Describen conexiones cerebrales del procesamiento emocional
Un grupo de investigadores describió, por primera vez, el mapa completo de las conexiones neuronales del procesamiento emocional de los estímulos olfativos en ratones, animales con los que el ser humano comparte el 99% de su código genético.
Los expertos de las universidades españolas de Valencia y Jaime I de Castellón caracterizaron el circuito nervioso del núcleo cortical anterior de la amígdala, hasta ahora parcialmente desconocido, según un artículo publicado por el Journal of Comparative Neurology.
El trabajo caracterizó la relación entre este núcleo y las otras estructuras de las cuales recibe información, así como con las zonas del cerebro a las cuales envía información.
"Este trabajo muestra que esta información llega directamente al núcleo cortical anterior de la amígdala, el cual está directamente interconectado con zonas que procesan información feromonal -hormonas -(que en roedores juega un papel clave en el comportamiento sexual) y también con núcleos relacionados con comportamiento defensivos y agresivos", señaló el académico Enrique Lanuza.
Ese núcleo olfativo de la amígdala se encuentra conectado con regiones que se ha demostrado que están implicadas en aprendizaje pavloviano, es decir, asociar un estímulo con una recompensa o una experiencia negativa.
"A pesar de que los experimentos se han realizado en ratones, estas zonas del cerebro se encuentran evolutivamente muy conservadas, y por lo tanto es razonable esperar una importante similitud con el cerebro humano", explicó Lanuza.
Olores
"Los olores son estímulos particularmente evocadores, y muy a menudo agradables o desagradables, de forma que evitamos estar en lugares donde huele mal. Así, oler bien es una buena carta de presentación social", dijo el investigador.
El experimento se realizó con 15 ratones hembra, a las cuales el equipo realizó la inyección intracerebral de trazadores (moléculas inertes), detectables por la emisión de luz fluorescente o por sus características químicas. Estos marcadores fueron rastreados en el cerebro de los mamíferos.
La ubicación del amor
Junto al deseo
Una de las emociones más fuertes es el amor, cuyos sensores, según científicos de la U. de Concordia, Canadá, se ubican junto a los del deseo sexual, pero separados.
Como las drogas
El amor está en la misma zona cerebral de la adicción a las drogas, al interior del sistema límbico, señalaron los académicos canadienses.