Si bien la reforma a la Educación posee varios ejes, uno de los que más llama la atención de los padres y apoderados es la Ley de Inclusión, porque precisamente da indicaciones sobre cómo se accederá a los colegios, cuándo se dejará de cancelar el copago y asegurar que los recursos estatales sean utilizados para su fin principal y no se lucre.
Bajo este contexto, desde la seremi de Educación explicaron cada uno de estos ámbitos. Respecto a cuándo los colegios particulares subvencionados pasarán a ser corporaciones o fundaciones, detallaron que el plazo concluye el próximo 31 de diciembre.
"Al primero de enero de 2018 todos los prestadores del servicio educativo en el sistema particular subvencionado deberán ya estar organizados como corporaciones o fundaciones, sin fines de lucro y con giro único educacional", detallaron desde la secretaría, además de precisar que en Calama ninguno que estaba bajo esta figura decidió ser particular pagado.
En cuanto a la propiedad o no de la infraestructura, argumentaron que en el caso de las corporaciones o fundaciones que no sean propietarias de los inmuebles en que funcionan sus proyectos educativos y quieran adquirirlos, "podrán acceder a un crédito con garantía de Corfo".
"La Ley de Inclusión creó un fondo para estas compras, teniendo en la perspectiva la estabilidad y la proyección en el tiempo de la educación particular subvencionada, pues al ser propietarios del inmueble no estarán supeditados al cambio de destino en el uso que, eventualmente, pueda darle a esos inmuebles sus legítimos dueños", agregaron.
Asimismo, quienes no puedan comprar la ley especifica que podrán usar el inmueble en comodato o en arriendo.
Copago
Una de las interrogante que seguramente tienen los padres es cuándo dejarán de pagar las mensualidades en los respectivos colegios, en este sentido, desde la seremi explicaron que no existe un plazo definido.
"No se les puede transmitir a los apoderados fechas exactas para que su colegio sea gratuito, ya que esto depende de los montos de copago de cada establecimiento, los con copago más bajo irán ingresando paulatinamente al régimen de gratuidad, y a su vez, los con copago más elevado serán los últimos en ingresar al régimen de gratuidad", argumentaron.
Explicaron que esto obedece a que la ley establece un mecanismo de sustitución gradual de los aportes que hacen los apoderados, "concretamente, año a año, por cada peso que aumente la subvención por alumno, en ese mismo peso disminuirá los aporten las familias vía copago.
En tanto, ha surgido la opción del aporte voluntario, que en este caso desde la seremi dijeron que sí se puede seguir entregando, pero en la medida que efectivamente "sean voluntarios y en el monto que los mismos padres determinen".
Admisión
La reforma, a través de la Ley de Inclusión, busca terminar con las barreras de ingreso a cualquier recinto que reciba recursos del Estado, por lo que creó el Sistema de Admisión Escolar (SAE), que busca asegurar que "sea la familia y no su capacidad de pago la que elija al proyecto educativo de su elección, asegurando una verdadera libertad en la materia".
De esta manera, este sistema asegura que no habrán estudiantes sin matrículas, pues existe la capacidad educacional para absorber toda la demanda que existe.
Tal como se ha implementado esta reforma, este sistema recién comenzará a funcionar en la región de Antofagasta el próximo año y sólo para prekinder, primero y séptimo básico, además de primero medio, mientras que en 2019 será el turno de los demás niveles, esto en la medida que existan cupos en los cursos, pues se respeta la continuidad de la matrícula.
"La postulación se harán a través de una plataforma centralizada, administrada por el Mineduc, de esta forma los padres, madres y apoderados podrán optar por tres proyectos educativos de su elección, luego será un sistema, utilizando factores previamente establecidos, que le asignara el colegio, dentro de los tres indicados por los mismos padres", argumentaron.
Regulación
Un rol fundamental tendrá la Superintendencia de Educación, ya que deberá fiscalizar el cumplimiento de la normativa.
Respecto al proceso de admisión, algunos aspectos que ya se están aplicando, como que "ningún niño o niña de desde pre kínder a sexto básico puede quedar fuera de un colegio que recibe subvención del Estado por razones académicas, es decir, no pueden aplicar pruebas, test y distintos tipos de evaluaciones para detectar el rendimiento pasado o potencial del estudiante", recalcó el director regional de la Superintendencia de Educación (SIE) de Antofagasta, Víctor Alvarado.
En cuanto a los postulantes de séptimo a cuarto medio pueden ser sometidos a "evaluaciones, test de habilidades y pruebas, que tengan por finalidad detectar el rendimiento potencial o pasado del postulante hasta que entre en aplicación la Ley de Inclusión en nuestra región respecto a los procesos de admisión".
Asimismo, se califica como práctica que va en contra de la normativa educacional el pedir informes de personalidad, como tampoco se les puede exigir a los padres certificados de bautismo, matrimonio, el credo, una fotografía de la familia y liquidaciones de sueldo.
"Ningún colegio en Chile puede discriminar a un alumno por razones de salud ni por ninguna otra causa. La exigencia de un certificado médico que garantice "salud compatible con la vida escolar" establece, sin duda, una limitación al acceso a la educación. Sólo se puede solicitar información médica, después que los alumnos y alumnas están matriculados con el fin de ayudarlos en su proceso educativo", enfatizó Alvarado.
Alcances
En tanto, es necesario aclarar ciertos aspectos que se han confundido con respecto a lo que implica la Ley de Inclusión, como por ejemplo la presentación personal de los estudiantes.
En este marco, la Superintendencia de Educación es tajante en argumentar que la ley no autoriza a los estudiantes a asistir vestidos o peinados como ellos gusten. "Si el reglamento del colegio regula la apariencia personal y establece sanciones para el caso de incumplimiento, podrá aplicar estas medidas a los estudiantes que no las cumplan, sin embargo, ninguna medida que se adopte puede significar la exclusión o marginación del estudiante de sus actividades escolares", explicó Alvarado.
Agregando que "en definitiva el establecimiento no podrá devolver a los estudiantes a sus casas y no podrá dejarlo fuera de una determinada clase o actividad, por ejemplo enviándolo a inspectoría o a la biblioteca".
Destacó que esta ley busca fomentar y promover la responsabilidad en los alumnos, en cuanto al ejercicio de sus derechos, como también al cumplimiento de sus deberes escolares, cívicos, ciudadanos y sociales.
"Por ello es importante que las familias conozcan los proyectos educativos que han elegido para sus hijos o pupilos y respeten lo establecido en el reglamento interno. Sin embargo, se recalca que ningún estudiante puede ser excluido o alejado de sus actividades educativas en caso de presentación personal, uso de uniforme o falta de textos y útiles escolares", puntualizó.
En caso de consultas, dudas o la denuncia de irregularidades, los padres de Calama pueden hacerlo a través de la página web www.supereduc.cl o visitando las oficinas en Antofagasta ubicadas en General Borgoño Nº 934, piso 7, oficina 704.
31 de diciembre de 2017 vence el proceso para que los establecimientos educacionales se convirtieran en fundaciones o corporaciones. A partir del 1 de enero comienzan las entidades gestoras sin fines de lucro.
2018 se inicia el Sistema de Admisión Escolar en la región de Antofagasta en prekinder, primero y séptimo básico y primero medio. A partir de 2019 el resto de los niveles, en la medida que existan cupos.
3 opciones para escoger establecimientos educacionales tendrán los padres y apoderados. Un sistema centralizado por el Mineduc hará la distribución de acuerdo a este interés.
LA ley de Inclusión, que implica fin al copago, fin al lucro y acceso igualitario a la educación está tomando fuerza y comenzará con mayores atribuciones el próximo año.
Johanna González
cronica@mercuriocalama.cl
Se busca que la educación sea de calidad para todos los alumnos y no por su situación socioeconómica.