Este año, según informó Carabineros, subió considerablemente el porcentaje de casos de menores de edad en cuanto a las denuncias de presuntas desgracias. Esto, porque el año 2016 el 46% correspondían a personas bajo los 18 años y en 2017 esa cifra creció hasta el 65 por ciento. Todos esos porcentajes corresponden a personas de nacionalidad chilena.

Es preocupante además el hecho que las denuncias por presunta desgracia durante el año en curso hayan aumentado en un 60% respecto de igual período de 2016, donde de estos casos el 64 por ciento corresponde a mujeres y el 35% a hombres. El año pasado este ítem representaba un 50% en casos que afectaban a mujeres y un 35% a hombres. El otro 15 por ciento eran personas de nacionalidad extranjera.

Solución

Respecto a las denuncias en 2016, el 83% están solucionadas, el resto corresponde a personas que salieron del país, así como también casos como el de Freddy Barrera Godoy, donde Carabineros aún se encuentra en diligencias en Ayquina, en un trabajo conjunto con la Fiscalía de Calama, al igual que el caso de Manuel Carvajal Aguilera, desaparecido en la ciudad de Calama, donde también se están realizando nuevas diligencias, todo lo anterior con la única finalidad que mantiene esta sección especializada, que es buscar soluciones y que los familiares mantengan claridad de lo sucedido.

A partir de las 08.30 horas de hoy se inicia en Calama el juicio oral en contra de Cristian Riquelme Araya (31), a quien la Fiscalía imputa participación en la muerte del menor Mateo Riquelme Tejada, que había reconocido como hijo, pero que había nacido en una anterior relación de su pareja, y cuya muerte en una primera etapa se intentó hacer pasar por desaparición.

La acusación presentada por el fiscal Raúl Marabolí, da cuenta que el sábado 6 de diciembre de 2014, entre las 15 y 16 horas de la tarde, el imputado junto con su hijo Mateo, de dos años, llegan hasta el domicilio ubicado en calle Federico Errázuriz, haciendo ingreso a una habitación que éstos arrendaban desde el 17 de noviembre del mismo año.

Una vez en la habitación y luego de haber consumido droga, el imputado procedió a agredir al menor por motivos que aún se desconocen.

El menor sufrió un traumatismo craneoencefálico cerrado por contusión directa, que le provocó la muerte luego de un período de agonía, en el cual el menor vomitó y convulsionó en el lugar.

Ante ello, el imputado procedió a introducirle un pañal en su boca, con el fin de evitar la expulsión de fluidos provenientes del menor y evitar ser descubierto por los vecinos.

Posterior a aquello, se produce el deceso del menor y al ver estas circunstancias, el imputado procede a retirar distintas prendas y a envolver al menor con una frazada, sacándolo del domicilio para trasladarlo a un sector de Calama, ubicado en las cercanías del Cerro la Cruz.

El lugar era conocido por el imputado con anterioridad y correspondía a un basural clandestino. Allí enterró al menor a unos 20 centímetros de profundidad del suelo, para posteriormente deshacerse de las distintas prendas que lo incriminaban en un radio aproximado de 20 metros.

Luego, concurrió al domicilio de su hermana a quien le pide ayuda inventándole una historia ficticia, consistente en una primera instancia en la pérdida del menor desde la plaza 21 de Mayo.

Siendo aproximadamente las 20.00 horas del mismo día, ambos realizan una serie de acciones como coartada para buscar al menor. El fiscal Marabolí calificó estos hechos como parricidio e inhumación ilegal, pidiendo la pena de presidio perpetuo calificado.

Redacción

Hasta ahora es que un grupo de amigos extranjeros que vive en la capital provincial loína no entiende cómo un momento de esparcimiento en la casa de uno de ellos terminó de esta manera.

Todo ocurrió a las 7:30 horas de ayer, cuando un grupo indeterminado de personas, de nacionalidad extranjera, estaba compartiendo en una vivienda ubicada en calle Venezuela de Calama.

Entre conversaciones y música fuerte, el dueño de casa logró escuchar que a esa hora habían personas que estaban golpeando la puerta. Sin desconfiar, éste salió a ver quién era. En ese momento comenzó la violencia.

Sin mayores explicaciones, dos hombres, también extranjeros, comenzaron a golpear al dueño de casa, con puntapiés y combos en distintas partes de su cuerpo, sin que éste pudiera siquiera defenderse.

Pese a la violencia que utilizaron, hasta ahí la situación no se salía completamente de control. Sin embargo, minutos más tarde, uno de los dos agresores sacó de entre su vestimenta un arma de fuego, con la que primero apuntó a la víctima y tras ello le disparó un tiro que ingresó por la mejilla.

Al percatarse que el hecho se les había escapado de las manos, ambos agresores huyeron rápidamente del lugar, pues sabían que todo podría terminar peor en cuanto salieran los amigos de la víctima desde el interior de la vivienda.

El alto volumen de la música y la bulla que había dentro de la casa impidió, a quienes compartían con el agredido, escuchar que afuera alguien había disparado un arma, pero donde transcurrieron varios minutos y el dueño de casa no volvía, uno de ellos salió a ver por qué se tardaba tanto.

Quedó impresionado al ver que éste estaba tirado en el suelo en muy malas condiciones. Inmediatamente dio aviso de lo sucedido al resto de los amigos. Éstos, sorprendidos también, en compañía de la polola de la víctima, acudieron hasta el hospital Carlos Cisternas.

En el recinto, el hombre de 25 años de edad y que permanece en el país, específicamente en Calama, en condición de ilegal, fue atendido de urgencia por el personal médico, quien lo revisó y determinó que éste tenía una lesión cervical grave, por lo que quedó hospitalizado, pero fuera de riesgo vital.

La policía está tras la pista de quienes cometieron este ilícito, el que perfectamente pudo haber terminado con una persona fallecida. Al parecer, la víctima los ubicaba, lo que se convertirá en una pieza clave para conseguir aprehenderlos.