2017: Año en que la violencia llegó a los diez asesinatos en Calama
MUERTES. Un descuartizado, violencia de género y dos homicidios previo a la Navidad marcan una temporada sin precedentes.
El 2017 quedará marcado por ser un año violento para Calama y en el cual hubo una serie de hechos que impactaron a la comunidad loína por la brutalidad con que actuaron victimarios y los métodos que éstos utilizaron para ultimar a sus víctimas, las que sumaron diez en el año, dos más que en 2016.
Más allá de la estadística, este año dejó en evidencia que los asesinos fueron crueles y desalmados a la hora de ultimar a sus víctimas. "Sin duda alguna hubo casos donde más allá de quitar una vida, los autores de las distintas muertes utilizaron métodos bastante despiadados, aun cuando un homicidio, sea como sea, es violento", comentó el fiscal jefe, Cristián Aliaga, al respecto.
En su reflexión, el persecutor hizo un análisis general de este fenómeno en la ciudad agregando que "muchos de estos brutales hechos ocurrieron tras la comisión del asesinato, pero sí se advierten métodos y acciones que han sido bastante especiales y que en los últimos años no habíamos visto", agregó el persecutor jefe de Calama.
El más violento
El año que termina será considerado como el más brutal y violento del que se tenga antecedentes. En parte, por los nuevos métodos que utilizaron homicidas, así como también por las acciones cometidas una vez perpetradas las muertes. Prueba de esto es lo que le ocurrió al joven Ángel Porcel, quien fue descubierto en las inmediaciones de la quebrada de Quetena, cuyo hallazgo develó la macabra suerte que corrió tras ser degollado y luego desmembrado por su asesino, quien perseguía deshacerse de su cuerpo.
A Ángel Porcel se le suman el caso del hombre que recibió siete impactos de bala al interior de un local de expendio y consumo de alcohol, único crimen que de momento aún no arroja detenidos. Y a éstos el reciente doble homicidio que alteró la previa a Noche Buena y que impactó a la comunidad, por tratarse de 2 jóvenes hallados en el sector de Yalquincha.
"Dentro del análisis de los delitos, si se analiza desde el punto de vista legal, se podría establecer si se trató de homicidios simples, calificados, con o sin premeditación, o bien, con otras consideraciones jurídicas. Pero la forma de comisión -de las muertes-, qué duda cabe, tiene en la inmensa mayoría de los casos una trascendencia legal, pero más aún una resonancia en la percepción de la gente de que aumentan casos y mucho más violentos. Eso es innegable", agregó el fiscal jefe de Calama.
"Claramente, las formas de comisión de delitos son mucho más espeluznantes y violentas. Y éste ha sido el año con muertes -homicidios- más violentos de los últimos tiempos", reflexionó Cristián Aliaga al efectuar un análisis más allá de los márgenes y conceptos jurídicos.
Casos
Uno de los casos más impactantes de este 2017 fue la muerte de Ángel Kihs Porcel Ortega (25), quien fue descuartizado por Hernán Gavia Cacharpay. Éste se transformó en el hecho de violencia descarnada que caló en Calama, al tratarse de un homicidio que no sólo devela crueldad y sangre fría, se trató también de una muerte con saña y en la que el autor actuó bajo conocimientos de cómo cercenar a una persona, debido a su pasado como faenador de animales en el poblado de Toconao.
El más reciente y que alteró la tranquilidad de época navideña fue lo sucedido al interior de un domicilio de la población Manuel Rodríguez, donde Aniet Lavia (27) y Bryan Barrera (29) fueron asesinados para luego sus cuerpos permanecer ocultos en una habitación por tres días, tras lo cual los homicidas decidieron trasladar y abandonar sus cadáveres en Yalquincha.
La violencia, además, estuvo en otro tipo de casos que bordearon la desgracia, como lo que afectó a una joven de 27 años, quien la pasada madrugada del martes recibió 30 puñaladas tras discutir con su expareja, hecho que la mantiene en delicado estado de salud en el hospital Carlos Cisternas, donde se recupera de las graves lesiones provocadas por los estoques recibidos.
Justicia
Éste también ha sido un año marcado por procesos legales que fueron noticia. Uno de ellos fue la condena a cadena perpetua a Cristián Riquelme, padre del niño Mateo, quien fue asesinado en el 2014 y que tras un largo período de investigación, sentenció al adulto a pasar el resto de su vida recluido por dar muerte al pequeño que en ese entonces sólo tenía tres años de vida.
Durante la presente temporada tanto la Fiscalía como Carabineros -O.S.9 y Labocar-, lograron dar respuesta rápida, con detenidos y formalizaciones a nueve de los diez homicidios perpetrados. Sólo uno se mantiene bajo estricta investigación por parte de la Policía de Investigaciones, pericias que deberán seguir su curso a contar del 2018.
En este último sentido, el fiscal Aliaga destacó la colaboración de las secciones científicas de Carabineros, "las que han logrado a través de sus metodologías y trabajos en sitios del suceso, de criminalística y otras experticias que han permitido no sólo aportar antecedentes y evidencias en casos de alta complejidad, sino que han servido para acompañar a familiares de las víctimas en estos delicados casos", destacó el jurista.
El 2017 será recordado por muertes crueles y desalmadas, pero también porque sus autores fueron aprehendidos y formalizados gracias a la colaboración de la policía y el Ministerio Público, cuya tarea continuará siendo vital para seguir esclareciendo las causas y muertes aún en procesos.