De niño problema a campeón mundial
KARATE. Rodrigo Rojas brilló en Japón.
En 1999 Rodrigo Rojas tenía nueve años. En esa época su personalidad era la de un menor agresivo, peleador, que vivía con problemas en su colegio. "Un niño ritalín".
Hoy, ese chico que alucinaba con pelear con todo el mundo cuelga en su cuello de una medalla de oro. No cualquiera. Una que lo acredita como el nuevo campeón mundial de karate en la disciplina JKA, la más importante de Japón. ¿Cómo logró enrielarse?
"Siempre fui bien problemático. Estaba condicional en mi colegio, pasaba peleando con todos, le ofrecía combos a cualquiera. Tuve muchas peleas callejeras, tonteras de cabro chico. Mis papás sufrieron mucho", cuenta desde Europa, donde hace una semana se subió a lo más alto del podio planetario.
Justamente esta agresividad y ganas de pelear hicieron que se obsesionara con entrar a una escuela de karate que se armó en el condominio donde vivía. "Obviamente nadie en mi casa quería. Pensaban que iba a terminar peor, que no me controlaría".
El tiempo dijo otra cosa. reconoce que el comenzar a practicar este deporte de contacto fue un antídoto.