Luego de recibir un llamado de alerta de un vecino, el propietario de un local de abarrotes logró recuperar un refrigerador para helados -avaluado en 800 mil pesos- que le había sido robado por desconocidos.

Alertado de lo ocurrido y luego de una búsqueda por las cercanías de su almacén, el afectado se percató que al interior de un domicilio de calle Maipú una mujer observaba el conservador percatándose que se trataba del mismo aparato que le habían sustraído sólo minutos antes del llamado de alerta.

Sin intentar ingresar y reclamar por su refrigerador, optó por llamar a Carabineros con quienes regresó para enfrentar a los dueños de casa.

En ese instante la pareja de la mujer que se encontraba revisando el conservador explicó que lo había adquirido por la suma de diez mil pesos, sólo minutos antes.

Debido a esto último Carabineros procedió a detenerlo bajo el cargo de receptación, y pese a que lo había pagado no supo explicar el origen del aparato sustraído desde el almacén.

En este procedimiento Carabineros comprobó que el detenido mantenía antecedentes penales previos, y por disposición del fiscal de turno debió quedar en custodia policial hasta enfrentar el control de identidad ante el Juzgado de Garantía.

Pablo Orellana G.

Un feto de 17 centímetros fue hallado por uno de los trabajadores que se desempeña en la planta de tratamiento de aguas servidas, y que lo encontró en el sector de cámaras mientras realizaba funciones de mantenimiento y limpieza en esa sección de las instalaciones industriales.

Informaciones policiales precisaron que el embrión se mantenía en su totalidad completo y no presentaba desmembramiento al momento de ser encontrado por el trabajador de 34 años, quien dio aviso a Carabineros quienes llegaron a las instalaciones de la empresa Tratacal, para verificar la denuncia.

Investigación

Informados de este hecho, la Fiscalía dispuso que la Sección de Investigación Policial (SIP), comenzara a investigar este hallazgo, por lo que efectivos de Carabineros concurrieron a realizar las primeras indagaciones al respecto de este hecho.

De acuerdo a las primeras informaciones que se pueden establecer en este hallazgo, el feto tendría casi la totalidad de sus extremidades desarrolladas; así también su cabeza, todas estas bien definidas incluso su sexo, el cual es masculino.

De igual forma, y luego de sacarlo de una de las cámaras de la planta de aguas servidas, el feto fue trasladado hasta el Servicio Médico Legal de Calama para efectuarle exámenes y con ello determinar la cantidad de meses que logró desarrollar antes de ser encontrado en ese sector industrial.

Aborto

Una de las aristas que la Sección de Investigación Policial de Carabineros indaga es la del aborto, sea este espontáneo o premeditado. Por ello se inició una serie de pesquisas en distintos centros asistenciales y de salud primaria en busca de antecedentes que permitan vincular el hallazgo a algún caso de embarazos tanto de riesgo o no deseados.

El feto encontrado en la planta de aguas servidas no es el único caso de esas características registrado en esas instalaciones. El año pasado también hubo uno similar, el cual presentó un verdadero puzzle para la policía y su misión de establecer el origen del embrión y que no se pudo determinar.

Otro caso se registró cuando una mujer denunció haber encontrado un feto en una bolsa que un perro tenía en sus fauces, en el ingreso al Cementerio Municipal, y en el cual tampoco se pudo establecer su procedencia, la que en un comienzo estuvo asociada a que estaba sepultado y el can habría desenterrado, hipótesis que luego fue descartada por las autoridades pertinentes.

La incógnita que establece el hallazgo de este nonato aumenta al ser éste uno más de los encontrados en la planta de tratamiento de aguas servidas, sobre todo porque podría ser un hecho accidental en que la madre lo haya expulsado de forma casual al presentar problemas en su gestación o por problemas asociados.

Para el próximo miércoles, 17 de mayo, quedó fijada la audiencia preparatoria al juicio oral contra el único imputado de las muertes de Claudia Martel Torres (3) y de su madre Beiny Torres Laura (24), quienes fueron degolladas el miércoles 27 de julio del año pasado.

Luego de concluir la etapa de investigación el 4 de abril recién pasado, el Servicio Nacional de la Mujer y Equidad de Género (Sernameg), presentará en la audiencia doce testimonios, ocho pruebas periciales y 24 documentales, a fin de determinar la responsabilidad de Eliut Martel Claudio (34), único imputado por este brutal crimen, quien intentó quitarse la vida tras el hecho de sangre perpetrado al interior de una habitación en la villa Portal del Inca.

"Hemos dado pasos concretos para llegar a la etapa del juicio, para que nuestra postura esté presente en este proceso, porque el Estado debe velar por los derechos que tienen las mujeres a vivir sin violencia, propender a que estén seguras en el lugar donde viven, independiente de la nacionalidad que posean, y sancionar con el máximo rigor que depara nuestra legislación para que ningún hombre se atreva a cometer delitos que dañan de forma irreversible a la familia y a la sociedad en general", explicó Viviana Ramírez, directora regional del Sernameg al respecto.

Con este procedimiento legal se comenzará a establecer el contexto del brutal asesinato, sus causas y también los escabrosos detalles en que Martel Claudio dio muerte a su compañera e hija esa fría madrugada de julio, y que conmovió a la ciudad por la crueldad del hecho, sobre todo porque entre las víctimas había una menor inocente.