Proyecto de la nueva cárcel de Calama podría aprobarse durante este 2017
OBRA. De ser así en 2018 se haría el llamado a licitación para luego comenzar la construcción.
Es un enclave siempre cuestionado por ubicarse en pleno centro de Calama, su capacidad está bastante sobrepasada, por eso la necesidad de la construcción de una nueva cárcel se ha vuelto un reto difícil de concretar. Hoy, el proyecto se ve detenido por la desaceleración económica producto de la baja en el precio del cobre.
Sin embargo, esto no significa que no se estén buscando fórmulas para mejorar las condiciones de vida tanto para los reclusos como los miembros de Gendarmería que los cuidan. Así lo manifiesta el seremi de Justicia y Derechos Humanos de Antofagasta, Marcelo Encina, quien espera pronto sacar adelante la Recomendación Técnica (RS) favorable de parte del Gobierno Regional.
"El proyecto ya pasó la etapa de diseño y esperamos contar con la recomendación favorable de parte del ministerio de Desarrollo durante el presente año, lo que daría paso a las siguientes etapas del proceso de construcción, lo que incluye la definición del origen de los fondos para su puesta en marcha, licitaciones y la concreción de la obra", explicó la autoridad de Gobierno.
Respecto a los detalles, la nueva unidad penitenciaria estará emplazada en la ruta CH-23 a 31 kilómetros de Calama, con una capacidad de casi mil plazas, con un total de 37 mil metros cuadrados en obras, más otros 13 mil metros en patios, incluyendo residencias de mejor calidad para los funcionarios de gendarmería.
La construcción debería extenderse por 25 meses y el próximo año se podría hacer el llamado a licitación.
Rehabilitación
Una de las tareas pendientes de las cárceles de todo el país es la reinserción social de los reclusos, labor que en el Centro de Detención Preventiva de Calama, con 508 internos, se intenta buscar nuevas fórmulas para que cuando los condenados recuperen su libertad encuentren un trabajo y se alejen de la vida delictiva.
"Lo primero que podemos destacar es la intervención psicosocial que trabaja en las motivaciones que llevaron al recluso a delinquir. También a los reos de mejor comportamiento se les entrega becas laborales a través del CET Calama y CRS Calama; también tenemos un establecimiento educacional en unidad penal con nivelación de estudios", detalló Encina.
Otras iniciativas a destacar son las de índole deportivo gracias con convenios con el ministerio del Deporte y la adjudicación Fondeporte para actividades deportivas de internos e internas para fomentar la vida sana y la recreación de los reclusos.
Durante los últimos años se han dado dos relevantes pasos, se trata de la lavandería y el traslado desde Ojo de Opache a nuevas dependencias CET.
Durante 2016 se lanzó un programa que capacitó a 36 reclusos en diversos oficios como izaje, albañilería, computación y soldadura, para que generaran nuevas competencias, lo que dio como resultado la contratación de algunos beneficiarios que fueron retirados del círculo delictual.
A nivel técnico, se busca que los beneficiarios puedan contar con oportunidades reales de trabajo, gracias a la búsqueda de ocupaciones acorde a lo que se requiere hoy en día en el mundo laboral. "Esperamos potenciar más esta iniciativa durante el presente año y seguir brindando una reinserción social real en Calama", dijo el secretario regional.
Situaciones complejas
La ubicación de la actual de la cárcel es uno de los mayores cuestionamientos y que transforman en urgente la necesidad de trasladar el recinto, uno de los últimos hechos fue el túnel que se descubrió a principio de 2016.
El descubrimiento se produjo gracias a la información recabada por el departamento de inteligencia penitenciaria, desbaratando así una posible fuga del recinto penal.
El corredor tenía 70 metros de largo por un metro de ancho y se ubicaba en la celda ocho del pabellón 3 del penal, según informó el director regional de Gendarmería de Antofagasta, coronel Pedro Villarroel, la estructura comenzó a construirse hace un año y estaba a sólo cuatro metros de llegar a la calle.
Este año también se produjo la fuga de un recluso, quien luego volvió por sus propios medios hasta tribunales para entregarse, lo que dejó expuesta a la comunidad a la salida de reos de diversas peligrosidad.
La última situación compleja correspondió a la detención de seis funcionarios del CDP por un presunto tráfico de drogas, lo que quedó al descubierto luego de una intensa investigación de inteligencia de Gendarmería, lo que volvió más hermética a la institución carcelaria.
Integración
Dentro de la actual cárcel loína, se produce un fenómeno particular pues un alto número de sus reclusos son de origen extranjero, siendo su mayoría provenientes de Bolivia y cumpliendo penas relativas al tráfico de drogas, con un poco más de 110 internos entre imputados y sentenciados, seguidos por una veintena de colombianos que en su mayoría son imputados, luego se registran cuatro peruanos.
Por ello, la comunidad se ha organizado en varias ocasiones para conmemorar las fiestas patrias de los respectivos países, como ocurrió este fin de semana cuando el consulado boliviano celebró su declaración de independencia, lo que es una señal de integración que mejora la calidad de vida de los internos.
"Se trabaja mucho en mejorar las condiciones de toda esta comunidad penitenciaria, una medida que ha dado buenos resultados son las penas sustitutivas que durante los años han permitido descongestionar el recinto", complementó Encina.
millones es el monto de inversión para la construcción de este recinto penitenciario. En primera instancia el proyecto tenía contemplado un presupuesto el $117 mil millones. $97 mil
meses duraría la construcción del nuevo recinto penitenciario el que se ubicaría en las afueras de Calama. 25
reclusos es la capacidad que tendría la nueva cárcel loína, la que se espera licitar en 2018. 980