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Eugenio Tironi cuenta su aventura en el mundo editorial

En tiempos de nubes virtuales y artefactos digitales, el sociólogo decidió montar su propia editorial y el primer libro es "Conflictos, controversias y disyuntivas", conjunto de ensayos que son la primera parte de una trilogía.
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"conflictos, controversias y disyuntivas" es el primer libro de la flamante casa editorial de eugenio tironi.

El texto, primera entrega de una trilogía, irrumpe en el debate de ideas con cinco ensayos de autores distintos. El de Eugenio Tironi funciona como epílogo del trabajo que abre el camino de su casa editora. Desde ella espera aportar al imaginario cultural con registros versátiles que puedan abordar y combinar sin complejos áreas como la política, el poder, la literatura, la sociología y el arte, entre otras.

"La editorial surge de la idea de que teníamos capacidad interna, en materia de ideas, de información, de conocimiento, que nos interesaba socializar. En nuestro manifiesto 'quiltro', hay una mirada respecto del trabajo que hacemos y tiene que ver con que en este negocio existía una cultura muy de 'lo que tú sabes, te lo guardas'. Nosotros, en la práctica del consultor, tenemos una lógica muy cooperativa y eso se refleja en este trabajo con una lógica 'quiltra' de mezclar artistas, consultores, ejecutivos de empresas y enfrentarnos a preguntas difíciles", plantea Tironi.

-¿Cuánta influencia tiene la prevalencia de los tecnócratas en la idea que tenemos hoy del conflicto y su manejo?

-Gran parte de los conflictos se enmarca entre los que saben y no saben, entre los que piensan racionalmente y los que piensan irracionalmente, los que se mueven por argumentos y los que se mueven por emociones, los que se mueven por el bien común o por intereses mezquinos, los que piensan en largo o en corto plazo. Nosotros queremos romper con esa dicotomía y la perfomance tecnócrata.

-¿Se ha hecho más difícil la resolución de conflictos en nuestro sistema democrático?

-Los conflictos no son una anomalía ni tampoco fenómenos que haya que tolerar, sino al revés, son situaciones que hay que manejar, porque son fuentes de conocimiento. Surgen cosas nuevas y la innovación.

-En uno de los ensayos se culpa a la tentación por el acuerdo rápido.

-No se trata que los conflictos deriven en violencia. Hay que analizarlos y que vayan convergiendo en un punto de vista o mundo común, donde se sientan acogidos todos los actores. En el libro se plantea que hay ciertos conflictos en que esas salidas no son posibles, que son suma cero.

-Manuel Tironi da el ejemplo de la situación ambiental en Puchuncaví.

-Eugenio Tironi: Manuel nos desafía con eso: el conflicto de Puchuncaví sólo se resuelve sacando a la refinería de ahí.

-Rodrigo Araya: No tiene solución de manera taxativa, pero por ahora. Porque todo muta. El escudo de Puchuncaví hasta hace muy poco era una chimenea. Un conocimiento nuevo cambia todo y es desafiante. La pregunta es qué lugar tiene el desacuerdo. La compulsión de los actores de un conflicto va por resolver o por maximizar su interés. Se plantean emociones o creencias que a veces no dan posibilidad siquiera de un lenguaje. Pero todo eso, desde un punto de vista más amplio, es temporal. Lo vemos con los elementos de hoy.

-¿Es una falla de nuestro sistema democrático?

-RA: No es algo local. Es una tendencia más amplia por los cambios en la geometría del poder. Antes era claro cómo se decidía y cómo se gobernaba: desde elites bien empoderadas. Hay un cambio en esa geometría con actores que tienen más conciencia de su poder y la institucionalidad ha evolucionado.

-ET: El nivel de ideología es menor. En el pasado, en el nombre de la ideología del progreso, se aplacaba lo de Puchuncaví. Esas ideologías totalizadoras que permitían sublimar los conflictos hoy no existen. Los conflictos emergen sin nada que los contenga. Tenemos conflictos que no procesa el sistema político, que también está cuestionado, porque no se acepta que haya un profesional que represente mis intereses. Yo le delego soberanía y confío en sus decisiones. Esa relación está súper cuestionada. En el proceso constituyente, una de las principales demandas es revocación, plebiscito, control sobre los representantes. Todos estos factores influyen en que haya mayor conflictividad, lo que no significa algo negativo. Es muy negativo para los que históricamente han gobernado, porque les patina más el piso, pero, desde el punto de vista de la vitalidad de la sociedad, de generar nuevos conocimientos, no es necesariamente una mala noticia.

-¿En marzo de 2018 habrá menos atrincheramiento en la sociedad chilena que en marzo de 2014?

-ET: En marzo, sí; en mayo, no sé (se ríe). Puede ser que haya amainado un poco la conflictividad, porque está el peso de la situación económica, que eso atempera un poco las pasiones. Las instituciones se han aggiornado bastante, incluyendo al Poder Judicial, y eso considera al Ministerio Público. También contribuye que la prensa está cumpliendo su papel con un poco más de rigor. Y no se puede negar que el talante reformista del Gobierno también ha ayudado y ha descomprimido. Por qué negarle eso a un gobierno que lo ha pasado tan mal.

-RA: Otro escenario posible es que estamos aprendiendo a vivir con conflictos. Hay una profesionalización para enfrentar conflictos. No sé si haya más o menos, pero es menos dramático. Un escenario más pesimista, dependiendo de quién asuma en marzo, es que haya un revival del 2011, porque hay ciertas barreras al diálogo que se podrían exacerbar. Una es el purismo.

Nicolás Somma, Rodrigo Márquez, Manuel Tironi

y Juan Flores

Editorial Abierta

212 páginas

$10.000


"Conflictos, controversias y disyuntivas"

Por Daniel Gómez Yianatos

Eugenio Tironi prepara sus ensayos y columnas en su oficina dentro de Tironi&Asociados, la reconocida consultora de comunicaciones y asuntos públicos donde tiene como socio al periodista Ascanio Carvallo. Ahí teje sus textos provocadores. Se nota que lo tienen sin cuidado los comentarios que suelen desbordarse en las redes sociales cada vez que invoca cualquier cosa que huela a establishment. Tironi no rehuye del conflicto, porque lo entiende como un aprendizaje que puede generar espacio para la creatividad y la innovación. Parte de eso se trasluce en "Conflictos, controversias y disyuntivas", el libro que acaba de sacar su flamante editorial Abierta (llega a librerías a mediados de junio), con el doctor en Antropología Rodrigo Araya como uno de sus editores.

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