las renovaciones de contratos...

Yo tengo clara mi situación. Sé que tengo desventaja a la hora de pensar en una renovación de contrato por el tema de la lesión, de que no terminé jugando. Pero espero que consideren eso, que con los cuatro técnicos que hubo terminé siendo titular o al menos, alternativas, hasta antes del desgarro. Habrá que sentarse a conversar y ver si los dirigentes quieren que me quede.

¿Y tu disposición?

Por supuesto que quiero quedarme. Porque el grupo que hay es muy bueno, porque siento que por fin estamos demostrando para qué estamos, la calidad de plantel que hay, porque creo que el torneo de transición se puede pelear perfectamente y ojalá que se mantenga la base de un equipo que va en alza. Yo quiero seguir y entiendo perfectamente que si no terminé jugando, difícilmente puedo pararme a esperar que me mejoren el sueldo, por ejemplo.

¿Crees que este plantel tiene opciones de ascender en diciembre?

La pelea la va a dar si es que se conserva al grupo que viene actuando. Esté yo, ojalá o no, siento que Cobreloa puede asumir la presión que va a significar pelear ese cupo para fin de año perfectamente. Hay jugadores, hay técnico y el trabajo lo viene demostrando. Ojalá me toque estar porque hay mucha ilusión en el equipo.

Ahumada ya se recuperó