Calama y su historia ha estado ligada por siglos a la actividad agrícola y la minería, estas dos actividades crecieron al unísono y se fueron desarrollando en la ciudad, alcanzando, en ambos casos, altos niveles de producción.
La capital de la provincia de El Loa fue el centro de abastecimiento de comida para el ganado y comerciantes que transitaban desde el territorio argentino y hacia la costa.
Zonas agrícolas
En la actualidad la agricultura que se desarrolla en el oasis ha mermado considerablemente y no pasa de ser una actividad de autosubsistencia para quienes la practican.
"En términos normativos, respecto a las zonas cultivables, éstas se encuentran protegidas por el actual plan regulador vigente, el fue aprobado y normado el año 2004", manifestó la asesora urbanista de la municipalidad de Calama, María Alejandra Rivera.
En este contexto, la profesional mencionó que las hectáreas cultivables, comprendidas en el radio urbano del oasis de Calama, son 1.184 y abarcan desde el límite urbano en el sector oriente en Yalquincha hasta la prolongación de la calle Yarú.
"Dentro de toda la zona de restricción, como la denomina el Plan Regulador, éste la grava como una zona residencial agrícola, por lo que no es cien por ciento agrícola", aclaró la profesional.
Es así que de acuerdo con la asesora urbanística estas macrozonas, dentro del oasis urbano, se distribuyen y concentran, principalmente, en el área urbana del sector de Yalquincha, en el sector de Topáter cerca del cementerio municipal, en la zona de La Banda entre avenida La Paz y avenida Oriente, también el área del Parque El Loa y avenida O'Higgins, indicó Rivera.
A lo anterior la asesora agregó que desde avenida O'Higgins hasta el sector de Yarú se encuentran Chunchuri Alto, Chunchuri Bajo y Verdes Campiñas.
Situación actual
Al respecto Rivera explicó que en el actual plan se pueden distinguir tres escenarios claros.
"Por un lado las zonas cultivables, por otro una zona residencial y de equipamiento y por último una zona, que con el pasar de los años se ha conformado en una zona donde ya no existen derechos de aguas, por lo tanto se ha convertido en una zona desertificada", explicó Rivera al referirse a la situación actual de los suelos agrícolas del oasis de Calama.
Agricultores
De acuerdo con el director de la secretaría comunal de Planificación, Tomislav Defilippis, en Calama existen distintos tipos de agricultores.
Por una parte están los agricultores comerciales, que utilizan su agricultura para subsistir. Por otra, aquellos que utilizan esta actividad para autoabastecimiento familiar.
"En este caso ellos la utilizan para mantener tradiciones familiares, como la crianza de animales, pero la agricultura no sería parte de sus ingresos", mencionó Defilippis.
"Es aquí donde tenemos que diferenciar e ir en apoyo para preservar el oasis, entregando herramientas a los agricultores, pero antes de esto debemos visualizar el diagnóstico de lo que es Calama hoy en día", declaró.
En este sentido, Defilippis enfatizó que existen problemáticas de aguas en los sectores antes mencionados, esto debido a que, según lo que manifiesta el director de Secplac, algunos agricultores, entre 10 a 15 años atrás, vendieron sus derechos de aguas.
"En algún momento estos agricultores determinaron que era más factible y rentable para ellos vender sus derechos y se quedaron con la zona agrícola, pero sin sus derechos de aguas", aclaró Defilippis, quien agregó que existe una problemática, por lo que se debe reformular la agricultura en la ciudad.
Por su parte, el presidente de la Asociación de Agricultores de Calama (ASAC), Esteban Araya Toroco, expresó su preocupación ante, según su apreciación, el inminente riesgo de que la agricultura en Calama desaparezca si no se toman cartas en el asunto.
"Calama siempre ha sido un sector agrícola, la minería es el gran culpable de la destrucción del oasis y de que esta actividad esté desapareciendo. Muchas familias continúan cultivando y es aquí donde hay un arraigo cultural que se debe respetar", declaró.
En relación a lo anterior el presidente de ASAC enfatizó en hecho de que junto con la minería las administraciones municipales también tiene responsabilidad en esto.
"Con los alcaldes anteriores nunca se dio una planificación hacia donde se podía extender la ciudad. Es por esta razón que se fueron comiendo al oasis, porque de 1 mil 400 hectáreas con las que se contaba en sector de La Banda en la década de los setentas, actualmente esta cifra alcanza entre las 700 y 800 hectáreas, de las cuales cultivables sólo quedan no más de 600", manifestó Araya.
En este sentido el dirigente de los agricultores de Calama mencionó que en lo anterior también influyen las condiciones en las que se encuentran antiguos agricultores de la zona.
"Por un lado está la gente mayor, que no se dedica cien por ciento a la agricultura, por otro lado los hijos y el tema de las sucesiones, aquí se da un fenómeno y es que muchas veces los hijos no desean continuar con esta práctica y venden los terrenos, lo que da pie a problemas colaterales que esta situación acarrea", explicó.
Terrenos
En relación a la situación en la que se encuentran los terrenos de la superficie agrícola existente en el oasis de Calama, la oficina del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) informó que se han recibido y tramitado un total de 122 solicitudes de subdivisión de terrenos desde el año 2011 a la fecha, con un total de 403, 5 hectáreas afectas.
Conjuntamente desde el organismo estatal declararon que en igual periodo han recibido un total de 134 solicitudes de Informe Favorable a la Construcción (IFC) con un total de 50,7 hectáreas afectas.
Desde el SAG mencionaron que la mayor cantidad de solicitudes en el sector oasis corresponde a subdivisiones prediales, esto motivado principalmente por el alto valor del suelo en Calama.
En el marco de los IFC, indicaron desde las oficinas del servicio que en el oasis es muy poco el requerimiento que existe de estos informes, lo que contrasta con la enorme cantidad de construcciones fuera del radio urbano que existen actualmente en Calama, aclararon.
Se debe hacer mención, de acuerdo a lo que se informa desde el SAG, que existen zonas que si bien es cierto son agrícolas, se encuentran dentro del Plan Regulador y se denominan como Zonas de Restricción, las cuales necesitan solamente la aprobación del municipio para subdividir o para realizar actividades distintas a la agrícola, sobre las cuales el Servicio no debe pronunciarse, aclararon.
1.185 hectáreas cultivables existen en el en el radio urbano del Oasis de Calama. Estas abarcan desde el límite urbano en el sector oriente en Yalquincha hasta la prolongación de calle Yarú.
600 hectáreas en La Banda de terrenos ha recibido el SAG desde el año 2011 a la fecha, con un total de 403, 5 hectáreas afectas. También 134 solicitudes de IFC con un total de 50,7 hectáreas afectas.