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Municipio busca la fórmula para el aumento de inspectores en terreno

DOTACIÓN. Las autoridades asumen que la cantidad actual no permite realizar el plan que se tiene presupuestado.
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Desde hace unos días la Municipalidad de Calama comenzó un completo plan de fiscalización, a fin de erradicar el comercio ilegal, principalmente en las ferias libres. Si bien el proceso es catalogado como exitoso, una de las preocupaciones de la autoridad es no contar con la cantidad de funcionarios para cumplir con el proyecto.

Desde el interior del municipio explicaron que durante los últimos años la dotación de inspectores bajó considerablemente y que la nueva administración debe buscar la forma de aumentar la dotación, pero de forma gradual y sin afectar los recursos, que hoy por hoy son bastante escasos.

Para la administradora municipal, Tamara Aguilera, la solución pasa por un proceso que es de más largo plazo, en este sentido la apuesta es para el 2018, donde se espera contar con una cantidad abultada de inspectores.

"Nuestra visión es fortalecer las fiscalizaciones y hacerlas de forma permanente en el tiempo. Para ello se requiere personal, que hoy no tenemos. Sin embargo, trabajamos para dotar al área de inspección de una mayor cantidad de funcionarios. Hoy tenemos cuatro y podemos llegar a seis. Pero el próximo año aspiramos a tener más de 10", aseguró la profesional.

Cobertura en la ciudad

Una de las preocupaciones del municipio, es frenar la proliferación de venta clandestina de diversos artículos y productos, entre ellos carne, tanto a granel como procesada mediante las parrillas instaladas en los carritos de supermercado.

Esta situación se ve agravada con la aparición de un brote de hepatitis en la región y que también se instaló en la comuna.

"Sabemos que el proceso de fiscalización requiere una permanencia en el tiempo para que sea efectivo. Es por ello que estamos empeñados en el desarrollo de una política de más largo aliento, que impulse la necesidad de prevención, pero al mismo tiempo el cierre de estos espacios de venta clandestina", detalló.

Actualmente el municipio no concede patentes para comercio ambulante. El proceso se encuentra congelado y no se abrirá hasta que se den las garantías necesarias para su desarrollo.

Decomiso de productos en la feria

En una de las últimas fiscalizaciones realizadas por el municipio, en conjunto con Carabineros y la seremi de Salud, en las ferias libres se logró el decomiso de más de 70 litros de jugo natural, sin resolución sanitaria. De la misma forma se incautó comida procesada en parrillas, principalmente carne que se vendía sin permiso de las autoridades.

Desarrollo urbano de la comuna podría poner en riesgo la conservación del oasis

COMUNIDADES. Trabajan en proyecto para mantener viva la agricultura y ganadería de la zona.
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La preservación del oasis de Calama es hoy un tema sensible, tanto para autoridades, como para las comunidades de la zona. Si bien existe una normativa legal que protege los sectores agrícolas, la preocupación de los vecinos surge ante la posibilidad de que el nuevo plano regulador no considere este tema y se terminen entregando mayores regalías a la construcción urbana, que a la continuidad de los espacios verdes de la comuna.

Desde las comunidades buscan allanar el camino. Para ello desde hace cuatro años se encuentran agrupados y se asesoran con diversos profesionales del área, entre ellos asistentes sociales, arquitectos y abogados.

Esta necesidad de conservación del suelo agrícola, es parte de lo que persigue esta agrupación, que hoy no está dispuesta a hipotecar los valores ancestrales de la zona y al mismo tiempo entregar parte de lo que consideran sus raíces.

"La mayor cantidad de áreas cultivables están dentro del plano regulador como urbanas, eso significa que en sectores de La Banda y Yalquincha la mayor parte es agricultura. Y eso va a ser directamente intervenido. Hay una normativa que dice que el terreno debe tener 5 mil metros cuadrados y sólo se puede construir el 8% del terreno. Hemos pedido que se fiscalice, porque esto se ha transgredido. Ahora ellos quieren hacer más pequeño el predio a 2.500 metros cuadrados. Esto significa directamente ser más habitacional", destacó la presidenta de la comunidad de la Banda y del consejo Oasis de Calama, Elaine Herrera.

En este sentido la vocera de la agrupación, que reúne a varias comunidades de la zona, detalló que la protección de la agricultura se verá vulnerada, lo mismo que las tradiciones. "Nosotros hemos visto que no se está protegiendo la agricultura. No nos parece porque nos impactará en nuestro sistema de vida, sin poder continuar con nuestra cultura", manifestó.

Terrenos agrícolas

La mantención del oasis de Calama y el fomento de la agricultura son materias que también preocupan al ministerio de Agricultura. Desde hace varios años que trabajan en planes para potenciar esta área, principalmente a través de Indap y el Sag.

Desde una perspectiva más global, el seremi de Agricultura, Jaime Pinto explicó que existe una tremenda preocupación por desarrollar la agricultura a nivel regional. Y uno de los puntos importantes es que se pueda desarrollar abono orgánico a través de la ganadería.

"Queremos fomentar de manera específica esta área, porque además está muy relacionada con las tradiciones de las comunidades de Calama. También en la protección del sector rural, sobre todo en Yalquincha, donde tenemos herederos de la reforma agraria. Este sector es relevante para nosotros y queremos potenciarlo para mantener el oasis", declaró.

Sobre este mismo punto y la afectación de las zonas netamente agrícolas, la directora regional de Servicio Agrícola y Ganadero (Sag), Angélica Vivallo, explicó que en el último tiempo aumentaron las denuncias por el uso de terrenos que están destinados sólo a la agricultura.

"Desde febrero estamos haciendo un catastro sobre el uso de terreno, principalmente en zonas como Yalquincha. Esta fiscalización nos permite comprobar la mala utilización que se pueda hacer de los suelos agrícolas. Además desde el 2016 estamos a cargo de todos los Informes Favorables de Construcción (IFC), que permiten cambiar el uso del predio para otra actividad que no sea agricultura. Hacemos los informes técnicos y de acuerdo a las condiciones que existan vemos la factibilidad. En todo caso desde el 2014 no se ha aprobado ningún IFC en la comuna", dijo.

Además detalló que el 2015 se realizó un catastro para determinar la cantidad de suelo agrícola, comprobando que existen 540 hectáreas para agricultura (urbanas y rurales). Además se tiene un proyecto que se está trabajando con otros organismos de gobierno. "En algún minuto llegamos a tener 4 mil hectáreas cultivables. Esto fue alrededor de 1920, sin embargo, el aspecto habitacional fue mermando poco a poco esta cantidad", detalló.

"Desde febrero estamos haciendo un catastro sobre el uso de terreno, principalmente en zonas como Yalquincha".

Angélica Vivallo, Directora regional Sag"