Comunidades indígenas reciben la concesión de parque arqueológico
CHUG CHUG. El ministerio de Bienes Nacionales formalizó la cesión gratuita, por cinco años, a las comunidades atacameña de Chunchuri y aymara de Quillagua.
En una ceremonia encabezada por la ministra de Bienes Nacionales, Nivia Palma, y el intendente regional, Arturo Molina, se dio a conocer la resolución con que dicha cartera otorga a la comunidad indígena aymara de Quillagua y la comunidad indígena atacameña de Chunchuri, el uso gratuito por cinco años del territorio donde se emplaza el parque arqueológico de Chug Chug.
Proyecto de puesta en valor patrimonial que han llevado adelante ambas comunidades, en conjunto con el Consejo Autónomo Ayllus sin Frontera y la Fundación Desierto de Atacama, en el marco de la Mesa Intercultural Parque Arqueológico Chug Chug.
Cabe recordar que el pasado 25 de mayo, la Presidenta Michelle Bachelet, distinguió a la Fundación Desierto de Atacama con el premio de Conservación de Monumentos Nacionales 2017, en reconocimiento al trabajo de investigación que realiza en esta zona de geoglifos, una de las mayores concentraciones a nivel mundial, con más de 570 figuras catastradas, y específicamente la labor que se viene desarrollando en el parque arqueológico.
Patrimonio milenario
Los geoglifos del sector de Chug Chug son representativos de una tradición histórica y cultural milenaria (ca. 1000 AC-1550 DC), que involucró a diferentes épocas, sociedades y estilos, en directa relación con las rutas que trazaron y transitaron los antiguos habitantes del desierto.
Confeccionados en directa relación con un camino caravanero prehispánico que atraviesa el área y que por más de tres mil años fue la principal vía de comunicación entre los oasis de Quillagua y de Calama. Sin embargo, pese a que éstos son considerados Monumento Nacional, estos siguen, en la actualidad, expuestos a múltiples amenazas.
Por lo mismo, la Mandataria durante la entrega del premio señaló que Chile mantenía una deuda con el patrimonio arqueológico, dada la inexistencia de una figura legal específica para garantizar su protección, encomendando al ministerio de Bienes Nacionales buscar el mejor mecanismo para proteger y proyecto parque arqueológico de Chug Chug, lo que se materializa con la entrega se su administración a las comunidades indígenas que habitan ancestralmente ese territorio.