Cristian Castro Orozco
está vinculada con la migración"
Antofagasta es la segunda región del país con el mayor número de campamentos (superada sólo por Valparaíso), lo que de por sí es un dato que invita al análisis. Pero hay otro componente clave: en esta zona el crecimiento de estos barrios informales está íntimamente ligado a la presencia de familias extranjeras que han llegado buscando empleo.
En una reciente visita a la ciudad, el director ejecutivo de TECHO-Chile, Sebastián Bowen, pudo palpar la "cara inmigrante" que caracteriza a los campamentos de la región.
El sociólogo fue director de la ONG entre 2005 y 2009, momento en que abandonó el cargo para asumir como coordinador de la campaña presidencial de Eduardo Frei Ruiz-Tagle.
Después del fracaso del candidato, Bowen se dedicó a viajar y a estudiar en el extranjero, llegando a trabajar para una fundación haitiana.
El 15 de junio de este año retornó a TECHO-Chile, la fundación nacida en 1997 con la meta de superar el déficit de vivienda para el 2000, objetivo que 17 años después no sólo sigue presente, sino que es más transversal que antes.
Proyecto
A 17 años de que se declarara el objetivo de superar el problema, nos encontramos con más campamentos que antes...
-Es una realidad y muchos de estos campamentos crecen debido a la llegada de los inmigrantes al país. Hay un déficit habitacional inmenso que no son sólo las 40 mil familias que viven en los campamentos, sino las 390 mil que potencialmente podrían llegar a estos lugares en Chile. Hay además un desafío de construir ciudades inclusivas, que es lo que nos motiva como organización.
¿Cree que el trabajo de esta ONG en la región va más de la mano con los inmigrantes?
-Distinguiría varios elementos. La realidad de los campamentos en esta región está intrínsecamente vinculada con la migración, porque ésta a su vez va vinculada a un factor de vulnerabilidad.
La gente llega a vivir a estos lugares cuando enfrentan situaciones de vulnerabilidad extrema, ya sea porque ven afectados sus ingresos normales o porque quedan sin trabajo. Ahora, una cosa es cómo erradicamos los campamentos y otra cómo atacamos las causas de su formación. Porque lo que no debemos olvidar es que los campamentos son el síntoma de una enfermedad.
¿La gestión de TECHO termina con la entrega de una mediagua, o también se contempla algún tipo de reinserción laboral?
-Estamos empecinados en trabajar con el aspecto de la pobreza multidimensional. La vivienda es un aspecto de esa pobreza y por eso creemos que una reinserción debe ser más integral posible. Trabajamos en el proceso previo a que una comunidad o comité se vaya a una vivienda definitiva. Ahora, cuando la gente se traslada a una nueva vivienda, comienza a pagar cuentas y con ello viene una integración completa a la sociedad.
Buscamos una punta de lanza para trabajar otras problemáticas, de manera que la erradicación no sólo sea de vivienda, sino también de la pobreza y ese es un trabajo multidimensional.
¿Hay una diferencia entre el TECHO donde comenzó a trabajar y el TECHO de ahora?
-Hay una gran diferencia, y no sólo las externas a la institución. Actualmente contamos con una organización que sabe más de políticas de vivienda, con datos duros de la formación de campamentos y estudios que los monitorea de forma cercana. Además hay situaciones externas a la institución.
¿Cuáles son las características de los campamentos de la región versus los del resto del país?
-Las realidades de los campamentos en Chile son diferentes. En Valparaíso están más asociados a grandes asentamientos que buscan radicarse en su lugar, es decir, formalizarse y urbanizarse. Los de Santiago son microcampamentos y es difícil encontrar grandes comunidades.
Y en la región...
-Los campamentos del norte están asociados a una situación de mucha migración y también a una situación del suelo y sus precios.
Creo que aquí la realidad es transitoria. Hay que identificar a dos grupos de vulnerabilidad: la pobreza crónica y la transitoria. Me parece que la de Antofagasta es más transitoria, porque depende siempre del comportamiento económico de la zona. Ahora, es obvio que hay gente inmigrante que llega de otros países para instalarse en un campamento porque es la primera oportunidad que tienen, pero creo que al menos, en esta zona, es algo más transitorio.
"Una cosa es cómo erradicamos los campamentos y otra cómo atacamos las causas de su formación. Porque lo que no debemos olvidar es que los campamentos son el síntoma de una enfermedad"."
60 campamentos existen en toda la región, siendo esta la zona que más asentamientos presenta a nivel nacional, después de la Región de Valparaíso.
21,4% de los extranjeros que residen en el país (de un universo de 465.319) viven en condición de hacinamiento según la Casen. Este problema se configura cuando 2,5 personas ocupan un dormitorio.