Al parecer no existe una satisfacción total por las obras de la Plaza principal y el nuevo paseo peatonal de la ciudad, y se busca poder hacer mejoras antes de entregarlo oficialmente a la comunidad.
Días atrás un arquitecto realizó varias críticas sobre el trabajo final realizado allí comenzando por esas enormes estructuras de fierro que buscan dar sombra al paseo, pero que no cumple su objetivo completamente.
Por tal motivo, la entrega de estas obras se aplazarían tres meses más para poder realizar mejoras en la infraestructura y mobiliario.
De allí la importancia que estas obras de alto costo, pudieran ser evaluadas por un equipo interdisciplinario ante de ponerlas en marcha, y que sean del gusto de la mayoría de los ciudadanos, apegadas a una estética y armonía de nuestro entorno, y sobre todo que sea agradable y un aporte para el desarrollo urbano.
El hecho de que exista una reevaluación, implica que no hay un completo convencimiento que las obras cumplan totalmente su objetivo.
Esto implicará realizar inversiones anexas para poder completar lo que falta o pueda no estar acorde a los requirimientos para una obra de esta envergadura.
Recordemos que el paseo y la plaza forman parte del corazón de la ciudad y que son el rostro visible de Calama, el que aparecerá en todas partes y que será la imagen de la ciudad, como antes era el minero de cobre que estaba en el paseo.
Si es posible realizar algunas mejoras sobre lo ya hecho será acogido por la comunidad, y será un buen aporte para dar un mayor valor a estas obras que han tenido una inversión de más de cinco mil millones de pesos.
Mientras tanto habrá que seguir esperando unos tres meses para poder ver terminados en su totalidad el Paseo Ramírez y la nueva Plaza 23 de Marzo, que al estilo de las actuales sitios públicos tienen mucha planicie y menor cantidad de especies arbóreas, conocidas como "plazas duras", lo que a veces genera una contradicción, debido a que estamos en medio de un oasis.