Buscan que el paseo Ramírez y la plaza estén libres de comercio ambulante
INICIATIVA. Municipio no está entregando permisos para que los vendedores ofrezcan sus productos en esos lugares y los que tenían fueron reubicados en otras arterias. En el centro son 96 los comerciantes callejeros que trabajan de forma legal.
Si bien las obras del Paseo Ramírez y de la Plaza 23 de Marzo aún no han sido entregadas oficialmente al municipio de Calama, hace varios meses ya están abiertas para que los peatones diariamente transiten por ahí.
Una apertura que, junto con evidenciar la nueva infraestructura, también ha fomentado el aumento de los vendedores ambulantes, cuya mayoría no tiene el permiso para ejercer esta ocupación callejera en ese sector.
Esta es una situación de la que el municipio tiene conocimiento y por ello busca aplicar algunas medidas a fin de regular y controlar el aumento de este comercio callejero.
Según comentó la directora del departamento de Inspección Municipal, Magaly Gutiérrez, tanto el paseo Ramírez como la Plaza 23 de Marzo se concibieron para que en esta nueva etapa sean puntos libres de vendedores ambulantes.
Esto por que la idea es que quede lo más liberado posible para el tránsito de los peatones que es la principal función de un paseo peatonal.
En este sentido, Gutiérrez dijo que una de las medidas que se han adoptado es no entregar permisos para que se instalen en dichas arterias.
También dijo que los vendedores que antes trabajaban ahí fueron reubicados en otras arterias del casco central.
"El paseo Ramírez queremos mantenerlo despejado, limpio, con acceso para las personas que debieran transitar por un sector que cumpla la finalidad de dar prioridad al tránsito peatonal, por eso se cerró la calle. Por lo tanto, si llenamos de ambulantes eso no prospera", dijo la directora de Inspección Municipal.
Explicó que junto con mejorar el tránsito peatonal erradicando este tipo de comercio, otro de los objetivos es no perjudicar al comercio establecido que se encuentra allí.
"Queremos que ese comercio establecido se mantenga, no muera porque e de lo contrario muere nuestro centro cívico, que es como el corazón de la ciudad", precisó Gutiérrez.
En cuanto a los vendedores que diariamente se instalan en el paseo, muchos de los cuales hacen uso incluso de las bancas para exhibir los productos que ofrecen, la directora de Inspección Municipal comentó que "nosotros nos hemos dedicado a limpiar el paseo cada vez que podemos".
Ordenanza
Según cifras que maneja el departamento de Inspección Municipal, actualmente en el centro de Calama hay 96 comerciantes ambulantes que cuentan con permiso provisorio.
Ellos están distribuidos en calles como Abaroa, Latorre, Balmaceda, Vargas, incluso el parque Manuel Rodríguez, quedando fuera Ramírez y la plaza.
Un número para nada despreciable si a eso le sumamos aquellos que se instalan sin tener los permisos correspondientes.
Este aumento de vendedores hace necesario entonces que se trabaje en una regulación y es por ello que la municipalidad ya se encuentra trabajando en la elaboración de una ordenanza que como su nombre lo indica, sirva para ordenar este rubro.
Un trabajo que a juicio de Gutiérrez requiere de tiempo y análisis a fin de no perjudicar ni al comercio establecido, ni al ambulante, sino más bien, poder conciliarlos a ambos.
"No te puedo anticipar mas cosas porque en realidad hasta que no sea aprobada tiene todo un trámite administrativo, lo que si te puedo anticipar es que nosotros queremos ayudar al uno y al otro y para eso , la verdad es que no es fácil buscar ese equilibrio", expresó la jefa municipal.
En cuanto al plazo estimado para que esta ordenanza entre en funcionamiento, Gutiérrez dijo que esperan tenerla lista a fin de 2017 para que pueda estar aplicable en 2018.
La cámara de Comercio de Calama en voz de su presidente, Rodrigo Barrera manifiesta que es necesario que en Calama exista una ordenanza que permita regular este tipo de comercio.
Agrega que, sin lugar a dudas, la proliferación de los ambulantes ha perjudicado en varios sentidos al formal.
Uno de ellos tiene relación con la competencia desleal que se genera puesto que los informales no pagan arriendo, ni impuestos a la renta. Además que venden mucho más barato, por lo mismo.
Dijo que si bien en esta nueva administración municipal se aumentaron los inspectores y también las fiscalizaciones, se debe ir aún más allá.
En ese sentido propone, al igual que el municipio, de erradicar el comercio ambulante en arterias como el Paseo Ramírez, así como también ver ejemplos como el de Concepción en donde no sólo se sanciona a quien vende de forma ilegal en las calles, sino que también a quien compra el producto.
"Se hace necesaria una ordenanza y que esa ordenanza vaya acompañada de una mayor fiscalización y también tenemos que pensar cómo mejoramos nuestro comercio", dijo Barrera.
En este aspecto explica que se podrían buscar alternativas donde se pueda concentrar este tipo de actividad, como establecer alguna calle en especial y dotarla de mejor infraestructura. "Yo he conversado con varios ambulantes y ellos están dispuestos a mejorar sus condiciones".
Potenciar el turismo
Cámara y municipio coinciden en que es necesario reformular esta actividad comercial, sobre todo si se busca generar y fomentar un polo turístico en el casco central de Calama.
En el caso del municipio, Magaly Gutiérrez dijo que eliminando el comercio de algunas calles "queremos darle un plus, un acento en aquellas cosas que puedan servir para darle una buena impresión al turista".
En tanto, el presidente de la Cámara de Comercio dijo que ya es hora que la ciudad vaya evolucionando con miras a potenciar este polo turístico y que una de las primeras medidas es el ordenamiento del comercio callejero.
La venta de comida no cuenta con patente municipal
Uno de los comercios que más han proliferado sobre todo en el centro y en horas de la tarde, tiene relación con la venta de alimentos como brochetas, así como también de dulces como alfajores, queques y hasta roscas. En este sentido la directora del departamento de Inspección MUnicipal, Magaly Gutiérrez dijo que ninguno de esos carritos están autorizados para trabajar, pues no cuentan ni con los permisos municipales y menos sanitarios. "El ambulante que vende en la calle el alimento, no está autorizado yo incluso le haría un llamado a la comunidad a que no consuma porque se arriesgan altamente y es un riesgo mayor", dijo.