"Que un país con el ingreso de Chile tenga pobreza, es un acto de estupidez"
Si de pobreza se trata, la oficina del sociólogo, académico, escritor y actual precandidato del Frente Amplio a la presidencia, Alberto Mayol (40), la refleja. Queda en pleno Centro de Santiago, en la calle Fanor Velasco, donde hacen fila centenares de migrantes, tratando de regularizar papeles en la Oficina de Extranjería. Es como un callejón-purgatorio, donde improvisadas oficinas legales brindan toda suerte de ayuda, aprovechando la oportunidad de negocio detrás de una realidad muchas veces desesperada, la de los migrantes. Ahí da entrevistas Mayol, que se medirá en primarias contra Beatriz Sánchez.
-¿En qué piensas cuando te digo pobreza?
-La conozco, la viví cuando chico. Vivíamos en La Cisterna, con mi mamá. Recuerdo un momento de 1983, cuando yo tenía 7 años, que en mi barrio no se conocía gente con trabajo. No existían. Era una cosa brutal. Un tío mío, para poder superar la angustia y la ansiedad de la situación, se ponía a estudiar conmigo. Así tenía algo para hacer en el día, y eso que lo había probado todo, desde vender porongas en la feria hasta ir al campo a comprar huevos para revenderlos.
-¿Fuiste un niño pobre?
-No, nosotros no éramos pobres. Mi abuela era montepiada, mi mamá estaba desempleada, pero teníamos ese ingreso porque mi abuelo había sido doctor. Comparados con el resto del barrio, nuestra situación era buena. No teníamos agua caliente… pero entonces Chile era así.
-¿Cómo defines la pobreza?
-Como la imposibilidad de ocupar recursos para construir con ellos, otros recursos. Por ejemplo, contar con amigos con quienes dejar a tu guagua si lo requieres. Ese es un recurso. La pobreza surge cuando no tienes esas redes que te permiten operar y salir adelante. Una sociedad donde el dinero es lo único importante limita todos los recursos. Ahora en esta candidatura, mi principal apoyo logístico es un amigo taxista, que tiene ingresos muy inferiores a los míos, pero que está dispuesto a estar todo el día gratis conmigo por solidaridad.
-¿Cuál es la herramienta más eficiente para combatir la pobreza?
-Una muy fundamental es la planificación urbana; la pobreza crece radicalmente cuando esa planificación no existe, cuando se le deja al mercado hacer lo que quiera. Eso genera sectores de altísimos niveles de vulnerabilidad social en las ciudades, que se deprecian y nadie quiere instalarse en ellos, donde no hay servicios ni prestaciones públicas, incluyendo escuelas y liceos.
-¿Quién es el responsable de la pobreza?
-En una sociedad de 20 mil dólares per cápita promedio como la nuestra, lo que significa que cada chileno produce al año unos 15 millones de pesos, tener pobreza es un acto de estupidez o de maldad. Eso refleja para mí una enorme falta de voluntad política.
-De los candidatos en competencia, ¿cuál te parece que podría contribuir mejor a combatir la pobreza?
-Piñera ya no lo hizo. Si quieren el dibujo de quién representa la crisis ética de este país, ese es Piñera. Guillier apenas tiene aprontes programáticos, Beatriz no ha presentado su programa, Goic está en la disputa interna política de la ex Nueva Mayoría, a estas alturas. La verdad de las cosas es que yo no he visto un programa de gobierno en forma, salvo el que yo tengo acá.
-¿Cómo ayudas tú a combatir la pobreza?
-Soy malo en artes manuales, así es que no voy a construir casas, porque me van a quedar mal. Yo, que me dedico a la filosofía, a la sociología, en un momento de mi vida decidí entender bien Chile y tratar de ver cómo se pueden resolver sus problemas. Así, por ejemplo, fui el primero en denunciar el Crédito con Aval del Estado; yo puse el tema en la agenda. Hacer esa pega es muy importante para combatir el modelo de desarrollo que preserva la pobreza.
-¿Qué crees que siente la gente cuando se le aproxima alguien pobre?
-Tenemos un enorme desprecio por los pobres y ese es un error cultural, consecuencia de la manipulación hecha desde las oligarquías durante el siglo XIX.
"Recuerdo que 1983 en mi barrio no se conocía gente con trabajo. Era una cosa brutal"."