En los próximos días llegará a Calama la selección chilena para realizar una preparación especial con miras al duelo por las Clasificatorias mundialistas, que disputará frente al combinado boliviano en La Paz. Será la cuarta oportunidad en que la selección decide instalar su laboratorio en la zona para aclimatarse a la altura, en lo que se ha convertido en una suerte de cábala.
Sí, porque desde aquel alejado marzo de 2004, cuando el entonces estratego nacional Juvenal Olmos, decidió preparase en la capital de El Loa, fue seguido por Marcelo Bielsa, Claudio Borghi y ahora lo hará Juan Antonio Pizzi.
Los primeros tres lograron el resultado esperado y vencieron a los bolivianos. De hecho, Olmos tuvo su reencanto con el aficionado nacional con ese triunfo en el país altiplánico, pero no le alcanzó para mucho porque al poco tiempo debió abandonar la selección, la que finalmente no llegó al mundial.
A Borghi también le fue bien, lo mismo que a Bielsa. Salvo que Borghi fue cambiado por su compatriota Jorge Sampaoli, quien finalmente clasificó al Mundial.
Por ello, son muchos los ojos que están puestos en el trabajo que realizará La Roja de Pizzi en Calama, y desde ya se están ejecutando todas las coordinaciones para que la estada sea provechosa y le inyecte la energía suficiente para que pueda ganar los tres puntos que se requieren para sumar y afianzarse en los lugares que aseguran la clasificación.
Muchos expertos creen que más allá de lo físico y deportivo, lo que ha hecho importante este proceso en suelo calameño es que se trabaja el aspecto sicológico. Como lo dijo Juvenal Olmos: "en Calama los jugadores le perdieron el miedo a la altura".
Sentir que pueden adaptarse bien a poco más de 2.200 metros sobre el nivel del mar, les da la confianza a los futbolistas y entienden que jugar a alto nivel y ganar a a 3.600 metros de altura, no es una tarea imposible.
Eso más el envión anímico de la gente de una comuna que siempre ha respaldado a la selección, le otorga el suficiente plus para venir con tranquilidad prepararse y triunfar en la altura.