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41 años | 24 de septiembre de 1976

Nueva ley para uranio chileno

Veinte firmas extranjeras interesadas en invertir en proyectos chilenos de exploración y explotación de uranio, podrán suscribir contratos a este respecto con la Comisión Chilena de Energía Nuclear, en virtud de un Decreto Ley que se publicará mañana en el Diario Oficial. Dichas empresas fueron avisadas de los requisitos de los contratos.

32 años | 24 de septiembre de 1985

Encargada la detención de Seguel y Bustos

La Sexta Sala de la Corte de Apelaciones de Santiago, en fallo unánime, encargó ayer reos a Rodolfo Seguel Molina y Manuel Bustos Huerta, presidente y vicepresidente respectivamente del Comando Nacional de Trabajadores como autores de tres infracciones a la Ley de Seguridad del Estado.

16 años | 24 de septiembre de 2001

Comienza el pago de bono por traslado

Estas dos semanas resultarán cruciales para los trabajadores de la División Chuquicamata de Codelco que participaron de la firma del acuerdo para el traslado del campamento. Por una parte los consignados en el Grupo Siete, vale decir, 3 mil 200 trabajadores quienes tienen viviendas recibirán su compensación en dinero.

El respeto por los inmigrantes

El gobierno recién responde a los requerimientos de los foráneos con modificaciones a la ley, pero falta apoyar a los servicios de atención. En El Loa la llegada de extranjeros se ha disparado a cifras que fácilmente podrían llegar al 20 por ciento de la población total. Por ello extraña, que no se procure una mejor atención.
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El tema migratorio ha sido reiterado en los últimos días, debido al inicio de las campañas parlamentarias y presidenciales. Este fenómeno, que alguna vez quisimos mirar de lejos, hoy está presente y con mucha fuerza en casi todo el país, y es el Estado el que tiene que dotar de los mecanismos necesarios para atender y responder a los requerimientos de quienes llegan a nuestro país en busca de un mejor futuro.

En la provincia El Loa, la llegada de extranjeros se ha disparado a cifras que fácilmente podrían llegar al 20 por ciento de la población total. Por ello extraña, que no se procure una mejor atención para quienes estén en condiciones irregulares puedan realizar sus trámites de residencia.

La crítica responde a que es insuficiente que la oficina provincial de Extranjería cuente sólo con dos funcionarios para la atención de las casi 200 personas que llegan a diario en busca de atención.

El sistema instalado para la obtención de un número que asegure la atención por internet fue una solución, ello hasta que aparecieron acaparadores y empezaron a hacer negocio con la necesidad de los foráneos.

Así se ha llegado a que personas pernocten largas horas y esperen alguna eventualidad para ser atendidos, lo que atenta contra su dignidad de ciudadanos.

Claramente el Estado no estaba preparado para soportar esta explotación migratoria, pero ya ha transcurrido el suficiente tiempo para lograr una adaptación y responder a quienes han elegido a nuestro país como su tierra de oportunidades.

De hecho recién el mes pasado el gobierno presentó las modificaciones a la ley migratoria, las que modernizan un reglamento obsoleto y discriminatorio, el que también establecerá los requisitos para poder permanecer en territorio nacional.

Medidas esperadas, pero que deben incorporar un mejor trabajo con las reparticiones públicas encargadas de las tramitaciones y de las orientaciones a quienes llegan desde el exterior. No se puede permitir abusos y menos un flanco en el que aprovechadores intenten lucrar, porque la migración está lejos de terminar.

"Mi Paz les doy" …

Esa paz se alcanza cuando se trabaja ya en este mundo por unirnos y exaltar la comunión.
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Cuando Jesús se sentó a cenar por última vez con sus discípulos, entre varias cosas les dijo: «Mi paz les dejo, mi paz les doy» (Jn 14, 27). Y cuando se nos cuenta acerca del lema que el Papa elige al venir a visitarnos el próximo mes de enero a Chile: «Mi paz les doy». Me surge la reflexión que les escribo. Sí, el Papa viene como un mensajero de la paz que brota desde dentro, esa paz distinta a la de los cementerios, aquella paz que Él mismo Señor nos proclamó solemnemente en el Sermón del Monte: «bienaventurados los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados, hijos de Dios» (Mt. 5,9).

Sí, Francisco es un hijo de Dios, pero todos nosotros los bautizados somos hijos de Dios, por tanto, trabajemos por ser vínculo de comunión y trabajadores incansables de la paz. ¿Por qué este lema?, porque Chile, en medio de las contiendas sociales nos polarizamos; y más que rescatar un trabajo por lo que nos une, nos hemos ido dividiendo entre los míos y los otros, los amigos y los adversarios, los que piensan como yo y los demás, los que son de mi equipo, y los que son rivales, los de izquierda, los de derecha, los de mi religión y los que se van a condenar… ¡no puede ser!

Hace falta una mirada de Estado, hace falta una visión de futuro. Y esa paz se alcanza cuando se trabaja ya en este mundo por unirnos y exaltar la comunión. Todo parte por un trabajo muy en el corazón de cada uno, desarmándonos ante los demás, y aprendiendo a ver como hermanos y personas dignas a todo el prójimo. Somos personas, seres humanos que no podemos seguir dividiéndonos ni por captar adherentes en desmedro de otros, ni por conseguir correligionarios… Cuánto nos falta una mirada en paz, para poder algún día sentirnos hermanos. Las fiestas de unos son las tristezas de otros… ¿hasta cuándo podemos estirar el alma de Chile?... no queremos el alma desgarrada, no queremos construir sobre las tumbas de los adversarios. Queremos ser una nación de hermanos y fraterna. No nos gustan las palabras de amenaza, pero tampoco acogemos las súplicas de Dios, que nos trajo sólo paz en su Hijo Jesús, y nosotros lo crucificamos. Trabajemos por una paz que se quede en medio nuestro.

Oscar Blanco Martínez,

Obispo de Calama