Días atrás miramos con estupor cómo dos huracanes causaron estragos en el Caribe y sur de Estados Unidos, donde fuimos meros espectadores y lamentando las pérdidas de vidas humanas y los millonarios daños provocados en una gran extensión de esa zona.
Pero este inusual comportamiento de la naturaleza no es ajeno a nuestra provincia, luego que profesionales de la Dirección Meteorológica de Chile proyectaran que la provincia de El Loa se verá afectada por un intenso invierno altiplánico el próximo verano, lo que implica estar preparados y tomar los resguardos necesarios.
Esta predicción es en base a un análisis de los sistemas atmosféricos que anuncian la llegada del fenómeno conocido como La Niña y que traerá como comportamiento fuertes lluvias en la zona.
Dado que están las condiciones para generar un aumento en las actividades de masa fluida en la zona, nos obliga a activar todos los mecanismos que se han preparado frente a una eventualidad de este tipo.
Además, debieran realizarse las coordinaciones necesarias para alertar de las zonas en riesgo, y medidas adecuadas para soportar lluvias inusuales y prolongadas.
Esto también debe extenderse a las viviendas, y entregar la información necesaria e inspecciones domiciliarias que orienten sobre las medidas que deben adoptarse de acuerdo a cada realidad.
No nos podemos quedar impávidos ante una situación como esta y debemos actuar oportunamente, tal como lo ha estado realizando el MOP que reevalúa las obras públicas que se han hecho en la zona y si están en condiciones de enfrentar crecidas de ríos, escurrimiento de aguas en grandes volúmenes y si la infraestructura construida está en condiciones de soportar una inclemencia del tiempo.
No podemos tampoco sembrar el terror, porque es una probabilidad, aunque no se puede descartar conforme a los hechos climáticos que han ocurrido en los últimos años en la zona.
Esperamos que exista la capacidad de tomar medidas oportunas y de entregar orientaciones claras para evitar una catástrofe.