Si bien es cierto que las cifras de personas en situación de calle han aumentado, no son un número que esté descontrolado, y debieran buscarse los mecanismos para cobijar a estas personas.
Lamentablemente estos profundos contrastes sociales son notorios en una ciudad donde el trabajo minero tiene a un grupo de familias con otro estándar de vida que no guarda comparación con estas personas que carecen de todo tipo de recursos, y que deben dormir en la calle o en refugios improvisados para poder soportar las bajas temperaturas.
En Calama hay 166 personas que viven en esta condición de acuerdo a cifras del ministerio de Desarrollo Social, y en este último tiempo se han activado diversos programas para poder reinsertarlos.
Aún así, esta es una realidad que no será fácil terminarla, pero mientras tanto debieran considerarse más albergues por parte de entidades sociales que resguardan a estas personas, y el Estado debiera proveer de los recintos para que sean administrados principalmente por entidades religiosas.
Las causas del porqué éstas personas llegan a este tipo de vida son variadas, pero todos no volverán atrás sino reciben ayuda profesional que permita devolver el sentido a la vida.
Mientras se consolidan estos programa de reinserción, es necesario poder buscar soluciones prácticas alternativas que permitan sacar a estas personas de la calle.
No basta con llevarles unas frazadas y alimentos, se precisa de actos aún más humanitarios como instalarlos en algún albergue temporal durante el invierno u hogares de beneficencia. Y paralelamente trabajar con ellos en otros tipo de ayuda, con el fin de que puedan acceder a beneficios que entrega el gobierno.
En este momento, la Municipalidad, la Gobernación y el Hogar de Cristo, son las instituciones que están más preocupadas del tema, para poder asistir a estas personas.
Creemos que la meta final debiera ser la erradicación gradual de todas esta personas, ya sea por la vía de la reinserción, de la reubicación de ellos o la intervención para prestarle la asistencia necesaria que les permita poner fin a esta condición.