Chile se presenta ante Rusia como la plataforma para ingresar a Latinoamérica
MERCADO. La Direcon destacó las reservas de litio y cobre como claves para el desarrollo de la industria tecnológica.
La Dirección General de Relaciones Económicas Internacionales (Direcon), junto a representantes del sector privado, se reunió ayer con autoridades económicas rusas, presentando al país como la plataforma perfecta para las empresas e inversores rusos que deseen entrar a Latinoamérica.
Energía y minería, alimentación y farmacéutica, infraestructuras, robótica y nuevas tecnologías fueron presentados como sectores en auge en Chile, gracias a la posición de liderazgo en estas materias al interior de la región.
El país mantiene vigentes tratados de libre comercio con 64 mercados, lo cual, a los potenciales inversores rusos, les abre la puerta "al 86,3% del Producto Interior Bruto mundial en condiciones arancelarias privilegiadas", dijo el representante del organismo de promoción InvestChile, Eduardo Busquets.
"Nuestros muchos acuerdos comerciales nos han servido para ser un país puente hacia terceros mercados", señaló la directora de la Direcon, Paulina Nazal, al abrir el seminario bilateral.
Minería
Representantes de la industria pública y privada de Rusia fueron informados de que el país otorga todas las facilidades a los inversores extranjeros, convencido de que su presencia en suelo chileno revierte en el bienestar de toda la nación.
El norte fue citado por sus condiciones para producir energía solar, ya que se trata de uno de los cinco lugares del mundo con mejor radiación solar y costes de producción "muy bajos", destacó Busquets.
Sector clave
El sector minero fue clave en la instancia, a causa de que Chile produce el 54% del litio a nivel global y el 28% del cobre, materias primas claves para las empresas tecnológicas, así como para los fabricantes de automóviles eléctricos.
La delegación encabezada por Nazal afirmó que existen proyectos de inversión en el sector por casi US$ 50 mil millones hasta 2025.
Busquets reconoció que resulta complejo a los inversionistas extranjeros entrar directamente en el negocio de la minería, porque se trata de un ámbito muy regulado en cuanto a estándares de producción, pero apuntó a dos vertientes que podrían ocupar las empresas rusas: su "gran experiencia en la fabricación de maquinaria minera", sumada a su capacidad de ingeniería que puede construir desalinizadoras capaces de llevar el agua desde el Pacífico hasta las industrias mineras.