Compras con tarjetas de crédito pueden ser 135% más baratas que los avances en efectivo
FINANZAS. Expertos y autoridades llaman a quienes estudian solicitar un crédito de consumo o avance en efectivo de fin de año, a diferenciar entre "lo que quiero" y "lo que necesito", comparar y cotizar siempre, y endeudarse responsablemente.
Los diversos gastos y compromisos de fin de año: matrículas, graduaciones, Navidad, Año Nuevo, o vacaciones para quienes planifican tomarlas tan pronto llegue el 2018; llevan a muchas personas a buscar alternativas de financiamiento en bancos, cooperativas de ahorro y crédito o el retail. Compromisos que expertos y autoridades, llaman a contraer con responsabilidad y la mayor información disponible.
En qué poner atención
Respecto de qué factores se deben considerar a la hora de solicitar un crédito o un avance en efectivo, el profesor de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad Central, Osvaldo Segovia, dijo que en primer término se debe tener presente que se adquiere un compromiso de mediano o largo plazo y con una institución financiera, por lo que se verán comprometidos los recursos futuros, lo que por consiguiente, afectará la obtención de bienes futuros.
"Dentro de los elementos a tener presente y a los que hay que prestar mucha atención están el monto del crédito, el plazo y el eventual incremento en la tasa de colocación o interés de acuerdo al plazo de pago. De igual manera, es importante evaluar los seguros asociados, como el de cesantía y el desgravamen y si le ofrecen o no períodos de gracia", explicó.
El facultativo advirtió, además, que se debe tener cuidado con las promociones, pues algunas ofrecen un pago diferido de cuotas, lo que puede implicar una tasa de interés más alta que el promedio de la banca. Otro punto que en general no toma en cuenta, son las cláusulas del contrato, tales como las comisiones y otros gastos asociados.
"Es importante manejar la regla del 25%, es decir, no pagar cuotas de un monto mayor a ese porcentaje del sueldo disponible, lo que dependerá, claro está, de la flexibilidad y capacidad de pago de cada persona", recalcó Segovia.
Grandes diferencias
Consultado sobre si es efectivo que los avances es la opción menos ventajosa ala hora de endeudarse, el docente dijo que en general y de acuerdo a estudios realizados por Sernac, resultará siempre más barato realizar una compra con la tarjeta de crédito que efectuar un avance en efectivo, que debería ser utilizado solo en un caso de emergencia.
"De hecho, en algunos casos podría terminar pagando, en total, el doble de lo que se solicitó, encontrándose diferencias de hasta un 135%. Así que es recomendable comprar al contado, si es factible y si de todas maneras va a utilizar el crédito, la recomendación será siempre cotizar. En promedio, resultará más barato pedir un crédito simple en una caja de compensación que obtener un avance con las tarjetas de crédito del retail o de la banca", detalló.
Informarse y cotizar
La seremi de Economía, Gabriela Gómez, coincidió en que la primera recomendación es informarse y cotizar a la hora de buscar algún crédito y subrayó que es importante "conocer los distintos costos que implican, como son los seguros de desgravamen, que no son obligatorios; a la vez de que es fundamental revisar las pólizas, ya que son los más costosos y no necesariamente tienen la mejor cobertura".
Otro factor a considerar, agregó la secretaria regional, es la planificación del presupuesto, que "juega también un rol importante para que estas fiestas de fin de año puedan disfrutarse y no vivirlas bajo la presión de deudas innecesarias", dijo Gómez.
Quiero vs necesito
La Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras (SBIF), elaboró una serie de recomendaciones para quienes estudian tomar un crédito de consumo. Entre estos puntos está realizar y mantener un presupuesto mensual, lo que significa llevar un registro permanente del dinero que una persona obtiene y gasta durante un determinado período de tiempo. Generalmente, los flujos de ingresos son más claros y estables en el tiempo, mientras que los gastos son mucho más variables.
Las ventajas de hacer un presupuesto y de ir incorporando periódicamente la información, agrega la SBIF, es que ayuda a ordenar los gastos, tanto permanentes como transitorios, y hacer más eficiente el uso del dinero.
Otra de las recomendaciones de la Superintendencia es diferenciar entre "lo que quiero" y "lo que necesito", es decir, para mantener una buena salud financiera, es importante diferenciar aquellos gastos que son necesarios y urgentes, de aquellos que pueden realizarse a futuro.
Esto permite a las personas planificar su situación financiera de mejor forma, evaluando las posibilidades de ahorrar o de solicitar un crédito cuando fuere necesario.