Cristián Venegas M.
Con la decisión de Codelco de cerrar el Convertidor Teniente -una de las dos líneas de fusión de Chuquicamata- es clave lo que suceda con el horno Flash, cuyo proceso de mantención está bajo cuestionamiento. Tanto es así, que la Comisión de Minería de la Cámara de Diputados visitará la división para conocer en terreno la situación del equipo de la Fundición de Concentrados.
La solicitud fue hecha en la última sesión del organismo por la diputada Paulina Núñez a objeto de interiorizarse de la situación del horno Flash y profundizar en la visión de trabajadores y dirigentes. Visita, cuya fecha se definirá en la próxima sesión programada para el miércoles 8 de noviembre.
Citación y oficios
En la oportunidad tomaron parte los dirigentes sindicales de la división, quienes detallaron la licitación y contratación de servicios de terceros para labores de mantención del horno Flash por un valor cercano a los US$ 42 millones.
Trabajos, aseguraron, que antes realizaba mayoritariamente el personal propio a quienes, en esta oportunidad, se destinó solo un 3% del presupuesto. En un proceso que hoy presenta casi un mes de retraso y que han debido asumir los funcionarios de Codelco.
Tras la reunión con los diputados, la presidenta del sindicato de trabajadores N°2, Liliana Ugarte, junto con valorar lo provechosa de la cita, informó que "enviarán los oficios pertinentes a las entidades a cargo de fiscalizar las acciones de Codelco, es decir, Cochilco y la Contraloría General de la República, para que establezcan la génesis, desarrollo y resultados desastrosos de la contratación de una empresa externa para la mantención del horno".
En la sesión, además, los congresistas acordaron citar al presidente del directorio de Codelco, Oscar Landerretche, y solicitar una junta extraordinaria de accionistas para analizar el cuestionado mantenimiento del equipo. "Si vamos a externalizar es para que la cosa ande mejor y no peor y eso es lo que concluyo después de escuchar a los dirigentes", enfatizó la parlamentaria de RN.
Claves del proceso
El dirigente del sindicato de trabajadores N°3, Rolando Milla, expuso a los diputados sobre la cuestionada mantención del horno Flash. Proceso que explicó, debe realizarse en promedio cada cinco años y que era hasta hace unos pocos responsabilidad exclusiva de los trabajadores de la estatal.
"En 2012, por nuestros conocimientos, la empresa nos solicitó hacer la mantención, aceptamos, y en 2013 además se potenció el horno con un cambio tecnológico. Pero este 2017 se nos cerró la puerta, pues Codelco firmó un contrato con la empresa finlandesa Outotec, que se haría cargo del desarme y armado del complejo", detalló el sindicalista.
Decisión que la cuprera le informó a la dirigencia sindical recién en junio, precisó Milla: "Codelco contrató una tercerización completa de gran envergadura e importancia para la división, en valores exorbitantes, que se realizó históricamente por personal propio". Mantención que en esta pasada considera un número mínimo de trabajadores propios.
Fue así que la dirigencia sindical inició un proceso de defensa de la empleabilidad, en el que se presentaron argumentos técnicos, dotacionales y laborales, para defender la participación de los trabajadores. Además, recordó Milla, "la experiencia indicaba que existen trabajos anteriores entregados a terceros, que no han sido realizados ni garantizados de buena manera y los trabajadores se hacen cargo de esos errores, corrigiendo con la experiencia, compromiso y conocimiento, los déficit de una mala administración de Codelco".
Se cumple la advertencia
Entre los errores que se cometieron en el proceso de mantención, por parte de trabajadores externos de Outotec que no tenían conocimiento del equipo, está el montaje al revés del horno Flash y la deformación de éste. A lo que se sumó un retraso de 22 días.
Sobre estos puntos, el directivo detalló que "la empresa no fue capaz de sacar la acreción del horno (cobre que se escurre entre los ladrillos refractarios), que pesa alrededor de 4.500 toneladas, deformando el reactor en su totalidad y obligando a la destrucción de paredes esenciales en la estructura del mismo".
En esta etapa, continuó, "la administración de Chuquicamata pide ayuda a nuestros trabajadores y ellos, sin un acuerdo monetario en un principio, acceden y en mediodía sacan la primera parte, mientras que los terceros llevaban varios días sin concretar nada".
Mientras esto sucedía, la empresa contratista ya había pedido una prórroga de cinco días para cumplir la labor, que los trabajadores cumplieron en 25% en cuestión de horas.
"La empresa chocó uno de los trozos de material con una viga madre de la estructura, porque no conocía el área física del horno Flash, pero Codelco entregó a esta gente un trabajo que de verdad nos tiene muy preocupados. Se tuvo que reconstruir las paredes y cuadrar nuevamente el horno. En el desarme que hicieron estos señores destruyeron la torre 'up take', porque para cortar la acreción ingresaron unas máquinas y como no cabían cortaron la torre, algo que no se hace en ninguna parte, pero que sucede en Chuquicamata", prosiguió el dirigente.
"No nos escucharon"
En este contexto, Milla planteó una serie de interrogantes a los integrantes de la Comisión. En primer lugar, cuánto deja de recibir el Fisco por las malas decisiones de la plana mayor de la administración de Codelco, y en segundo término, por qué no se le pone atención a los trabajadores, que con su conocimiento aumentan el valor del negocio.
"Por qué planteamos esto, porque el gerente que llegó a la Fundición de Concentrados, nunca escuchó a la dirigencia sindical y se cerró en que había que entregar la mantención a la Outotec (…) No nos tomaron en cuenta, aun cuando firmamos el Pacto Estratégico por Chile, pero aquí la participación de los trabajadores quedó en cero", lamentó.
El dirigente de Chuquicamata especificó además que en la presentación de junio de la empresa, se les detalló que la contratista recibiría 42 millones de dólares por la mantención, 21 correspondientes a materiales y repuestos, y otros 21 por concretar el trabajo, el que recalcó no se hizo.
"Qué consecuencias tiene esto, quién se hace responsable… nuestros propios trabajadores asumieron la hazaña de armar de nuevo el horno, el que fue destruido por la empresa colaboradora por no tener los conocimientos y experiencia en este tipo de mantenimientos, que es de alta complejidad", dijo.
"Siempre tratamos de hacerle entender al gerente general y a su plana ejecutiva, que la experiencia y conocimiento de los trabajadores ahorraría tiempo y dinero a la empresa, pero su atención se nos fue negada, ellos hicieron oídos sordos, no nos escucharon, no querían la participación de nuestros trabajadores", añadió en su exposición a los congresistas, Rolando Milla.
"En 2012, por nuestros conocimientos, la empresa nos solicitó hacer la mantención, aceptamos, y en 2013 además se potenció el horno con un cambio tecnológico, pero este 2017 se nos cerró la puerta".
Rolando Milla, Dirigente sindicato N°3"